Ya en octubre, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) señaló la necesidad de eliminar las prácticas agrícolas no sostenibles y los incentivos mal distribuidos. Para cumplir con este objetivo, no han dejado de idearse soluciones por todo el mundo. Un grupo de científicos franceses propone un proyecto llamado «4 por 1000», según el cual se aprovecharían más los campos para bombear carbono mientras se cultiva de otra forma. Así se podría almacenar al año un 0,4% más de carbono en los suelos, lo que frenaría la concentración de CO2 en la atmósfera. Otras medidas posibles son la reducción de fertilizantes y productos fitosanitarios, luchar contra la erosión o plantar más leguminosas (lentejas, garbanzos…), que son capaces de captar el nitrógeno del aire -un fertilizante natural- y depositarlo en la tierra para el próximo cultivo.