Nadie quiere hablar con Gus Van Sant, solo postales de recuerdo
Gus Van Sant entra con paso lento, con la mirada puesta al frente. Al fondo del auditorio de la Casa Encendida, lleno en tres cuartas partes, hay una mesa y una tarjeta con su nombre. Allí se sienta Van Sant, de 65 años, que nació en Kentucky, que ha rodado 16 películas –esta última, la que presenta en Madrid, No te preocupes, no llegará lejos de aquí, con Joaquin Phoenix–, con el tono rojizo de su piel holandesa, con los ojos asustados y levemente tristes y acompañado por Lucía Casani, directora del centro, y Mathieu Orlean, productor de la exposición exclusiva que aquí se organiza.