«De entre todas las disciplinas deportivas el fútbol, como deporte preponderante en buena parte del orbe, ha inspirado a autores muy variados»
«Los rompetobillos se han adueñado tanto de la cancha como del debate público. Suyo es el triunfo»
«Hay momentos, cuerpo a cuerpo con la elíptica, en que a uno le parece una torpísima idea haber entrado en el gimnasio»
«Despreciado por buena parte de la intelectualidad, el fútbol se ha convertido a lo largo del siglo XX en un catalizador de los sentimientos nacionales»
«No hay mayor contraste con las gallardas hazañas de nuestros deportistas que el inmovilismo político en el que está sumido este sufrido país. Ese contraste no ha pasado inadvertido para una enorme cantidad de ciudadanos»
Me sorprendió cuando un amigo me preguntó que cómo iba el Tour y yo no lo sabía. Me sorprendió porque yo estaba siguiéndolo y habían pasado ya varias etapas. ¿Qué veía yo entonces cuando las miraba?
Una de las primeras frases que aprendió a decir fue «¿Cuánto falta?». Sus padres solían llevarlo de excursión y en ese hábito cifra Erling Kagge su kilómetro cero. Cumplidos los 55, este editor noruego ha hilado su experiencia andante en Caminar, una deliciosa invitación al paseo, al mensurable gozo de soñar erguido, acompasando los pasos y las ideas, y proyectando esa fricción, por la que el cuerpo pasar a ser mente andariega, sobre el horizonte mismo; sobre esa montaña, ves, a la que hemos ido aproximándonos hasta dejarnos engullir por ella: ¡y pensar (¡pensar!) que hace nada estábamos ahí abajo! (No hay nostalgia más punzante que la que surge de la certeza de avistar el pasado; volver la vista atrás, en su más recto sentido.) Bien sabe Josep Maria Espinàs (que ha dejado, ay, de llegarse a Lázaro a la hora del almuerzo) que el simple acto de interpelar al paisaje poniendo un pie delante del otro, es desentrañar el mundo. Sobre ese y otros aspectos discurre Kagge, y no sólo a partir de sus vivencias, sino también de la indagación en el campo de la neurología, cuyos últimos hallazgos validan las observaciones que, sobre este punto, nos legaron filósofos como Montaigne, Kierkegaard, Heidegger…
«Doblete comunista en el año de Chernóbil. Un bel morire»
«A Carlos Henrique Raposo, Kaiser, no le bastaba con parecer futbolista; además, ansiaba su propia parcelita de gloria»