El número de refugiados y desplazados internos en el mundo debido a los conflictos alcanzó en 2017 un nuevo récord, por quinto año consecutivo, al sumar 68,5 millones, ha informado este martes la ONU.
Tres kamikazes, presuntos yihadistas del grupo terrorista Boko Haram, según fuentes de seguridad, han matado a nueve personas en la ciudad de Diffa, la capital regional del sureste de Níger. El ataque también ha dejado varios heridos, ha declarado bajo anonimato un responsable político de Diffa a la agencia AFP.
El conflicto armado en Siria ha causado, desde el año 2011, más de 11 millones de desplazados, de los cuales casi 6 millones son desplazados internos y más de 5 millones son refugiados en otros países, según las últimas cifras de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en 2018. Ahora, todos ellos, tras verse forzados a abandonar sus hogares, se enfrentan a otro gran problema, perder el derecho de posesión de su vivienda y la posibilidad de regresar a su casa.
Los libaneses votan este domingo en los primeros comicios legislativos en nueve años, unas elecciones que no deberían alterar el orden político en este país, donde los equilibrios son frágiles y están sometidos a la ruda prueba de la inestabilidad en la región.
Entre enero de 2016 y marzo de 2018, al menos 3.664 refugiados sirios han sido expulsados de sus viviendas en Líbano, un pequeño país de cuatro millones de habitantes que ha recibido en los últimos siete años a al menos un millón de refugiados de la vecina Siria, devastada por una guerra que ha causado más de 350.000 muertos y millones de desplazados desde 2011.
La tormenta tropical Eliakim que golpeó la semana pasada la isla de Madagascar, en el océano Índico, dejó 20 muertos y cerca de 19.000 damnificados, según un balance oficial publicado ahora.
Más de 70 millones de desplazados en Asia, África y Latinoamérica causados por los conflictos mundiales «preocupan» al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), según la comisionada adjunta, Kelly Clements.
Varias organizaciones humanitarias han alertado este lunes a los países que acogen a refugiados sirios en Oriente Próximo y en Occidente contra el regreso forzado de éstos a Siria, informa AFP. Estos organismos han denunciado, a través de un informe, las múltiples expulsiones que se dan en estos países.
Amnistía Internacional (AI) ha criticado al Gobierno de Australia por trasladar «de un infierno a otro» a los refugiados recluidos en la isla de Manus, en el norte de Papúa Nueva Guinea, y por vulnerar sus derechos.
Los gobiernos de Birmania y Bangladesh han acordado este martes darse dos años para solucionar el regreso de los más de 650.000 rohingyas que abandonaron el territorio birmano desde finales de agosto huyendo de la represión del ejército.
Los civiles en estado crítico que se encuentran en el bastión rebelde sirio de Guta Oriental han comenzado a ser evacuados, ha informado este miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja, tras varios meses de espera debido al asedio de Damasco que, según la ONU, ha provocado la muerte de al menos 16 personas que necesitaban atención médica
Al menos 6.700 rohingyas murieron en el primer mes desde que estalló la crisis a finales de agosto a raíz de la represión del ejército birmano contra esta minoría musulmana en un estado del oeste del país, ha denunciado este jueves Médicos Sin Fronteras (MSF)
El papa Francisco se reunió este sábado en Daca con misioneras de la congregación de la Madre Teresa y con los jóvenes, antes de poner fin a un viaje de seis días a Birmania y Bangladesh, marcado por la crisis humanitaria de los rohingyas.
El tifón Lan ha causado hasta el momento al menos cinco muertos y 132 heridos a su paso por Japón, donde las lluvias torrenciales y fuertes vientos han causado inundaciones y corrimientos de tierra que han forzado la evacuación de cerca de 44.000 personas. Su paso por el país nipón ha coincidido con la celebración de comicios en los que ha resultado ganador el primer ministro Shinzo Abe.
Más de 1.100 millones de personas, especialmente en Asia y África, carecen de documentos oficiales de identidad que les permitan el acceso a la sanidad pública, a la educación y al sistema financiero, de acuerdo con el Banco Mundial. Más de un tercio de estas personas «invisibles» son niños, sostiene el Banco Mundial en un informe emitido para su reunión anual en Washington esta semana.
Unicef ha pedido este lunes a la comunidad de donantes 76,1 millones de dólares para responder a la crisis humanitaria de los rohingyas en Bangladesh. Esta cifra es diez veces mayor de lo que solicitó hace un mes, cuando aún no habían llegado más de 500.000 miembros de esta minoría a Bangladesh.
Casi una semana después del anuncio de la liberación de Mosul, la destrucción, la falta de agua y electricidad o el miedo mantienen en los campamentos de desplazados a los civiles que huyeron de los combates entre los yihadistas y las fuerzas de seguridad iraquíes.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Cruz Roja Internacional han rendido un homenaje especial a los 65,6 millones de personas desplazadas, de las que han destacado su coraje y resistencia, con motivo del Día Mundial del Refugiado, al tiempo que han exigido respeto sus derechos.
Las guerras, la violencia o las persecuciones, entre otros motivos, han dejado un récord de 65,6 millones de desplazados en todo el mundo a finales de 2016, ha informado este lunes la ONU. Las personas que han tenido que huir de sus hogares son 300.000 más que en el año 2015 y seis millones más que en 2014, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Casi medio millón de personas han abandonado sus viviendas en Mosul desde el comienzo, hace seis meses, de la ofensiva de las fuerzas iraquíes para expulsar de la gran ciudad del norte de Irak al grupo yihadista Estado Islámico (EI), indicó este lunes la ONU.
Un total de 607 personas se encuentran desplazadas por las inundaciones que han afectado al departamento de Artigas, en el norte de Uruguay, donde también fueron rescatadas 23 personas que se habían quedado aisladas, según ha informado el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae).
El número de fallecidos en Perú por las inundaciones subió hoy a 90, los desaparecidos a veinte y los damnificados a 120.899 habitantes, según el último informe del ministro de Defensa, Jorge Nieto.
Más de 300.000 personas se han visto desplazadas por efecto de la ofensiva de las fuerzas iraquíes contra el grupo terrorista Estado Islámico en la ciudad de Mosul, en cuya zona occidental siguen hoy profundizando su avance. El grupo terrorista está recrudeciendo sus represalias contra los civiles. Hoy ejecutó a una madre y su hijo que trataban de huir de Mosul, demostrando públicamente su acción colgando sus cadáveres de un puente.
China ha anunciado que “más de 20.000 residentes» del noroeste de Birmania han cruzado a territorio chino huyendo de los combates entre el Ejército y guerrilleros de minorías étnicas que se han agudizado en las últimas semanas. Los combates tienen lugar en la misma región que en 2015 registró duros enfrentamientos entre las autoridades y una alianza de varios grupos armados, que causaron cerca de 160 muertos. Por aquel entonces, miles de personas se vieron obligadas a desplazarse a China en busca de asilo.
El comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, ha anunciado que a Comisión Europea (CE) destinará 42,5 millones de euros durante 2017 para paliar la crisis humanitaria en Iraq. El país de Oriente Próximo se encuentra inmerso en una dura batalla contra la terrorismo yihadista, especialmente en la ciudad de Mosul, principal bastión del autoproclamado Estado Islámico en Iraq y donde las Fuerzas de Seguridad de este país de oriente Próximo están llevando a cabo una ofensiva para expulsar al grupo terrorista de la zona. Miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de los combates.
La ONU ha alertado este domingo de que aproximadamente unas 66.000 personas han huido de los recientes combates entre el ejército sirio, apoyado por su aliado ruso, y los yihadistas del grupo terrorista Estado Islámico en la provincia de Alepo. «Esta cifra incluye cerca de 40.000 personas desplazadas de Al Bab y de la vecina ciudad de Tadef y otras 26.000 procedentes de las localidades del este de Al Bab», en la provincia septentrional, según ha informado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha, por sus siglas en inglés).
Muallem hizo estas declaraciones durante un encuentro en Damasco con Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), informa la agencia oficial de noticias ANSA. El gobierno sirio no ha reaccionado a las medidas que prohíben la entrada en Estados Unidos, durante treinta días, a los refugiados y, de forma indefinida, a los sirios. El decreto prohíbe además periodo de 90 días la entrada de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
El llamamiento de Muallem se produce un día después de una nueva victoria de las tropas gubernamentales, que reconquisataron la zona de Wadi Barada, situada 15 kilómetros al noroeste de Damasco y en manos de los rebeldes desde 2012.
La guerra civil en Siria iniciada en 2011 ha causado la muerte de 310.000 personas y millones de desplazados y refugiados.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (ICCR), ha informado, por su parte, desde Lagos que seis de sus miembros en la zona murieron durante el bombardeo.
Las autoridades del país, a través del general Lucky Irabor ha explicado en rueda de prensa en Maiduguri, capital del estado de Borno, que se habían recibido «informaciones sobre concentraciones de terroristas de Boko Haram en alguna parte de la región de Kala-Balge». «Obtuvimos las coordenadas y ordené a la fuerza aérea que interviniera. Se llevó a cabo el bombardeo pero, desgraciadamente, han sido alcanzados civiles», añadió. Empleados locales de MSF y del Comité Internacional de la Cruz Roja, además de dos soldados resultaron heridos, añadió el general.
>br>MSF y el Cruz Roja se encargan de la distribución de alimentos en los campamentos de desplazados de Rann donde viven miles de personas que abandonaron sus hogares huyendo de la violencia de Boko Haram.
«Nuestra niña de Alepo, Bana Al Abed, y su familia nos dieron la alegría de visitarnos en el palacio presidencial», informó Erdogan. Desde septiembre, Bana Al Abed tuiteaba junto a su madre pasajes de la vida en el este de Alepo, ciudad sitiada y bombardeada por la avión siria y rusa.
El gobierno de Ankara apoya abiertamente a los rebeldes que intentan derrocar al presidente sirio Bashar al Asad, en un conflicto que ya ha provocado más de 310.000 muertos y millones de civiles desplazados desde marzo de 2011. La joven, que informaba sobre el desarrollo de los enfrentamientos en Alepo a través de su cuenta – @AlabedBana – con más de 352.000 seguidores, ha tuiteado tras la visita al palacio presidencial: «Muy contentos de encontrarnos con el señor Erdogan».
«Cerca de 20 autobuses que transportaban a personas evacuadas de Alepo llegaron esta mañana temprano» a la base de operaciones al oeste de la ciudad, dijo a la agencia el doctor Ahmad al Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación. «Hay entre 1.200 y 1.300 personas aquí», entre ellas mujeres y niños, añadio.
Por otra parte, unas 500 personas fueron evacuadas de Fua y Kafraya, localidades chiítas sitiadas por los rebeldes en el noroeste de Siria, ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
El suceso ha ocurrido delante de un barco petrolero que había sido desviado por la guardia costera del país para ayudar a los migrantes. Mientras tanto, la ONG distribuía chalecos salvavidas a aproximadamente 150 personas. Los hombres armados abordaron la lancha visiblemente nerviosos y hablando sólo en árabe. Primero intentaron robar el motor de la embarcación y después comenzaron a pegar con palos y tubos, explica un portavoz de Sea-Watch. Los socorristas de la ONG lograron rescatar a 120 personas y recuperar los cuerpos de los fallecidos, aunque también pudieron divisar más cuerpos flotando que no consiguieron recuperar.
En los últimos cinco meses, la frontera sur de Somalia se ha llenado de campamentos improvisados con miles de refugiados como parte de un plan de Naciones Unidas. Según la ONG American Refugee Committee, la mayoría de personas que están siendo devueltas al país desde Kenia son mujeres, niños, ancianos o discapacitados. The Guardian apunta que entre diciembre de 2014 y septiembre de 2016 fueron repatriados 30.731 refugiados somalíes de Dadaab. Casi 25.000 de ellos regresaron este mismo año, después de las presiones internacionales sobre Kenia para que no cerrara el lugar. Cerca de 400 personas están volviendo cada día a Somalia a pesar de la falta de vivienda, agua potable o escuelas.
Si bien el número de desplazados se acerca a los 6.000, cabe destacar que aún hay numerosas familias residentes en Mosul que no pueden abandonar la ciudad sitiada a pesar de que sus vidas corren peligro. Un artículo publicado en Al Jazeera recoge el testimonio de un padre con tres niños que narra la cruda realidad en la ciudad que está a punto ser el principal escenario de los enfrentamientos: «No hay salida para nosotros como familia. Incluso si pensamos en huir de la ciudad, por el momento no es posible. Estamos retenidos como rehenes; el Estado Islámico tomó toda la ciudad de Mosul como rehén». William Spindler, portavoz de la agencia de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas, ha declarado: «Los temores de que la ofensiva para la toma Mosul produzca una catástrofe humanitaria son reales, y puede producir una de las mayores crisis de migratorias de los últimos años». El asalto de Mosul cuenta con el respaldo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que está prestando apoyo a las fuerzas del Gobierno de Irak. En las primeras 24 horas de la ofensiva, 20 aldeas situadas en las afueras de la ciudad de Mosul fueron rescatadas, y el jueves, diferentes medios internacionales informaban que al menos 95 miembros del grupo terrorista Estado Islámico habían muerto en operaciones de las tropas iraquíes apoyados por los estadounidenses. Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, cayó en poder de ISIS en junio de 2014 y actualmente es su último bastión importante en el país. Si bien el avance de recuperar la ciudad se percibe como algo positivo y parece que está llevándose a cabo más rápido de lo esperado, la ofensiva plantea riesgos que amenazan la vida de los civiles que intentan huir o quedan atrapados en el fuego cruzado.
La alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, ha revelado en rueda de prensa los detalles de este proyecto, anunciado el pasado 31 de mayo: el «primer campo de refugiados construido en una zona densamente urbanizada en Europa», según dijo, acogerá únicamente a hombres entre 5 y 10 días y «no habrá controles policiales». El campamento costará unos 6,5 millones de euros, mientras Francia se enfrenta a la presión y las críticas por el desmantelamiento del campamento de Calais.
El periódico The Guardian relata el horror vivido en Wau a través de testigos presenciales que relatan los horrendos actos de violencia durante los combates que estallaron en la ciudad, cuando soldados del ejército (SPLA) y los jóvenes de la etnia Dinka atacaron barrios habitados por los Fartit. Según los testimonios, un niño de dos años recibió un disparo en los brazos de su vecino, una mujer fue arrastrada y violada por las calles, y otros civiles fueron asesinados en sus casas mientras intentaban protegerse de los saqueadores. Los ataques contra la población civil, y no sólo los enfrentamientos directos entre los grupos armados, se han convertido en una de las principales características de la guerra civil de Sudán del Sur, que comenzó en diciembre de 2013. La propagación de la violencia en zonas no afectadas hasta ahora provoca dudas sobre si el acuerdo de paz firmado en agosto del año pasado conseguirá hacer frente a los graves conflictos étnicos que convulsionan el país. La violencia en Wau llega dos meses después de que el presidente Salva Kiir, de etnia dinka , y el líder rebelde Riek Machar, de etnia Nuer, formaran un nuevo gobierno de transición compartiendo el poder. El acuerdo, que divide el control de la presidencia, el gabinete y los 10 estados, es considerado por algunos como una solución carente de efectividad que no aborda las causas fundamentales de la violencia.
Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alerta que la inseguridad alimentaria provocada por los conflictos está obligando a muchas familias a abandonar Sudán del Sur hacia países vecinos. Se estima que en los últimos meses más de 100.000 sursudaneses han cruzado la frontera hacia Sudán, Kenya, la República Democrática del Congo y Uganda, y se espera que este número aumente a más de 150 000.
Kenia justifica la medida asegurando que los costes son “demasiado grandes”, tanto económicos, como en la seguridad y en el medio ambiente. Solamente en el campamento de Dadaab viven 300.000 personas en la frontera entre Kenia y Somalia. Karanja Kibicho, alto cargo de Exteriores del país, asegura que la influencia de los terroristas de Al-Shabaab es otro de los riesgos de mantenerlos abiertos. “Esta decisión imprudente de Kenia es una abdicación de su deber de proteger a los vulnerables y pondrá miles de vidas en riesgo”, denuncia Aministía Internacional.
Conflictos armados, epidemias y problemas de desigualdad socioeconómica afectan a millones de menores en todo el planeta. Unicef acaba de lanzar su campaña de recaudación de fondos más ambiciosa ante el riesgo que corren 62 millones de niños de ser víctimas de una crisis humanitaria