Kalashnikov Group, la compañía rusa que produjo el icónico rifle de asalto AK-47, el arma más vendida del mundo, y que ya presentó sus robots autónomos basados en Inteligencia Artificial, ahora se dedica a la fabricación de drones suicidas.
El fabricante británico de motores Rolls-Royce ha revelado esta semana su proyecto de desarrollar su propio taxi aéreo híbrido que despega y aterriza verticalmente, y que podría estaroperativo a principios de 2020.
Durante los últimos años, los drones, también conocidos como UAV o RPAS, han tomado una relevancia cada vez mayor en nuestras vidas. Son varias las empresas e instituciones que han volcado sus esfuerzos bien por fabricar drones o bien por adquirir alguno. La tendencia es que durante los próximos años sigan creciendo, llevando a cabo un mayor número de tareas de manera autónoma y facilitándonos algunas tareas. La producción de drones de uso civil aumentará más de 60 millones de euros durante la próxima década, según una previsión realizada por Teal Group, una empresa estadounidense independiente de investigación y análisis del sector aeroespacial y de defensa. Si bien es verdad que la fama les ha llegado por sus notorios usos militares en lugares de conflicto, pero lo cierto es que los drones tienen multitud de aplicaciones en el ámbito civil. Estas son solo algunas de las áreas en las que están revolucionando el mercado:
La idea de drones con desfibriladores que se despliegan para ayudar a cualquier persona a revivir a gente afectada por un paro cardiaco se puede convertir en realidad luego de que un grupo de investigadores han encontrado que los aparatos llegaban a las emergencias en promedio hasta 17 minutos más rápido que las ambulancias.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó a la CIA (Agencia Central de Inteligencia) a utilizar sus drones para atacar presuntos terroristas, un papel que antes tenía asignado exclusivamente el Pentágono, informó este lunes The Wall Street Journal.
Los drones que aparecen en titulares suelen ser protagonistas de noticias militares o de orgullosa innovación empresarial. Como consecuencia, las primeras imágenes que nos vienen a la mente al pensar en un dron son las de un avión de guerra autopilotado bombardeando objetivos en Oriente Próximo (como vienen haciendo desde hace algunos años los drones predator de Estados Unidos) o las de un robot volador capaz de entregar pizzas a domicilio (tal y como sucede desde noviembre en Nueva Zelanda).
La Agencia de Investigación y Análisis de Francia –BEA– comunica en su pagina web que «el piloto observó un drone a cinco metros por debajo del ala derecha del avión», además, aseguran que si no hubiera sido por las maniobras del piloto para esquivar a la aeronave no tripulada las consecuencias hubieran sido catastróficas ya que el drone «podrían haber dañado la ventana de la cabina o podría haber sido absorbido por uno de los motores». La investigación sigue aún en curso para esclarecer las causas del suceso.
El chico, Sean Nivin, ciudadano de Nueva Jersey de 27 años, ha sido detenido acusado de imprudencia temeraria. El mismo Nivin comentó en su cuenta de Twitter el incidente: «Filmando con el dron, ahora quedó atascado en el Empire State». El hecho ha ocurrido en un momento en el que el Gobierno estudia la forma de identificar mejor este tipo de aparatos y regular los vuelos de aviones no tripulados. Un hecho similar ocurrió en septiembre cuando un profesor fue detenido en Nueva York debido a que su dron se estrelló contra las gradas de un estadio durante un partido de tenis.