El peor viaje de mi vida
«Un ‘apparatchik’ nos informó de que la ‘invitación’ de Albania había ‘alcanzado sus objetivos’ y nos exigió que nos volviésemos al aeropuerto aquel mismo día»
«Un ‘apparatchik’ nos informó de que la ‘invitación’ de Albania había ‘alcanzado sus objetivos’ y nos exigió que nos volviésemos al aeropuerto aquel mismo día»
«Paradójicamente, es de la izquierda democrática de donde procede entre nosotros la principal amenaza de un ingreso resuelto en la política del Mal»
El eurodiputado de Vox ha ido más allá criticando que al Gobierno le ha valorado «hasta Hamás»
«El libro de la albanesa Lea Yepi ‘Libre. El desafío de crecer en el fin de la historia’ recrea un pasado y al tiempo dice sobre él la última palabra, se erige en lápida»
El Ministerio de Exteriores persa asegura que las sanciones son una respuesta «recíproca» a las medidas restrictivas impuestas por la UE
El eurodiputado de Vox pone en cuestión que la pistola se encasquillase y el hecho de que el detenido tuviera la pistola «un rato» a centímetros de la presidenta
En el requerimiento judicial también se ordena al periodista a retirar de su cuenta en esta red social los «mensajes injuriosos» que publicó
Este libro fue muy buscado, como ocurre con algunos niños. La editorial A buen paso es tan pequeña que apenas saca un libro o dos cada año, cuando el año es bueno, y se decidió por esta aventura infantil de Oti Rodríguez Marchante, a quien conocerás por sus críticas de cine en ABC, como una apuesta asegurada para preadolescentes en busca de identidad. Y aunque su autor todavía se debate en si se trata de un libro con niños, para niños o sobre niños, conoce con seguridad que nació de la observación prolongada de sus dos hijos, de 14 y 10 años, que de manera natural le condujeron hasta el título definitivo: La importancia del primer cero.
Alfonso Armada (Vigo, 1958) llega a pasos cortos y veloces, mirando a un lado y a otro, como un turista o como un fotógrafo. Hace una breve pausa frente al Teatro Español y mira el programa; tras unas gafas de montura negras achina los ojos
Todos quieren venir a Europa. No solo desde países en guerra. No solo desde dictaduras. Ni solo desde los estados más pobres. Ni solo los más pobres de esos estados. Todos quieren venir a Europa. Su atractivo es hoy el mismo, mágico e inmenso que han tenido durante dos siglos unos Estados Unidos que se han cerrado para todos salvo para sus vecinos americanos.
Hay drogas que hacen ver a dios o lo que parece ser él, drogas de emociones y visiones que el alma recuerda para siempre, que abren puertas de paraísos de plenitud que se antoja eterna. Pero también de infiernos y abismos en oscuridades tan rotundas y absolutas que muchos no vuelven de ellos.
Los españoles van a las urnas el domingo con la mayor incertidumbre habida nunca en democracia. Hay numerosas encuestas que sugieren ciertas tendencias. Pero nadie sabe realmente qué va a suceder…
Porque su testimonio y su legado, la memoria del dolor y del horror, son los únicos instrumentos eficaces que tenemos los seres humanos para intentar evitar que aquel terrible pasado que tuvieron ellos se convierta en presente en algún instante del futuro.
Muy pronto envían a todos lo pobres ilusos e ilusos pobres a la cola. Mientras ellos se arman hasta los dientes para poderla evitar mientras vivan.
Él ha metido a todos los rusos en este lío. Él creyó ser indestructible con sus inmensos ingresos por las exportaciones energéticas. E imbatible con tan solo blandir su terrible arma del petróleo y el gas.
Seguro que Ángela Merkel se acordó una vez más en Colonia de la primera vez, cuando sí tenía un mar de dudas, allí en Hamburgo en el primer congreso después de la unificación de Alemania.
Esta es la fotografía de Gaza. Un paisaje de escombros en el que no queda una casa en pie. Un desolador panorama de destrucción total. Un lugar en el que la vida es imposible.
Cualquier explosión, sea cual sea su origen, causa por necesidad muertos. Aún así, mientras los bombardeos en Aleppo y Homs en Siria causan decenas de muertes siempre, las operaciones militares israelíes desde el aire se saldan con muy pocas.
Los pobres, en la calle, protestan por la llegada de otros más pobres con quienes tendrán que compartir el mercado laboral no cualificado. Lo hacen con carteles contra la ilegalidad. Lo hacen enarbolando la ley porque saben que a ellos los pobres solo la ley los protege.
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