El detenido portaba un DNI con identidad falsa y según la Policía Nacional, había logrado regularizar su estancia en España de forma fraudulenta. La investigación ha sido posible gracias a la colaboración con los servicios policiales de Honduras y El Salvador. La principal fuente de financiación de esta banda criminal son las extorsiones, esencialmente a empresarios y comerciantes, el tráfico de drogas, los secuestros exprés, el tráfico de armas, o la ocupación de inmuebles para después alquilarlas a otras personas, entre otros delitos.
Aunque los primeros integrantes de las Maras eran procedentes de El Salvador, en la actualidad se han extendido a países como El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Ecuador, Perú o Colombia. Actualmente se organizan en un sistema de células territoriales llamadas «clicas», que son agrupaciones de jóvenes de entre 25 y 50 miembros, que hacen del delito su medio de vida.