Sin embargo, la investigación, que no ha sido comprobada por otros investigadores del sector, ha sido criticada por criminólogos, pues creen que la inteligencia artificial puede crear prejuicios en el sistema judicial. “Este artículo no mira el comportamiento de la gente, sino que mira condenas criminales”, ha dicho Susan McVie, profesora de criminología cuantitativa en Edinburgo. Ha añadido que “los jurados probablemente van a condenar más a personas que tienen cierta apariencia o visten de cierta manera. Lo que este estudio podría estar detectando son los estereotipos que llevan a la gente a ser elegida por el sistema judicial en lugar de su parecido con algún condenado”.
Los creadores del estudio dicen que el algoritmo identifica aspectos faciales clave, como la curvatura del labio superior o la distancia entre los ojos, que son comunes entre los condenados. Pero McVie dice que puede que solo haya identificado patrones en el tipo de personas que son condenadas por un jurado humano.