
La terapia de ahuecamiento se pone de moda tras los Juegos Olímpicos
Esos círculos son las marcas dejadas por ventosas, una antigua práctica de curación que se usaba en Egipto, China y Oriente Medio, el cual consiste en colocar tazas especiales en la piel y el uso de calor para crear la succión de vacío y masaje inverso para promover el flujo de sangre. El color rojo o inclusive violeta que deja el cupping se debe al cansancio o fatiga muscular. Aunque pareciera que tiene un efecto doloroso, no es así. Según con la Asociación Internacional de Terapia de Ahuecamiento, el procedimiento puede ser sumamente relajante y placentero, ya que “la acción de tracción se acopla al sistema nervioso parasimpático, lo que permite una relajación profunda para desplazarse por todo el cuerpo”. La duración de una ventosa en la piel es de entre 5 y 10 minutos.






































