La suspensión de la orden decretada por Donald Trump se mantendrá hasta el próximo 21 de febrero, según la orden de emergencia emitida por Ann Donnelly contra la aplicación de la prohibición impuesta a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. La queja la cursó la American Civil Liberties Union (ACLU) en nombre de Hameed Khalid Darweesh y de Sameer Abdulkhaleq Alshawi, dos ciudadanos iraquíes que fueron detenidos al llegar al aeropuerto JFK de Nueva York.
La polémica decisión de Trump y su política migratoria ya están retumbando fuera de las fronteras norteamericanas. Angela Merkel, Theresa May, François Hollande o Justin Trudeau son algunos de los líderes mundiales que se han manifestado en contra de esta orden ejecutiva firmada por Trump, que además ha tenido que enfrentarse a la dura oposición de miles de ciudadanos que han salido a las calles para mostrar su apoyo a los inmigrantes musulmanes y su rechazo a las políticas xenófobas del nuevo presidente.
Varios organismos como Cruz Roja, Amnistía Internacional, Human Rights Watch o la Organización Internacional para las Migraciones han mostrado su preocupación al respecto y han tildado la medida de «dañina» y «descorazonadora». Además, según Amnistía Internacional, el veto impuesto por Trump traerá «consecuencias catastróficas».