
¡Viva la resaca!
Uno puede, desde luego, matar a su hijo mientras se gesta en el vientre materno y puede también abandonar a esa mujer a la que un día juró dedicar su vida, pero lo que no, lo que ni de coña puede hacer es evitar la resaca
Uno puede, desde luego, matar a su hijo mientras se gesta en el vientre materno y puede también abandonar a esa mujer a la que un día juró dedicar su vida, pero lo que no, lo que ni de coña puede hacer es evitar la resaca