Durante mucho tiempo nombrar Venezuela ha significado la asociación automática con el PP y Cs. Es decir, hacerle el juego a la derecha. Y en nuestro país no hay nada más temible a que te vinculen con ella. Como afirmaba Rufián sobre Juan Guaidó en Twitter, se elige quiénes son los buenos y los malos en función de quiénes están a su lado. ¿Qué importa la honestidad intelectual?
“¡Me están torturando!”. Era el grito desesperado de Leopoldo López mientras practicaban el socialismo sobre su cuerpo. López está en la cárcel militar de Ramo Verde por cometer el crimen de convocar una gran manifestación contra el gobierno de Nicolás Maduro. Llevaba 78 días incomunicado con sus abogados, según acababa de denunciar su mujer, Lilian Tintori, y recurrió a la voz que aún tiene, y que llega más allá de las vallas de la cárcel. “¡Denuncien!”, vociferaba utilizando el único medio de defensa que le queda; su voz.
Vuelvo de nuevo en este mashup que me agobia, a asirme de las palabras de Leopoldo López, de su fe, de su esperanza, allí, en la cárcel militar de Ramo Verde, desde donde lucha por la libertad de Venezuela. Pero de pronto la fe que me infunde es horadada por el miedo.
Hacia lo interno de un país empobrecido, azotado por la delincuencia, urgido por la escasez y angustiado por la inflación, ¡ni que venga Súperman!… el guapo de los calzones rojos a lo sumo podría obtener algún beneficio por usar oportunamente el color del chavismo.
Huevos. Algo tan escaso entre la clase política de Venezuela pero también en la de cualquier otro país. Porque no son tantos los que se enfrentan a la injusticia caiga quien caiga (incluidos ellos mismos).
Impresiona leer que la diputada venezolana expulsada de su cargo de forma arbitraria por oponerse a la dictadura criminal de Maduro afirme no tener miedo, justo antes de ir a declarar ante la Fiscalía de un régimen tiránico.
A punto de cumplirse un año desde que Maduro ganó las elecciones presidenciales, luego de la muerte de Chávez, se libra una discusión sobre si en Venezuela vivimos o no en un régimen democrático; a menudo suelo oír argumentos como este: «es que el chavismo ha ganado 18 de las 19 elecciones que se han hecho en Venezuela durante los últimos 15 años», pero es que hasta Hitler ganó elecciones.
Nadie tiene derecho de quitarnos nuestro hermoso país, porque es nuestro, ni de Cuba, ni de China, ni de Colombia. Venezuela es de los VENEZOLANOS
No toda la oposición venezolana sigue la misma estrategia. La mejor prueba de que la oposición venezolana más hábil ha renunciado a la estrategia de la tensión y de la desestabilización es Henrique Capriles.