Dos ciudadanos iraquíes, que acababan de aterrizar en el aeropuerto JFK de Nueva York y contaban con peticiones de asilo aprobadas, serían los primeros detenidos tras la entrada en vigor del decreto, según informa The New York Times. Llegaron en vuelos separados y sus respectivas peticiones de asilo habían sido aprobadas por los departamentos de Estado y de Seguridad norteamericanos antes de que Trump jurase el cargo. Aparte de ellos dos, habría 11 refugiados más retenidos en otros aeropuertos, según han anunciado dos congresistas demócratas. Uno de los refugiados retenidos, Hameed Khalid Darweesh, ha sido ya liberado.
Los abogados de los dos iraquíes detenidos en Nueva York, que trabajan para organizaciones de Derechos Humanos, han presentado un recurso de habeas corpus para exigir su liberación, además de una moción de certificación de clase para representar a otros detenidos en puertos y aeropuertos americanos por la entrada en vigor de la orden.
La decisión de Trump ha supuesto la perplejidad de la comunidad internacional y ya ha provocado las primeras reacciones. Una de ellas es la de Irán, que ha anunciado que aplicará el principio de reciprocidad y prohibirá la entrada a los estadounidenses en su territorio durante tres meses.