
¿La tiranía del mérito?
«Nadie es merecedor ni de su dotación genética ni de la familia que lo acoge. Precisamente por eso tenemos el deber inexcusable de la solidaridad»
«Nadie es merecedor ni de su dotación genética ni de la familia que lo acoge. Precisamente por eso tenemos el deber inexcusable de la solidaridad»
«Veo en las críticas a la imperfecta noble causa de la meritocracia una rendición incondicional al fatalismo pesimista que, según el parecer de algunos, va inevitablemente asociado a la pobreza»