El juego del caracol
«Amanda, con los ojos entrecerrados y la mirada fija en algún punto lejano, disfrutaba de la sensación de dominio que, sin querer, había establecido»
«Amanda, con los ojos entrecerrados y la mirada fija en algún punto lejano, disfrutaba de la sensación de dominio que, sin querer, había establecido»
«Había una chispa en la forma en que él la miraba, una concentración que apenas incluía sus palabras como si esperara el momento en que pudieran estar a solas»
«Saúl se quedó totalmente embobado con una mujer a la que casi arrolla al pasar demasiado cerca de su cabeza»
Se encendieron las pantallas y se apretó la sien para establecer conexión. Esta vez saldría de allí rápido
«Amanda, tras el cristal, observaba cómo cada par de manos deshacía a su manera los nudos del cinturón que cerraba cada una de las batas»
«Cuando Saúl vio a Amanda se quedó tan embobado que casi la arrolla atestándole un tremendo golpe en la cabeza»
Saúl le apartó la falda subiéndosela hasta dejarle la cintura visible y el culo mojado sobre la tierra seca
Amanda el centro de gravedad donde orbitan hasta desaparecer los rostros pasajeros y las historias a medio contar
A veces parecía dormida y los niños que se reían al mirarla no apreciaban que estaba escuchando el sonido de sus pensamientos
«Entre dos que se gustan, el deseo se hace de carne»
«Abrió las piernas y se aferró con fuerza a los barrotes de la cabecera»
«Bajaré con la expectativa de lo que está por pasar en un está pasando que suena a golpe de zapato y escalón»
«Tanta elocuencia genera en Amanda una leve incomodidad, una especie de conexión entre su erudición y el despertar de su ira»
«Las chispas se dispersan como estrellas fugaces. Dibujan patrones efímeros»
Entonces lo veo claro, el pene de Saúl es un preso, un condenado, un ser que requiere asistencia, cuidados y afectos
«Desde atrás, Saúl parecía fuerte e imparable, ajeno al mundo que lo observa mientras corre»
«Por un momento, el mundo se hizo más íntimo. Sin embargo, no pudo evitar que se le colara un leve desencanto»
Una oleada de calor subió por el estómago de Amanda extendiéndosele hacia el pecho y el rostro.
Le clavó las pupilas como las astas de un toro bravo en la entrepierna, las axilas, la curva de la mandíbula y la cintura
«Cada vez que un par de ojos la observa, le dan ganas de probar hasta dónde puede llevar el juego de la seducción»
Se apartó y me pidió un café. «Sólo he venido a por un café, ¿me lo das?»
«Revelaban una topografía corporal que se creía desveladora de su esencia, de esa ternura que negaba a la mayoría»
«Cada respiración compartida iba aumentando esta tensión que les quitaba el aire haciéndolo denso, irrespirable»
«Con el tiempo, la incomodidad se había transformado en tensión electrizante, en magnetismo que los atraía»
«Movida por la envidia y la compasión corrí hacia el cuadro para saltar y abalanzarme sobre ella por la eternidad»
«Es entonces cuando se aturulla ante este Saúl, que le resulta casi uno nuevo cada vez revelado»
«El motor que me sostiene es este largo sudario que tejo cada día en cartas que escribo como remitente a ti»
«Saúl me propinó un giro de guión que me dejó seca»
«Esta noche le busco a él, uno que resulta tan fácil de conquistar como yo de ser conquistada»
«Se vuelven a ver como si hiciera una vida que no se vieran. Se abrazan fuerte como si hiciera una vida que se conocieran»
«Las instrucciones de Amanda habían sido bien sencillas y bien halladas: una venda, una botella de tequila y una canción»
«Nuestro siempre ya son años, y todavía ocurre, siempre me pasa. Delante de la puerta me paro, necesito respirar»
«Así como la primera vez, aquella noche, una noche tonta…»
«Había dejado la ropa amontonada en la orilla y ahora la arena la cubría»
«Di tres pasos hacia atrás antes de volver a acercarme con ojos relamidos»
«Me gustan los hombres que no sucumben rápido pero esto puede convertir el juego en una historia interminable»
«Caminaban cabizbajos, contenidos en cuerpo y habla, calma que antecede a la tormenta»
«Solo quiero poder tomarme una cerveza contigo. Si te aburres… fin de la historia. Déjame conocerte, por favor»
«Amanda tenía propensión a los deleites carnales y en cada café, el de cada día, traía un extra de goce: su juego con Saúl»
«La imaginé desnuda sin quererlo. Su cuerpo se desvelaba ante mis ganas sin contar con mi voluntad»
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