Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es ya nuevo presidente de México tras arrasar en las últimas elecciones alcanzando un histórico 53% con más de 30 millones de votos, un respaldo que jamás había logrado nadie en la historia de México
He de unirme a algunas de nuestras mentes más brillantes para escandalizarme por que hayan condenado a un rapero por ejercer su libertad de expresión.
Trump firmó el decreto presidencial y al día siguiente los periódicos mostraron en sus portadas un muro que se construirá dentro de unos meses. Vimos vallas que atraviesan El Paso, una muralla que tapa el horizonte en Tecate, mexicanos mirando a través de gruesos barrotes en algún lugar de la frontera. Los periódicos ilustraron la noticia de que Trump levantaría un muro con la fotografía de un muro que ya había sido levantado. No es un milagro. En algunos lugares de la frontera entre México y Estados Unidos, el muro existe desde hace años y no es la única frontera física construida por el hombre que permanece en pie en el mundo. Ni siquiera la más cruel. Las concertinas europeas dan fe de ello.
La vida no vale nada, no vale nada la vida. Lo cantaba José Alfredo Jiménez, cantor de un México legendario de cantinas y de honor. Cuando en las cantinas que digo los duelos dolían lo justo, ‘nomás’, y al muerto le hacían guardia dos tequilas bajo la mirada de Guadalupe virgen y esos milagros que cuentan sus fervorosos con diez tiroteados en la cuenta. Que pasa que Lupe perdona.
Puede ser el primer síntoma de vida, de asegurarnos, con certeza, de que estamos plenos, de que llegamos al mundo. Sujetamos su cartel de bienvenida incluso antes de que nos percatemos de su concepto, de su verdad. Hablo de la muerte, esa especie de pasaporte cuya naturaleza siempre será perenne, siempre con nosotros, sin necesidad de renovación y de burocracia, sensación de eterna compañía, como la soledad o el WhatsApp. Pero de la muerte no solo se espera la frivolidad, la superficialidad, la sonrisa complaciente y pasajera. En absoluto. De ahí que inspire temores, y con ello supersticiones, religiones, filosofía, explicaciones. Y cultos. Veneración –como todo lo que supone enigma, desconcierto-. Y en sus dos vertientes: positiva y negativa. Desde la creencia en la vida eterna del cristianismo a la superación de esta preocupación en los existencialistas.
Hace ya diez años que Antonio Escohotado lo proclamó en Televisión Española: “La guerra contra las drogas ha terminado”. No era creíble, decía, pensar que se podía estar librando una batalla contras las drogas cuando su uso y presencia no iba sino en aumento. Había que asumir que las drogas no iban a desaparecer. Que siempre acompañarán al hombre, como lo han acompañado desde que puede llamarse hombre.
A solo unos meses de su elección como presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte ha reducido el crimen violento en el país en casi un tercio. Este milagro tiene una explicación tan sencilla como terrible: enviando escuadrones de la muerte a matar delincuentes.
Lleva el nombre de su ídolo en la frente. Apenas está saliendo de la adolescencia, así que podemos imaginar que la chica tiene la habitación empapelada con fotografías del héroe.
The Objective entrevista en exclusiva al líder y portavoz de la Policía Comunitaria, en México. Responde al nombre de Arturo. Nos atiende tras otra noche sangrienta y de disparos en Nueva Italia, donde los suyos han sufrido bajas en la primera madrugada en la que interviene el Ejército disparando contra ellos.