Oh, benvinguts
La gran pancarta en uno de los edificios de plaza Cataluña dejaba bien claro la manera que tienen los independentistas de entender la acogida: “The spanish King is not welcome in the catalan countries”.
La gran pancarta en uno de los edificios de plaza Cataluña dejaba bien claro la manera que tienen los independentistas de entender la acogida: “The spanish King is not welcome in the catalan countries”.
Un año después del atentado, no hay en el lugar recordatorio alguno ni parece que vaya a haberlo. La presidenta del grupo municipal de C’s en el Consistorio, Carina Mejías, lo ha solicitado varias veces y siempre ha recibido la misma respuesta: “Una actuación así debe ser fruto del consenso, y no lo hay”. Insólito, máxime teniendo en cuenta la propensión del Gobierno municipal a manosear el callejero (de Puig Antich a Rubianes), y a proyectar su ideología sobre la simbología y señalética barcelonesas, del lazo amarillo de la Casa de la Ciudad al Open Arms de Colón. Y no sólo sin consenso, sino con la voluntad de reventarlo sin remedio.
Termina 2017, y con él el primer año de Trump y el último del procés; se cierra el año de las fake news o, si prefieren, de las mentiras descaradas.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido a Puigdemont que acabe con sus planes de ruptura. “Me gustaría que algunos renunciaran a sus planes rupturistas. Si no lo hacen, el Gobierno defenderá la legalidad y la soberanía nacional”, ha dicho Rajoy durante el acto de inauguración del curso político, en Pontevedra.
Medio millón de personas asistieron a la manifestación convocada por la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona, nueve días después de los atentados terroristas de Las Ramblas y la ciudad de Cambrils. El Rey Felipe VI fue el eje de los desencuentros: pitada monumental en el momento de su llegada y tensión entre los manifestantes, por una pancarta que le daba las gracias a su ‘majestad’. A pesar de todas las banderas que se alzaron desde los Jardinets de Gràcia hasta la Plaza de Catalunya, el ‘no tenemos miedo’ ganó en el terreno de las diferencias
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective