Detectan el 'clamor' de las ondas gravitacionales en el universo
El sonido procede de las interacciones de colosales agujeros negros supermasivos
El sonido procede de las interacciones de colosales agujeros negros supermasivos
La colaboración LIGO-Virgo-KAGRA publica el mayor catálogo de colisiones entre agujeros negros y estrellas de neutrones
El astrofísico gallego Juan Calderón Bustillo y su equipo han postulado una hipótesis que plantea que la mayor onda gravitacional detectada hasta la fecha no fue originada por el choque de dos agujeros negros, sino por dos estrellas de bosones.
Entrevistamos a Juan Calderón Bustillo, el físico gallego que ha liderado el estudio que propone una arriesgada teoría: la mayor onda gravitacional captada hasta la fecha podría haber sido generada por el choque de dos estrellas de bosones, en lugar de por dos agujeros negros
Un equipo científico ha detectado las ondas gravitacionales resultantes de la mayor colisión de agujeros negros jamás observada, que ha formado un nuevo agujero negro 80 veces más grande que el sol, según han informado fuentes académicas.
La tabla periódica se estudia en todos los colegios, pero lo que muchas veces se ignora es que el origen de los elementos era un misterio. Están presentes en la Tierra, pero no sabíamos con certeza cómo llegaron hasta aquí. La posibilidad de que procedieran del Sol estaba descartada: apenas pueden encontrarse en la estrella cinco elementos –hidrógeno, helio, litio, berilio y boro–. Tampoco en otras estrellas próximas, incluso en aquellas que son diez veces más grandes se ha detectado un máximo de 58 elementos. Ahora, la situación ha cambiado. Un grupo de científicos ha confirmado la teoría de que el resto de elementos que encontramos en la Tierra tienen como origen accidentes celestiales más específicos.
Un equipo científico internacional ha anunciado este jueves que ha detectado de nuevo las ondas gravitacionales, la tercera observación de estas vibraciones del universo que predijo la teoría de la relatividad general de Albert Einstein en 1915.
“Fue una elección bastante fácil. Hubo muchos avances importantes este año, pero la observación de las ondas gravitacionales confirma una predicción centenaria del propio Albert Einstein“, explica Adrian Cho, de la revista Science, a la agencia Efe. Einstein consideraba que los objetos con gran cantidad de masa podrían, al girar, deformar el espacio-tiempo y provocar vibraciones. Además, creía que estas vibraciones serían demasiado minúsculas para ser detectadas, pero esto fue refutado por el LIGO. “La gravedad es tan débil que la radiación gravitacional parecía casi imposible de detectar. Y aun así lo lograron. Como físico, para mí eso es un profundo logro”, añade Cho.
Para lograr este descubrimiento, los científicos utilizaron dos detectores masivos que incluían espejos entre los que rebotaba un láser. Cuatro meses más tarde de la primera observación de las ondas gravitacionales, los científicos volvieron a detectar este fenómeno, aunque esta vez fue mucho más débil.
Este descubrimiento permitirá investigar sobre las zonas oscuras del cosmos, hasta ahora vedadas a la ciencia. Las ondas gravitacionales son el resultado de los mayores cataclismos del universo, por ejemplo la explosión de una supernova o la colisión de dos agujeros negros. Su consecución se produce a 1.000 millones de años luz, tan lejos que las ondas que producen son indetectables cuando llegan a la Tierra. Su existencia es una consecuencia natural de la teoría general de la relatividad de Einstein. Hoy, un siglo después, la ciencia ha podido captar así el sonido de los fenómenos más desconocidos del universo.
«Hoy empieza una nueva era para entender nuestro universo». Con esta declaración de intenciones, los científicos de la National Science Foundation norteamericana han comenzado una rueda de prensa que prometía ser rompedora.
ScienceMag relata los crecientes rumores en la comunidad científica señalando que han logrado detectar las ondas. La teoría de Einstein asume las ondas pero nunca han sido vistas. Si se confirma que el LIGO (Laser Interferometer Gravitational-wave Observatory) las ha detectado, sería uno de los hallazgos científicos más grandes de la historia, y ayudaría a aclarar hipótesis sobre el origen del universo. Por el momento, el comunicado solo avanza que los científicos «informarán sobre los esfuerzos en la investigación para detectar ondas gravitacionales a través de LIGO».
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