VÍDEO DIARIO | El barco Aquarius atracará en Valencia y otras noticias clave en un minuto
El Aquarius, el barco que lleva a bordo a 629 migrantes, podrá atracar en Valencia, después de que Italia y Malta le impidieran desembarcar en sus puertos.
El Aquarius, el barco que lleva a bordo a 629 migrantes, podrá atracar en Valencia, después de que Italia y Malta le impidieran desembarcar en sus puertos.
El Aquarius, el barco que lleva a bordo a 629 migrantes, podrá atracar en Valencia, después de que Italia y Malta le impidieran desembarcar en sus puertos.
Hannah, buena chica y espabilada, ha escuchado la conversación en el comedor y al entrar en la cocina le cuenta el secreto a la bondadosa señora Jaeckel. La intención del Comandante Schultz es asesinar al tirano volando el Palacio. Nada más y nada menos. Pero él, honrados caballeros, no se arriesgará. Él dirige la misión. Él, uniformado, es el político. El honor de convertirse en el liberador será para uno de los judíos que se sientan entorno de la mesa escuchando su grave discurso patriótico. El elegido será el mártir a quien la historia recordará. ¿Quién será?.
La semana pasada se cumplió medio año de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Tras rozar el conflicto civil, el anuncio del presidente Rajoy supuso un alivio -también para muchos independentistas-. El cese de todo un gobierno autonómico y de decenas de cargos no ha alterado el funcionamiento de la administración. Los servicios públicos funcionan como siempre. Y se paga en menos tiempo. Por otra parte, la convocatoria de elecciones pilló a contrapié a los partidos independentistas que se presentaron a la contienda con dos promesas: la liberación de los políticos encarcelados y el fin de la aplicación del artículo 155.
Olé, olé y olé. Poco más se puede decir de un andaluz con tanto arte como Antonio Banderas, nuestro actor más internacional.
La líder ultraderechista francesa Marine Le Pen ha sido reelegida sin sorpresas presidenta de Frente Nacional (FN), que ha abolido además el título de presidente de honor que hasta ahora tenía su padre y cofundador de la formación, Jean-Marie Le Pen.
Este no es un 8 de marzo como otro cualquiera porque se celebra la primera huelga feminista de la historia. Este año, el Día Internacional de la Mujer se presenta muy distinto a los de años anteriores porque se produce en un contexto en el que las mujeres han dicho ‘¡Basta!’
El 58 % de los españoles cree que el impacto de la crisis en el empleo ya ha tocado fondo, un porcentaje superior al de los europeos, el 48% de los cuales opina lo mismo, según los datos del último Eurobarómetro, presentado hoy en la sede de la Comisión Europea (CE) en Madrid.
La Policía Nacional española ha iniciado una macroperación contra una presunta trama dedicada al amaño de partidos de fútbol de Segunda B y Tercera división, en la que ya se han detenido, al menos, a cuatro personas, han confirmado a Efe fuentes de la investigación. De esta forma, estos futbolistas forzaban acciones polémicas en los partidos como penaltis o saques de esquina sobre los que luego se hacían apuestas en la web radicada en China.
A menos de una semana de las elecciones catalanas del 21D, las campañas políticas que terminan el miércoles afrontan sus últimas días con diversos actos que tienen lugar en Cataluña
A sólo dos días del inicio de la campaña para las elecciones catalanas del 21D, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, han protagonizado este sábado los últimos actos de precampaña de las elecciones, marcados por la crisis institucional provocada por la aprobación en el Parlament de la declaración de independencia el mes pasado y la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Condenan el colgamiento de unos muñecos con las siglas de C’s, PSC y PP
La política –liberal, conservadora o progresista – ha tenido siempre como uno de sus atributos más nobles la capacidad de abrir el horizonte de los ciudadanos, llevándolos de lo particular a lo común. Los partidos necesitaban dar con elementos compartidos y llegar a acuerdos para definir objetivos y estrategias compartidas. Fuera por convencimiento o necesidad electoral, los políticos se veían obligados a reflexionar y hablar del “bien común”.
La secretaria general de Esquerra Republicana y número dos de la lista de este partido para las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, Marta Rovira, ha mostrado su voluntad de crear “un frente común” con la lista de Junts per Catalunya, liderada por el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Los diputados de ERC y el PDeCAT no serán sancionados económicamente por sus ausencias en los Plenos y las comisiones del Congreso de los Diputados. Así lo ha comunicado a la salida de la reunión de la Mesa la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que ha explicado que a la vista de un informe elaborado por los letrados no se constata ningún “hecho jurídico” que vaya en contra del Reglamento de la Cámara.
La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, ha pedido al presidente catalán Carles Puigdemont que «levante la suspensión» de la declaración de independencia si el Estado aplica el artículo 155 de la Constitución. Lo ha hecho durante el Consejo Nacional Extraordinario organizado por el partido a pocas horas de que expire el plazo concedido por el Gobierno al president Puigdemont para que responda si ha declarado la independencia y vuelva a la legalidad.
Termina el verano y empieza el nuevo curso político. Es una manera de hablar, porque desde mediados de agosto ya comenzaron en Cataluña a moverse los hilos que pretenden llevar a término el referéndum sobre la independencia previsto para el 1 de octubre. Luego vinieron los terribles atentados islamistas y, más adelante, la manifestación del sábado 26, que pretendía ser una cita de condena de la violencia fanática y de apoyo a las víctimas y se convirtió en un grotesco espectáculo donde los sectores secesionistas exhibieron ante todo el mundo que sólo les importa su proyecto y que no van a perder ninguna oportunidad para fortalecerlo, ni siquiera por respeto a la sangre de los inocentes.
El otoño político comenzará con una comparecencia anecdótica en el Congreso. Mariano Rajoy volverá a dejar de explicar ante el pleno lo que tantas veces ha dejado de explicar. Nada de lo que el presidente diga ya sobre la Gürtel va a cambiar el destino de este país y sin embargo hay algo relacionado con esta cita que ha provocado alarma en el PP. Si Rajoy está obligado a comparecer para someterse a una ceremonia de escarnio es porque el PNV ha votado junto al PSOE, Unidos Podemos, el PdeCat y ERC a favor de que lo hiciera.
La vuelta de Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE y su propuesta de un nuevo partido socialista parecen haber tenido un efecto positivo para el principal partido de la oposición que, si ahora se celebraran elecciones generales, obtendría el 24,9% de los votos, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado este viernes.
Un 10 de julio de 1997, el concejal del PP en la localidad vasca de Ermua, Miguel Ángel Blanco, de 29 años, fue secuestrado por ETA y asesinado 48 horas después.
El movimiento del presidente de Francia Emmanuel Macron ha logrado este domingo un importante paso para hacerse con la mayoría absoluta, al ganar la primera vuelta de la elecciones legislativas.
Cristina Cifuentes, actual presidenta de la Comunidad de Madrid ha comparecido ante la comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades descritas en el informe de la UCO de la Guardia Civil en cuanto a la adjudicación del contrato de la cafetería de la Cámara al Grupo Arturo Cantoblanco cuando ella ocupaba el puesto de vicepresidenta de la Cámara y era parte del comité de expertos que valoraba los contratos.
No es fácil, incluso en las liturgias líquidas de la política, contemplar un abismo entre las palabras y la realidad equiparable a la intervención de Puigdemont dando un ultimátum con el referéndum bajo el título de ‘Invitación a un acuerdo’. Claro que no se trata de algo excepcional. La ruptura aceptada entre discurso y realidad es uno de los signos de la época. Los populismos han invadido los campos semánticos para apropiarse de ‘la gente’, pero no es privativo de ellos; estos días se ha visto a los socialistas estrangularse con el orgullo y la dignidad, y al PP apelar a sus fetiches de la seriedad y estabilidad para abordar la corrupción. Pero el secesionismo supera todo eso. En sus delirios retóricos han llegado a identificarse como apartheid, como si la riquísima sociedad abierta de Cataluña fuera el Soweto de los años de plomo. Cuando las palabras se desconectan de la realidad, comienza una realidad paralela.
Puede parecer una trivial, pero la política es una de esas cosas que se hace con palabras. Con ellas el político puede hilvanar razonamientos persuasivos o lanzar conjuros. Porque existe una política basada en razones y otra en el hechizo que provocan ciertos nombres. Nada se consigue a base únicamente de la segunda, salvo el poder, que no es poco, y es quizá por ello la vía preferida. Esto lo saben sobre todo los nuevos teóricos del viejo populismo: quien se apodera de un significante sagrado, no tanto vacío como equívoco, tiene la partida ganada. Nomina numina. Los nombres son dioses –algunos, demonios– y conviene saber movilizarlos para tu causa.
Lo que les gusta olvidar a los analistas de la catástrofe es que la alternativa a Pedro Sánchez eran Susana Díaz o Patxi López. Y ese no es un problema de la socialdemocracia, sino del Partido Socialista Obrero Español.
La elección de Pedro Sánchez como líder del PSOE no deja más opción que montar un nuevo partido de centro-izquierda. Diría lo mismo si las primarias primorosas las hubiera ganado la señora de Andalucía. En este proceso sonrojante de primarias queda claro que falta un nuevo partido de centro-izquierda. Un partido que haga de la nobleza virtud. Del día a día una razón de ser. Un partido que sea representante de los hombres y mujeres que se levantan al amanecer para asegurar el pan a sus hijos.
El Centro Nacional de Seguridad de Gran Bretaña (NSCS), perteneciente a la agencia de espionaje GCHQ, ha instado este fin de semana a los partidos políticos a que se protejan frente a posibles ataques cibernéticos, alegando que piratas informáticos rusos trataron de influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del año pasado.
Todos sabemos que el Congreso del Partido Popular ha sido previsible y aburrido. Las ideas y las ideologías han brillado por su ausencia. No ha habido el menor esfuerzo por construir un marco de referencias culturales que dé sentido a la acción de gobierno. El PP –colmo de la abyección- ha asumido de una vez por todas su condición socialdemócrata. La vocación liberal-conservadora ha sido traicionada.
“Yo no quería hacer propaganda de Hitler, y si cuento esto sé que se la voy a hacer. Pero como quiero cumplir mis deberes de informador imparcial, no tengo más remedio que contarlo”. Así empezaba Chaves Nogales su crónica titulada “¿Por qué son nazis las mujeres?”. “Uno de los más fuertes apoyos de Hitler son las mujeres, a las que precisamente Hitler ha metido en la cocina de un manotazo. «Se acabaron los derechos políticos de las mujeres -dijo el Führer-; no tienen nada que hacer en política; el nacionalsocialismo donde necesita a las mujeres es en el fogón o criando a los hijos». Y apenas había dicho esto, las mujeres, en las primeras elecciones que hubo, se fueron como corderitas a votar a Hitler. Ellas han sido las que le han dado su gran triunfo electoral”. Y tras preguntarse el porqué de tan sumisa actitud, sigue explicando: “Es, sencillamente, que Hitler, al mandarlas al fogón, les ofrece eso, el fogón; nada menos que el fogón. Quizá a muchas de mis lectoras se les habrá olvidado la importancia que esto tiene. Pero piensen que todas las andanzas sociales y políticas de la mujer alemana tienen esta única y exclusiva causa: que no había fogones, que no había hogares, que no había casas, que no había hombres”.
El pasado sábado, 28 de enero, Pedro Sánchez se dispuso a tomar el cauce de unas aguas, tras el impulso de la tormenta de Ferraz, en apariencia calmadas. Fue en Dos Hermanas, pueblo de la provincia de Sevilla. Como si de un antiguo rey castellano se tratara, pero a la inversa, Sánchez bajó del norte con intención de conquistar, de reconquistar, el epicentro del socialismo en España, que es andaluz, acaso federal, aunque resida en Madrid por utilidad para la burocracia. En contra de lo que todos apuestan, simpatizantes, militantes y adeptos, hubo apoyo interno -tímido también, sí- en el mitin de Pedro, un aliento que encuentra sus puntos fuertes en el histórico Toscano –alcalde de teoría y cacique de prácticas, en su municipio, se entiende- y Pérez Tapias, ejemplo de un PSOE más inclinado al pensamiento y a la ideología, al tratado y a la filosofía, que al pragmatismo y al eslogan, valores en boga tanto en la sociedad de hoy como en la principal rival de esta facción sanchista, al menos en los titulares y ecos del periodismo, Susana Díaz.
Me he sentado a escribir sobre José María Aznar cuando ha llegado la noticia de la muerte de Paloma Chamorro, nuestra benefactora de ‘La Edad de Oro’. Y me he acordado de lo que contó hace poco Jesús Quintero sobre la primera entrevista que le hizo a Aznar a principios de los noventa. Quintero le había indicado al cámara que mantuviese un primer plano del entrevistado, y nada más comenzar le espetó: “¿Usted ha sido punki?”. No sé qué se trasluciría en su rostro, pero el futuro presidente pensaría sin duda en mazmorras para el entrevistador…
En la entrevista publicada el pasado domingo 22 de enero, el Papa Francisco dijo: “Y, evidentemente, hoy día Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate del liberalismo económico, de ese que yo condeno en Evangelii gaudium cuando digo que esta economía mata. Mata de hambre, mata de falta de cultura.” Nada menos evidente y más lejos de la verdad.
En España la factura es a lo sumo un gesto incómodo. Y cuando vienen a arreglarle a uno la persiana de su casa le preguntan por delante si va a querer factura. Por el tema de Montoro y el veintiuno por ciento.
«Estamos absolutamente de acuerdo en que no podemos dividirnos», añadió la canciller alemana. La primera ministra británica, Theresa May, tiene previsto comunicar oficialmente antes de finales de marzo el deseo de los británicos de abandonar el bloque en cumplimiento del resultado del referéndum celebrado en junio, dando paso a unas negociaciones de desconexión con la UE de hasta dos años de duración, que se anuncian complicadas.
El llamamiento a la unidad hecho por Merkel llega después de que el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de la UE, subrayara la necesidad de que los 27 tengan una «misma posición» sobre el Brexit para descartar, así, que Londres pueda apoyarse en posibles divisiones para conseguir concesiones. A pesar de su marcha, Reino Unido ha mostrado su voluntad de continuar en el mercado único europeo, pero sin respetar uno de sus principios fundamentales: la libertad de circulación de trabajadores. Una opción a la que Bruselas se niega.
Si, como dice Manuel Arias en su reciente La democracia sentimental (Página Indómita, 2016), las ideologías son “atajos cognitivos” que simplifican y empaquetan una realidad cuya complejidad lo exige para que podamos asimilarla y lidiar con ella, lo primero que ha de hacer un partido político al representarlas es cumplir ese mandato básico: no añadir bruma y ruido a lo que ya de por sí nos desborda cada día. El PSOE, más que un “atajo cognitivo”, ha sido este año una “distracción decepcionante”. No ha sido ningún faro contra la incertidumbre, sino la incertidumbre misma.
Sería conveniente que el PP, el PSOE y Ciudadanos formalizaran una gran coalición gubernamental, pero no tanto como que el PSOE se afiance en la sensatez que, de manera un tanto inopinada, trajo la gestora presidida por Javier Fernández. Dicho de otro modo: antes que un Gobierno de concentración (fórmula que, siquiera de modo subrepticio, parece funcionar en la práctica) urge en España un PSOE de concentración, entendiendo por tal un partido socialdemócrata clásico, con ambición de poder y dotado de un proyecto nacional. En este sentido, que el pasado 27 de diciembre 70 cargos intermedios animaran a Pedro Sánchez a pelear por el liderazgo del partido no puede ser sino una pésima noticia, como lo fue la candidatura soterrada de Paxi López o lo ha sido estos días el intento de rehabilitación del principal responsable de la deriva sectaria del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, por cierto, va jactándose de ser un damnificado del sanchismo cuando fue el sanchismo el que, durante la campaña del 26-J, reivindicó su legado. Por lo demás, tampoco resulta muy halagüeño que Fernández obtenga mejor nota entre los votantes del PP que entre sus votantes, en lo que aparenta un indicio de que el populismo también ha prendido en las bases. O que, como me decía un amigo a propósito de la intervención en el acto de Libres e Iguales ‘Por el pacto español’ de Nicolás Redondo Terreros, Joaquín Leguina y Enrique Múgica: «En el fondo, presentarlos como socialistas tiene algo de ficción».
El 13 de enero de 2016 comenzó la XI Legislatura, la más breve de la democracia pero también una de las más intensas que se recuerdan. Por primera vez, el Parlamento y el Gobierno se enzarzaron en un conflicto de competencias que acabó en el Tribunal Constitucional sobre si el Congreso podía o no someter a control a un gobierno en funciones. Mientras se resolvía el conflicto, el rey Felipe VI, que se estrenaba la ronda de contactos con los partidos que habían obtenido representación parlamentaria, se encontró con que Mariano Rajoy, al que propuso para que se sometiera a la investidura, «declinó» porque dijo no contar con los apoyos suficientes. Algo que no había pasado hasta entonces.
El rey se lo propuso entonces a Pedro Sánchez, líder del PSOE, el segundo partido más votado. Sánchez aceptó y comenzó una intensa ronda de negociaciones con Podemos y Ciudadanos. Los primeros se descolgaron en el último momento, y Sánchez se sometió el 2 de marzo a una investidura que de antemano sabía perdida, pues sólo contó con el apoyo de los diputados socialistas, los de Ciudadanos y uno de Coalición Canaria. Comenzó a correr el tiempo de dos meses que establece la Constitución para disolver las cámaras en caso de que nadie hubiera sido investido. Los unos culpaban a los otros, los otros a los unos por la situación creada, mientras Rajoy optó por quedarse al margen de las batallas. Así fue como el 3 de mayo se disolvieron las Cortes y se convocaron elecciones generales. Una situación de nuevo sin precedentes, pues era la primera vez que los ciudadanos tenían que acudir a las urnas en un plazo de seis meses para decidir quién debía gobernar el país. El domingo 26 de junio los españoles votaron y lo hicieron de forma muy parecida a diciembre. Volvió a ganar el PP de Rajoy con la diferencia de que mejoró sus resultados con 137 diputados, pero lejos de los 176 para la mayoría absoluta. El PSOE perdió cinco escaños mientras Podemos subió dos y Ciudadanos se dio el batacazo al perder 8. El resto de los partidos minoritarios se mantuvieron más o menos igual.
La XII Legislatura comenzó en julio y la amenaza de unas terceras elecciones aumentó ante la falta de acuerdos. Sánchez se negó a facilitar la investidura de Rajoy, provocando una crisis sin precedentes en el PSOE. El líder del PP esta vez decidió dar un paso al frente, negoció con Ciudadanos un pacto de investidura y al rey le dijo que sí, que se sometería a la votación. Confiaba en que se impusiera la cordura en el PSOE pero se impusieron las tesis del «No es no» de Sánchez. Sin la abstención de los socialistas era imposible que Rajoy fuera investido y el 31 de agosto en la primera votación y el 2 de septiembre en la segunda, perdió. De nada sirvió el acuerdo firmado el 28 de agosto entre PP y Ciudadanos. Los partidos de izquierdas junto con los independentistas catalanes, vascos y valencianos intentaron superar sus diferencias para formar un «gobierno Frankentein», como acuñó el PP a esta amalgama de siglas que finalmente no prosperó porque una parte del PSOE se negó.
Esa misma parte del PSOE decidió que había llegado el momento de facilitar la investidura de Rajoy, absteniéndose. Así fue como el 29 de octubre de 2016, tras más de 300 días con un gobierno en funciones, el candidato del PP Mariano Rajoy fue investido por el Congreso de los Diputados presidente del Gobierno en la segunda votación. El líder popular tomó posesión de su cargo a primeros de noviembre y formó un Gobierno en minoría que puso fin a más de 300 días con España en funciones y que durará lo que el propio Rajoy quiera que dure, pues es potestad del presidente del Gobierno disolver las Cortes y convocar elecciones generales cuando quiera.
En enero de 2016, después de años de complicada instrucción del caso Nóos dirigida por el juez José Castro, en la que no faltaron duras críticas contra su persona por haber procesado, nada más y nada menos, que a una hija y hermana de reyes, y con una fiscalía que actuó más como abogado defensor de la real imputada, se abrió finalmente juicio oral contra ella y el resto de los implicados. Frente a las presiones para evitar que la hermana del rey Felipe VI se sentara en el banquillo, la imagen finalmente se produjo y fue portada de los telediarios y periódicos de medio mundo. Está acusada de presunta cooperadora de dos delitos contra la Hacienda Pública por defraudar al fisco en los ejercicios 2007 y 2008. «Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar más este país», dicen que comentó en un momento del juicio, según han reproducido varios medios nacionales. Y es que la infanta vive desde hace unos años en Suiza con su familia. Su marido Iñaki Urdangarín, ex jugador de balonmano metido a empresario, y su socio Diego Torres, son los principales encausados. El ex Duque de Palma está acusado de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad y blanqueo de capitales. La Fiscalía pide para él 19,5 años de cárcel. Se esperaba que la sentencia se conociera a finales de este año, pero la complejidad del caso está retrasando la decisión del Tribunal, quizá porque no debe de ser fácil enviar a la cárcel al cuñado del rey.
Si la imagen de una infanta de España en el banquillo acaparó portadas, la del ex vicepresidente y ministro de Economía en los Gobiernos de José María Aznar, además de ex gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, declarando ante un tribunal fue un bombazo mediático. Un año antes, su detención por presunto fraude en el uso de las tarjetas black de Bankia, entidad que también presidió, fue devastadora y supuso el principio del fin de quien en su día fue una de las personas más influyentes del país. A partir de ese momento, las informaciones sobre fraude fiscal, uso de testaferros y actuaciones delictivas le han acompañado. Declaró el pasado mes de octubre en el juicio y el fiscal pide para él cuatro años y cinco meses de cárcel por el uso fraudulento de tarjetas opacas para Hacienda, con las que él y otros 64 directivos de Caja Madrid, primero, y Bankia, después, gastaron más de 12 millones de euros. La sentencia se espera para 2017.
El 4 de octubre comenzó el más esperado de los juicios, el del caso Gürtel, después de más de siete años de instrucción. Un total de 37 acusados que suman 740 años de cárcel, implicados presuntamente en la trama dirigida por Francisco Correa en la que, según la acusación, se amañaron contratos por valor de 353,6 millones de euros en la Comunidad de Madrid, Gobierno de Castilla y León, ayuntamientos de Madrid, Pozuelo, Boadilla, Majadahonda y Arganda del Rey, los consistorios andaluces de Estepona y Jerez, y AENA (el operador aéreo que depende de Fomento). Uno de los mayores escándalos de corrupción sobre el que planea la sospecha y una investigación abierta de presunta financiación ilegal del Partido Popular, con el ex tesorero Luis Bárcenas a la cabeza. En el juicio, Correa aseguró que la sede nacional del PP en la madrileña calle de Génova era «como mi casa», «pasaba más tiempo en la sede del PP que en mi despacho». Demoledor. Además, entre los procesados están Álvaro Perez, alias ‘el Bigotes’, y supuesto conseguidor en la pieza abierta relativa a la presunta trama de corrupción del PP en Valencia. La ex ministra de Sanidad, Ana Mato, procesada como partícipe a título lucrativo por los presuntos delitos que cometió su ex marido, Jesús Sepúlveda, ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, o Pablo Crespo, supuesto número 2 de la trama Gürtel, y ex dirigente del PP en Galicia, son algunos de los encausados en un juicio que sigue su curso.
En 2017 estos tres casos de corrupción seguirán siendo noticia porque, una cosa está clara, las sentencias que se dicten no pasarán inadvertidas para nadie.
A las puertas de la Navidad hay que dimitir siempre de algo. Los hay que dimiten del turrón en aras de la operación bikini y también los hay que se privan de algún cargo porque con cumplir con toda la familia en Navidad ya es bastante. Que Aznar deje la presidencia de honor del PP es de esas decisiones que uno no sabría si llevar en la sección de rumores o mandarla a las páginas del corazón directamente. Aznar es un rumor en sí mismo. Un eco que queda en la sede de Génova cuando paran los de las piquetas que reformaron la sede del PP. El PP le ha roto el corazón tantas veces a Aznar últimamente que ya no se presume reconciliación.
“El poder desgasta a quien no lo tiene”. La frase de Talleyrand, que Andreotti popularizó antes de que Coppola la parafraseara en la trilogía de El Padrino, adquiere relevancia en el actual escenario político español. Ciudadanos decidió investir presidente a Rajoy con condiciones programáticas pero manteniéndose en la pertinaz oposición. En uno de los mejores discursos que le he escuchado Albert Rivera justificó el donde dije digo… apelando a una convincente y valiente responsabilidad de estado; esa de la que carecen tanto los hórridos populistas como el nacionalismo desleal (valgan las redundancias). C’s ha ensayado la estrategia del apoyo condicionado y centrífugo a nivel autonómico. Parece ser que la experiencia ha funcionado razonablemente.
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