Los taxistas han parado Madrid y Barcelona en protesta contra el incumplimiento de las cifras de licencias de VTC. La normativa dice que debe haber una proporción de una VTC por cada 30 taxis, pero las cifras dicen que estamos en una VTC por cada siete.
La huelga fue unánime, sin duda. Fue la primera huelga feminista de la historia.
Pocas veces como este 8 de marzo ha aflorado a la superficie esta brecha que existe entre los medios de comunicación y los ciudadanos de a pie a la hora de contar la realidad. A las 7:15h de la mañana la línea 1 del metro, la que cruza Madrid desde los barrios humildes del sur, estaba llena de mujeres que iban a trabajar. Para ellas era un día normal. Horas más tarde, en la plaza del Callao de Madrid, muchas periodistas decidían hacer un parón para reivindicar el Día de la Mujer. Algunas optaban por hacer huelga de 24 horas.
“Esto no puede seguir así”, ha dicho Florencio Almeida, portavoz de la asociación portuguesa de los taxis. “Esto” es que hay una tecnología que hace que su negocio sea obsoleto, como los conductores de rickshaw, esos carritos chinos de tracción humana, frente a la moto que circula por las calles de aquél país en ruidosas riadas.
Cuando se confunde lo esencial, cualquier disparate parece lógico y la negación de lo evidente constituye la sustancia de los nuevos dogmas irracionales.
Casi siempre se comprende mejor una mirada que una larga explicación con las palabras, que confunden, y que pueden estar repletas de falsedad. Las miradas no. En ellas no cabe la impostura.
¿La NASA acaba de sacar un médico robot? Qué anticuados. En la seguridad social los llevamos usando desde hace años gracias a los recortes y la privatización. ¿No os da la sensación de que el médico ni os mira cuando entráis en la consulta?
Los políticos han conseguido lo que el Atlético de Madrid en el año 2000: bajarnos a segunda división. España ya no es un país primermundista. España es un país a la deriva.
O de hilo de seda; sea lo que sea, el delincuente de hoy ya no usa pasamontañas, usa corbata. El delincuente de hoy no te roba con pistola, lo hace con concesiones. El delincuente de hoy te manda a la policía a que te detenga a ti.