«El ‘spanglish’ tiene el mismo interés que las charadas, los juegos de palabras, los monstruos de feria, o la Biblia en verso».
«Ser académico hoy ya no es aquello que dijo Umbral de un señor que al morir se convierte en sillón. Ser académico, desde el lunes, es ser revolucionario»
Así que no, señora ministra, el lenguaje no puede ser inclusivo. Cúrrese usted un sistema educativo que destierre la lacra del machismo de esta sociedad que habitamos, y verá que rápido registran el cambio los señores académicos.
Benito Pérez Galdós, “El Garbancero” para sus enemigos debido a su prosa descuidada, recuerda el incidente del “sombrerazo” que protagonizó Cánovas del Castillo en una de las primeras Cortes de la Restauración. En diciembre de 1879, el político malagueño decidió abandonar el hemiciclo ante los rumores de cesarismo y las quejas por preferir el Senado a las Cortes.
Algunas están por novedosas, pero el criterio de inclusión no tiene que ver con que la Academia les haya abierto las puertas (admisión, ay, que tantas veces supone un fin de trayecto), sino con su timbre de almanaque o, si se quiere, su vigencia periodística.
Le entró el canguelo a la señora Forcadell, que preside con mano dura con los discrepantes el parlamento catalán, pero que ante loas ropones ha actuado blandiblú, ha acatado de modo expreso el artículo 155 y ha dicho que la declaración de independencia proclamada el 27 de octubre tuvo carácter “declarativo y simbólico”.
adj. cult. Dicho de una persona o de una cosa: Que tiene un nombre con el que se pasa a denominar un pueblo, una ciudad, una enfermedad, etc.
Seguramente el debate en torno al idos/iros es una pérdida de tiempo.
Pero qué no lo es, si al final siempre está la muerte.
Y ahora que ya he levantado el ánimo del lector, sigo con el asunto.
El fondo del debate no es si hay que aceptar «iros» o seguir usando «idos», si es que realmente se usaba. Tampoco la utilidad de la Academia.
El fondo, creo, es si una institución puede ser al mismo tiempo prescriptiva y descriptiva.
Se decía estos días que la RAE lo que hace es reflejar cómo cambia el uso de la lengua y adaptarse a esos cambios. Me parece bien.
Pero también había quienes decían que lo que debe hacer la RAE es prescribir cuáles son los usos correctos de la lengua. También me parece bien.
Lo que no se puede decir, creo, es que la RAE debe ser las dos cosas a la vez. Porque no puede serlo.
Se ve que el gato de la foto es muy bonito, lo digo porque es uno de los 200 felinos seleccionados para participar en un concurso internacional de belleza. Este gato es el más bonito del mundo y no se hable más.