
Escenas matritenses
No hay presencia más avasalladora que la de los maestros. Por eso yo alterno la lectura de los míos con etapas de sana ventilación, oreando lo leído. De lo contrario, esa mano amiga sobre el hombro correría el riesgo de convertirse en una chepa intumescente. Frecuentarlos con cautela y la debida distancia es prescripción ineludible de esa tentativa, tan vieja como el mundo, que consiste en matar al padre. De esto, y de otras muchas cosas, va Un episodio nacional (Espasa), el último libro de Carlos Mayoral (Villaviciosa de Odón, 1986).