«Mi voluntad es que la legislatura sea larga y fructífera. No quiero adelantar las elecciones, como no quería repetir las elecciones ni convocar unas terceras. No quiero adelantar porque lo mejor es la estabilidad», ha dicho el jefe del Ejecutivo. La mano tendida al diálogo con Cataluña y los partidos de la oposición tiene, no obstante, varios límites que deberían ser intocables, ya que según sus palabras «hay cosas que sería un enorme error jugar con ellas o cambiarlas porque sí». Sobre este asunto ha matizado que una reforma de la Constitución «no va a resolver el problema» con Cataluña.
El dirigente popular ha pedido también que la sociedad española continúe en la senda de la moderación y la responsabilidad, huyendo de la «radicalidad» y los «fanatismos». La cooperación de todos los grupos políticos permitiría, ha subrayado, «pasar de un bloqueo histórico a una colaboración histórica». Con respecto a este tema, Rajoy ha valorado la aprobación con el PSOE de la ley de estabilidad presupuestaria y del techo de gasto de las administraciones públicas para 2017.
El presidente del Gobierno ha hecho durante su intervención un balance positivo de la evolución económica, dejando la puerta abierta a pequeños retoques sin llegar a la derogación completa de las reformas que puso en marcha en la anterior legislatura. El objetivo para el año que entra, ha manifestado, es alcanzar pactos en materias como la educación, la justicia, la violencia de género, la calidad democrática, la situación de Europa tras el Brexit y la financiación autonómica.