La represión de la marcha opositora en Venezuela ya tiene sus primeros heridos, entre los que se encuentra el diputado José Manuel Olivares, alcanzado por una bomba lacrimógena en la cabeza durante una marcha
Cientos de venezolanos han marchado en la madrugada del viernes al sábado con velas y flores en Caracas, donde han iniciado una vigilia en memoria de los muertos en las protestas contra el presidente Nicolás Maduro.
La ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha acusado este lunes de «injerencia» la petición del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, de buscar «una solución pactada» a la crisis del país caribeño que pase por unas elecciones.
Miles de opositores al Gobierno venezolano se han manifestado este lunes con un «plantón» en las calles de varias ciudades del país, en una nueva jornada de protestas que ha transcurrido pacíficamente en Caracas pero que ha registrado dos muertos en los estados occidentales de Mérida y Barinas, lo que aumenta a 24 las víctimas fatales en las últimas manifestaciones de Venezuela.
Las manifestaciones antigubernamentales que se registraron este miércoles se han saldado con 521 detenidos en toda Venezuela, según Gonzalo Himiob, director de la ONG Foro Penal Venezolano. Esta marcha multitudinaria coincidió con el Día de la Declaración de la Independencia y aglutinó a miles de venezolanos en las calles de todo el país en una protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Las calles de Venezuela están tomadas por manifestantes. La dirigencia opositora, al convocarla, la denominó como “la madre de todas las marchas”. El 19 de abril, Día de la Declaración de la Independencia, una avalancha de personas se ha lanzado a las calles de Caracas a manifestarse y protestar contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Los Gobiernos de once países de América Latina han rechazado este lunes la muerte de seis personas en las protestas que han sacudido Venezuela en los últimos días y han pedido evitar «cualquier acción de violencia» en la jornada de manifestaciones convocada para este miércoles, ha informado la Cancillería colombiana.
Los seguidores del Gobierno y la oposición venezolana prometieron tomar «de punta a punta» Caracas el próximo miércoles, con sendas movilizaciones que elevan la tensión política tras las protestas opositoras que comenzaron hace dos semanas y han dejado cinco muertos y 117 detenidos.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan y la oposición han celebrado este sábado sus últimos mítines para convencer a los electores indecisos, en la víspera de un referéndum crucial para ampliar los poderes presidenciales.
Dos dirigentes juveniles del partido opositor venezolano Primero Justicia fueron detenidos por las autoridades, acusados de estar involucrados en «actos terroristas y atentados contra la paz del país», informó el ministro del Interior.
La oposición venezolana ha continuado este lunes las protestas saliendo a las calles de Caracas para respaldar al Parlamento, de mayoría opositora, en su demanda de elecciones y en la remoción de los magistrados del Supremo, pese a los choques con la policía que en los últimos días ha impedido su paso al centro de la capital.
Este jueves miles de opositores han salido a la principal autopista de Caracas, la Francisco Fajardo, acudiendo al llamado de los dirigentes antichavistas para apoyar las acciones que la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) ha emprendido este miércoles para remover a siete magistrados del Supremo a los que acusan de dar un «golpe de Estado».
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, ha declarado este martes que más de 50 personas resultaron heridas por la represión de una movilización en apoyo a una sesión que debatiría la remoción de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por aprobar una sentencia inconstitucional que anulaba las atribuciones del poder Legislativo.
La Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela (GNB, policía militar) disolvió este martes con gases lacrimógenos y perdigones una manifestación de decenas de opositores que intentaban marchar hacia el Parlamento en apoyo a la destitución de los magistrados del Supremo, según constató Efe.
En los lugares públicos no podrás hablar tu lengua. Está prohibido. Y si reclamas por lo que consideras una injusticia, cerrarán las escuelas de tu pueblo, reprimirán todo tipo de manifestación o reclamo en la calle, y te dejarán sin conexión a Internet. Esta es la realidad de la minoría de habla inglesa en Camerún. Sus 22 millones de habitantes hablan multitud de lenguas, aunque las dos oficiales son el inglés y el francés.
«El 10 de enero, en un contexto de creciente criminalización de la protesta y particularmente de estigmatización del pueblo mapuche, alrededor de 200 policías realizaron un operativo cerrojo y clausuraron todos los accesos a las tierras en las que permanece establecida la comunidad Cushamen», detalló Amnistía Internacional (AI) en un comunicado. Tres miembros de la comunidad mapuche fueron arrestados en el operativo, según el juez, porque se resistieron violentamente a la medida. La «comunidad mapuche de Cushamen, en marzo de 2015, decidió volver y recuperar su territorio ancestral en donde hoy está la estancia Leleque de la compañía multinacional Benetton, que tiene cerca de un millón de hectáreas en la Patagonia Argentina», recordó AI.
Según la organización de derechos humanos, el desalojo de los manifestantes fue ordenado por el juez federal Guido Otranto, pero según explicó el magistrado, se limitó a permitir la libre circulación del ferrocarril turístico La Trochita, que pasa por el lugar. «La medida no está destinada a hacer cesar la ocupación que está realizando en el lugar desde marzo de 2015 el Lof (clan familiar) en Resistencia del Departamento Cushamen, cuyo eventual carácter delictivo y las responsabilidades penales que correspondan son materia de investigación y decisión de las autoridades judiciales provinciales», dijo el juez en un comunicado que publicó la prensa local. Desde hace una década la comunidad mapuche mantiene una disputa con el empresario italiano Luciano Benetton por el presunto delito de usurpación de tierras en Chubut.
En una intervención ante representantes locales en Ankara, Erdogan despachó las críticas sobre los planes para que Turquía prolongue el estado de emergencia, diciendo que nadie debería establecer un «calendario o mapa de ruta» para el país. «Hay que esperar, ser pacientes. Incluso 12 meses podrían no ser suficientes», dijo. El Consejo de Ministros debe aún aprobar la medida, pero no se espera que contradiga los deseo de Erdogan. La oposición turca ha expresado sus crecientes preocupaciones por la situación, instando a poner fin al estado de emergencia y recuperar el gobierno parlamentario.