«Del mundo del boxeo surgió la expresión ‘Go the Distance’: aguantar los asaltos, permanecer en pie hasta que suene la campana. Este es el momento»
Sesión Solemne de Apertura de la XIV Legislatura: «El aplauso global de entrada al Rey fue analizado casi en términos de compás: palmas sordas por Montero, palmas al desdén por Garzón, palmanadas por Castells, palmas institucionales por Iglesias»
La nación mexicana no se liberó de la colonización española, sino que surgió de ella
Ninguno de los cuentos de navidad que he escrito por encargo sucedía en realidad en navidad, siempre he hecho un poco de trampas. Me gusta la nochevieja, la noche de reyes, pero la navidad me resulta profundamente antipática.
Mi postura sobre si incorporar nuevas celebraciones a nuestro calendario apenas ha cambiado desde que tomé una temprana decisión al respecto, allá por mis seis años de edad, ante la entonces palpitante polémica de si instaurar en España los regalos de Papá Noel junto a los más tradicionales de Reyes. Sí, soy partidario de introducir festividades novedosas (¡y sus regalos!), que bastantes afanes acarrea la vida del hombre sobre la tierra y demasiados contados están sus días como para privarlos de uno u otro dulzor. Por tanto, y aunque este artículo puede reputarse como una cierta crítica de Halloween, avanzo ya que mi argumento contra esta fiesta no será misoneísta: tiendo a contemplar las cosas nuevas con simpatía y esta se acrecienta si son festivas.
No es un mal ejercicio pedagógico en este asueto sofocante recuperar la serie-documental La Transición de la periodista Victoria Prego.
Christopher Hitchens, gruñón-in chief del liberalismo, decía que la Navidad es lo más cercano a vivir en la “atmósfera de un Estado de partido único”. “Como en las repúblicas bananeras, lo terrible y siniestro es que la propaganda oficial es ineludible
En Navidad, de un tiempo a esta parte, uno siente nostalgia de la Navidad. O sea, de la Navidad tal como era antes o como uno la recuerda: breve, concentrada, sintética. Su modesta estructura se componía de una semana preparatoria y una quincena de ejecución: desde las vísperas de la lotería hasta la comida de Reyes.
Si, como dice Manuel Arias en su reciente La democracia sentimental (Página Indómita, 2016), las ideologías son “atajos cognitivos” que simplifican y empaquetan una realidad cuya complejidad lo exige para que podamos asimilarla y lidiar con ella, lo primero que ha de hacer un partido político al representarlas es cumplir ese mandato básico: no añadir bruma y ruido a lo que ya de por sí nos desborda cada día. El PSOE, más que un “atajo cognitivo”, ha sido este año una “distracción decepcionante”. No ha sido ningún faro contra la incertidumbre, sino la incertidumbre misma.