Por sexto año consecutivo, la puja ganadora fue realizada por el presidente de la cadena de restaurantes Sushizanmai, Kiyoshi Kimura, quien ya ostenta el récord histórico respecto a la puja más elevada desde 2013. En dicha subasta, el empresario pagó el doble (1,27 millones de euros) por otro ejemplar de atún rojo. A pesar de lo elevado de su desembolso, Kiyoshi Kimura considera que tal atrevimiento le sale mucho más rentable que realizar una campaña publicitaria, consiguiendo atención mediática para atraer nuevos clientes a su cadena de restaurantes. Por otro lado, la subasta ha tenido lugar en medio de las críticas por la sobrepesca. La población del atún rojo se ha desplomado un 97% desde sus máximos históricos, lo que podría llevar a controles y restricciones sobre la pesca en un futuro.