
Estas son las “chorradas” por las que haré huelga, señora Cifuentes
Es domingo, todavía, mientras escribo esto. Esta mañana bajé a la calle en pijama y abrigo -ejecutando el sueño ese de parecer cívica aun sin ropa interior-, me pedí un café para llevar, compré tabaco y me senté en un banco con la boca abierta al sol, como las abuelas disfrutonas.