Realizan la «primera» operación en Europa de reconstrucción del nervio frénico en tetraplejia
La VM a través de una traqueotomía es la terapia «estándar» para pacientes con tetraplejia
La VM a través de una traqueotomía es la terapia «estándar» para pacientes con tetraplejia
El cirujano Pedro Cavadas ha operado de la columna y la pelvis a Willmar Arias, un joven guatemalteco de 28 años que quedó tetrapléjico a los 9 años tras una grave lesión por arma de fuego y que, según el propio médico, estaba «partido en dos». Cavadas ha sometido al paciente a dos intervenciones para reconstruir la separación completa de la columna y la pelvis, lo que le permite ahora sentarse sin sentir dolor.
Un estadounidense que quedó tetrapléjico hace 10 años en un accidente de bicicleta puede volver a usar su brazo y su mano derecha para beber y comer gracias a una nueva neuroprótesis considerada como una «primicia» médica por los investigadores.
Los científicos usaron una técnica conocida como microestimulación intracortical, efectuada a través de dos minúsculas placas con 32 electrodos cada una en el córtex somatosensorial primario del cerebro. El proceso activa las neuronas de un área específica, previamente identificadas como las que controlan el tacto de una parte determinada del cuerpo. En el caso de Nathan, se detectaron las neuronas encargadas del tacto de los dedos de su mano derecha y se fueron probando distintas descargas eléctricas para averiguar cuáles se activaban. En paralelo se conectaban los electrodos a un brazo robótico y a un interfaz cerebro-ordenador. Cuando los investigadores tocaban los dedos robóticos, Nathan sentía que estaban tocando su dedo índice. «Algunas veces noto como una corriente y otras una presión», ha señalado.
A sus 64 años, el pasado 2 de mayo, el matador perdió su suerte en una plaza de Durango. En el segundo toro, sufrió una embestida que le hizo caer de cabeza contra el albero. Ahí quedó clavado su destino. Tras esta situación, «irreversibles y sin curación posible”, según confesaba el director del Hospital Civil de Guadalajara, Francisco Martín Preciado Figueroa, el diestro pedía a médicos y familiares que le dejasen morir.
A sus 64 años, el pasado 2 de mayo, el matador perdió su suerte en una plaza de Durango. En el segundo toro, sufrió una embestida que le hizo caer de cabeza contra el albero. Ahí quedó clavado su destino. “Las lesiones son irreversibles, no hay curación posible”, sentencia el director del Hospital Civil de Guadalajara, Francisco Martín Preciado Figueroa. Los médicos han decidido evitar cualquier obstinación terapéutica. Su vida pende de un hilo. «Es muy posible que sobrevengan situaciones que se ajusten a su voluntad», señala Francisco Martín tras la última voluntad del torero: morir.
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