Hemos explotado los océanos bajo todo tipo de pretexto: no solo alimenticios, sino también estéticos. Esta cultura se ha extendido a lo largo de los siglos y en lugares como la costa del Atlántico Norte se decía que había tantos peces que se podía cruzar el océano sobre sus espaldas. Así, solo en Reino Unido, por ejemplo, se capturaban 1,2 millones de toneladas de pescado en 1913. Necesariamente, este nivel ha tenido que descender. Ahora, en el mismo país, se capturan cerca de 0,4 millones de toneladas anuales.