«Porque si hay un trabajo excesivo que hastía, no puede decirse menos de un ocio igual de compulsivo que no lleva a ninguna parte, más que a la insatisfacción por la falta de sentido y propósito»
«Debo también, en esas ocasiones en las que accedo y acepto la invitación, recodar lo que es de uno. Para decir como Machado, “a mi trabajo acudo, con mi dinero pago”. Lo siento si alguien piensa que es mala educación, pero ¿hablamos del presupuesto?»
«El futuro no lo construimos entre todos, está ya prefijado y sólo se trata de llegar a él con las mejores credenciales curriculares –pagando, eso sí– para hacernos un hueco en un lugar razonablemente cómodo del mismo»
«El alejamiento del campo ha supuesto el olvido de trabajos, útiles, aperos, medidas y variedades de hortalizas y frutos. A nadie produce desvelo alguno no poder distinguir una cuerda de una fanega, un azumbre de un cuartillo»»»
«Quizá fuera un engorro ir a la oficina cada día, pero puede que fuera un engorro que deparaba y detonaba otros alicientes que también generan identidad y sentido: teletrabajar rompe muchos relatos cotidianos que pueden ser importantes»
«Hace unos días, conversando con unos amigos, dije que si la mayoría fuera como yo, la España vacía estaría llena y Madrid vacío»
Desde hace ya unos cuantos siglos vivimos, nos movemos y existimos en el capitalismo. Resulta razonable, pues, que este haya experimentado cambios notables a lo largo de tanto tiempo.
El hombre es un capitalista con puro y chistera para el hombre.
María Jesús Espinosa de los Monteros
“Es la época en que el alpinista sueña con la montaña que pronto escalará, y también el Buen Lector elige su montaña para dejarse la piel en ella”, prosigue el escritor italiano. Es lógico pensar que de este fragmento surge la conocida metáfora alpina –los ochomiles de la literatura como los libros ilegibles– pero, ¿a qué obras se refiere?