En declaraciones recogidas por el diario Clarín, Pablo Sepúlveda, hermano de Nadia, relata la pesadilla vivida por la joven: «Una vez adentro él la golpea, le pega un puñetazo y ahí empiezan a forcejear y empiezan los gritos. La quiso llevar para la habitación de los pelos, ella se logra soltar y escaparse, y cuando va a abrir la puerta se queda con el picaporte en la mano porque él se la traba con el pie. Entonces la vuelve a agarrar, vuelven a forcejear, la golpea y ella se vuelve a zafar y sale corriendo. No se lo piensa y salta del balcón. Ella dice que pensó que podía llegar a agarrarse de una rama, pero es imposible, no lo pensó, reaccionó por instinto». Tras escuchar las llamadas de auxilio, los vecinos acudieron en su auxilio y el acusado, de 33 años, fue retenido en el lugar por los propios vecinos hasta que llegó la policía, ante quien declaró ser un vendedor ambulante. La joven se encuentra hospitalizada en terapia intensiva.