Rivera sólo tiene una cualidad que supera a su autoconfianza, que es la sordera ante el criterio de otros
La vergüenza que uno siente al ver cómo se falsea de esta forma el pasado es, me temo, directamente proporcional al rédito electoral que estas prácticas suponen. Cuanta más vergüenza, más voto.
«El desafío a la democracia liberal está planteado de forma similar en muchos países, aunque en el caso español la amenaza llega menos de esa derecha un tanto esperpéntica de Vox que de la izquierda que regresa a los años 30»
Quizá esta lectura sea un tanto injusta porque sí creo que se plantean proposiciones sensatas, aunque se queden en el fondo de esos programas electorales que pocos leemos y sopesamos menos.
La irrupción de Podemos en 2014 hizo tambalear el escenario político español. El programa que presentaron a las elecciones al Parlamento Europeo incluía algunas medidas que sembraron cierta inquietud, sobre todo cuando en algunas encuestas posteriores aparecieron como ganadores de las elecciones generales.
Melancolía. Es un soplo la vida y veinte años no es nada, que diría Gardel. Como en el tango, me sorprendo al descubrir que ya hace casi 3 decenios desde que Ruiz Mateos agrediera al exministro Boyer delante de las cámaras de televisión. Mayo del 89. Todo un suceso. El escenario, las semanas previas a unas elecciones al Parlamento Europeo. Los protagonistas, Ruiz Mateos y su agrupación de electores, artefacto hoy de moda para Manuela y Manuel. Desde luego, fue eficaz, porque logró dos escaños de golpe. Eso sí, a golpe de “que te pego, leche”.
Uno de los espectáculos más asombrosos al que hemos asistido en esta campaña electoral ha tenido como insólito protagonista al director de la televisión pública catalana. Y digo insólito porque en cualquier entrevista, y más aún en un medio sufragado por el contribuyente, el protagonismo debería recaer única y exclusivamente en el entrevistado.
En Cataluña hay urnas. Las de Barcelona, concretamente, se guardan en una nave industrial de propiedad municipal sita en la calle Perú, en el barrio del Pueblo Nuevo. El almacén, una antigua fábrica de productos químicos de unos 3.000 metros cuadrados, alberga unos 6.000 receptáculos de metacrilato cuyas medidas, conforme a lo estipulado por el Ministerio del Interior (al que corresponde la titularidad del material) son 45 cm de largo, 34 de alto y 32 de ancho, con una ranura en el centro de 18 cm y 0,5 de cm abertura. (La democracia, ya ven, conjuga el rigor normativo con toda una semántica del orificio, para que luego digan que carece de sex-appeal.) Tal como se aprecia en esta imagen, las urnas se hallan dispuestas en columnas, sobre palés. Por lo demás, y dado que la ciudad requiere unas 1.800 (salvo cuando se celebran elecciones al Congreso y al Senado, en que hacen falta el doble) es probable que una parte de las 6.000 se destine a otras localidades de la provincia.
El PSOE ha dejado de ser ‘El señor de las moscas’. Ya no rigen los niños en esa selva. Los mayores han descartado el canibalismo democrático y de progreso y, como son mayoría, han impuesto su criterio. Finalmente, ofrecerán una abstención vergonzante que permitirá la reelección de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.