Expulsada de un pleno una concejala japonesa por ir con su bebé
Una concejala japonesa ha sido expulsada esta semana de una sesión del pleno municipal de Kumamoto (localidad situada en el sur del país) por acudir con su hijo de siete meses, un gesto con el que buscaba mostrar los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres en Japón para conciliar su vida laboral y familiar. «Quería demostrar las dificultades que atraviesan las mujeres que intentan hacer malabarismos con sus carreras y criar a sus hijos», ha afirmado la concejala, Yuka Ogata, de 42 años, en declaraciones recogidas este viernes por el diario local Asahi.
Una concejala japonesa ha sido expulsada esta semana de una sesión del pleno municipal de Kumamoto (localidad situada en el sur del país) por acudir con su bebé de siete meses, un gesto con el que buscaba mostrar los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres en Japón para conciliar su vida laboral y familiar. «Quería demostrar las dificultades que atraviesan las mujeres que intentan hacer malabarismos con sus carreras y criar a sus hijos», ha afirmado la concejala, Yuka Ogata, de 42 años, en declaraciones recogidas este viernes por el diario local Asahi.
La edil independiente tomó asiento al inicio del pleno cargando con su bebé en brazos, pero fue rápidamente rodeada por otros miembros del consejo, que le preguntaron por el motivo por el que había llevado a su hijo y le pidieron que se marchara. Ogata mantuvo una breve discusión con sus compañeros, pero abandonó el pleno y dejó a su bebé en manos de una amiga, para volver poco después y tomar parte en la sesión, que comenzó cuarenta minutos tarde.
Según recogió Asahi, ninguna norma prohíbe la asistencia de menores a las reuniones municipales, por lo que el niño fue expulsado bajo el pretexto de que como «visitante» debía esperar sentado en la galería pública. Oagata decidió ir acompañada de su hijo tras manifestar al pleno municipal que sentía ansiedad por permanecer separada de él y que estos le pidieran, según ha explicado, que contratara a una niñera para solucionar esta situación.
El caso de Ogata se une a la lista de madres con representación política que han acudido a sus respectivas cámaras acompañadas de sus hijos, como es el caso, entre otras, de la diputada de Podemos Carolina Bescansa en España, o la senadora australiana Larissa Waters, que aprovechó la sesión para dar de mamar a su bebé.
La falta de plazas en las guarderías y las jornadas de trabajo intensivas han convertido la conciliación familiar en una ardua tarea en Japón. Según un informe de World Economic Forum publicado a principios de mes, el país ocupa el puesto 114 (de 144) en el ránking que mide la paridad de género. Japón es también uno de los países desarrollados con una tasa de empleo femenino más baja y con menor representación femenina entre los altos cargos, tanto en el sector público como en el privado. Frente a esto, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha lanzado el plan conocido como «Womenomics», que busca resolver los desequilibrios del mercado laboral japonés y apoyar la natalidad, dos de los principales desafíos que afronta su Gobierno.