El general jefe de la Base Aérea de Zaragoza, José Luis Ortiz Cabañete, ha asegurado ante un juez de instrucción que recibió una orden del Estado Mayor del Ejército del Aire, a instancias del Ministerio de Asuntos Exteriores, para no pedir el pasaporte al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, cuando este llegó a España en un avión medicalizado. Exteriores, por su parte lo niega y asegura que es «práctica tradicional» y habitual no someter a control los pasaportes de los pasajeros que llegan a bordo de un avión oficial, por lo que nunca ordenó no pedir el pasaporte al líder del Polisario.
En contexto: Ghali llegó a España a través de la capital aragonesa el 18 de abril en un avión medicalizado puesto a su disposición por el Gobierno de Argelia para ser tratado en un hospital de Logroño de un caso grave de coronavirus. Tras aterrizar en Zaragoza, Ghali fue trasladado en ambulancia hasta el hospital San Pedro de Logroño, donde ingresó con nombre falso, lo que le permitió pasar inadvertido unos días, hasta que un medio marroquí dio la noticia de su presencia en España.
Según Exteriores, la costumbre de no realizar un control de pasaportes a los pasajeros en vuelo oficial es una cortesía diplomática frecuente en muchos países. Otros se limitan a recoger todos los pasaportes de pasajeros y tripulación para sellarlos, pero sin un control personalizado; mientras que otros países requieren que se rellene un formulario que se adjunta al pasaporte para su visado. No obstante, los pasajeros están obligados a llevar encima su documentación de viaje por si en algún momento fuese requerida por la autoridad competente, ha subrayado Exteriores.
La respuesta dada por el general jefe de la Base Aérea de Zaragoza a preguntas del titular del juzgado de instrucción número 7, Rafael Lasala, sobre las circunstancias de la llegada de Ghali a España, han servido al abogado Antonio Urdiales para solicitar la apertura de diligencias por la llegada del líder polisario. El abogado entiende que no controlar el pasaporte del enfermo podría ser constitutivo de los delitos de uso de documento falso, prevaricación y encubrimiento personal.
La decisión de la ministra Arancha González Laya de acoger «por razones estrictamente humanitarias» a Ghali para ser tratado en un hospital español indignó al Gobierno de Marruecos, quien acusó a España de intentar ocultar la presencia de una persona buscada por la Justicia.