Tecnologías críticas y aventuras digitales para un planeta interconectado en Matadero
Nace en Madrid Tentacular, un festival de tecnologías críticas y aventuras digitales que Matadero celebrará del 22 al 24 de noviembre.
Nace Tentacular, un espacio de debate donde artistas y creadores venidos de todo el mundo tratarán de discernir cómo se encuentra la sociedad interconectada en la que todos vivimos.
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Del 22 al 24 de noviembre Matadero Madrid se zambulle en las consecuencias del desarrollo tecnológico y la actual sociedad global interconectada en la primera edición de Tentacular. De la mano de artistas y expertos venidos de todo el mundo, este festival de tecnologías críticas y aventuras digitales tratará de crear un espacio para las reflexiones incómodas, los proyectos creativos más impredecibles y las investigaciones no académicas. Lo harán a través de charlas, encuentros, conferencias-performance, proyecciones, instalaciones, talleres y otros formatos experimentales con el objetivo de llegar al mayor público posible.
«Un festival como Tentacular, dentro del contexto de Matadero, Madrid o incluso de España tiene una ambición de hablar de la cultura digital, pero no se puede quedar ahí. Necesitamos un espacio donde hablar del punto en que se encuentra un planeta interconectado y hacer un planteamiento crítico ante una serie de factores tecnológicos, estéticos, culturales, políticos y económicos», explica Bani Brusadin, comisario del festival junto a Julia Kaganskiy y José Luis de Vicente, además de productor cultural, investigador y educador especializado en las intersecciones entre arte contemporáneo, activismo, política de la tecnología, nuevas estéticas y culturas de los usuarios. «Es un festival que no pretende solo hacer statements filosóficos, teóricos o políticos, sino también hablar de los experimentos, las prácticas y las aventuras que alguien ha puesto en marcha», añade.
Porque, según defienden, el desarrollo tecnológico de estos últimos años y sus incontables regalos envenenados –desde la sociedad de la vigilancia y la centralización de las comunicaciones a la datificación de la vida cotidiana– han puesto al descubierto el corazón oscuro de nuestra sociedad interconectada. El espacio de libertad y de autonomía que la Red parecía prometer se ha convertido en un territorio profundamente tóxico. Y en lugar de una oportunidad para la distribución del poder y del conocimiento, internet es hoy el lugar de la gran centralización.
“No tiene sentido hablar de internet como una cosa donde a veces estamos y a veces no. Internet es el mundo. El mundo a escala interplanetaria está interconectado y no solamente en un sentido teórico o abstracto, está materialmente conectado. Es un mundo que está hecho de grandes infraestructuras, flujos de datos y formas de almacenamiento y procesamiento de estos datos, lleno de sensores capaces de generar datos, como nuestros móviles», explica Brusadin. «Hablemos entonces del mundo contemporáneo, de la sociedad interconectada, de un planeta interconectado que se ha convertido en una especie de máquina de computación», una megamáquina que el estudio de diseño holandés Megahaven intentará discernir en su conferencia del viernes a las 21.00 horas. Entre las preguntas que se plantearán: ¿Qué tienen que ver las interfaces digitales con la geopolítica? ¿Por qué gobiernos financian trolls y memes? ¿Qué consecuencias tiene la incapacidad de procesar la información en la época de la posverdad?
“Su objetivo es justamente expresar una crítica de la tecnología planetaria sin que haya previamente un lenguaje apto para hacerla que no sea el lenguaje académico clásico. Como creadores de objetos estéticos están tratando de encontrar un nuevo modo de ver porque nuestros sentidos no perciben ciertos fenómenos relacionados con esa megamáquina. Y, sin embargo, hay cosas invisibles que son relevantes, cosas incomprensibles por su magnitud como los flujos de datos o su influencia en determinadas decisiones económicas, políticas, geológicas incluso, que no están al alcance de nuestra mente porque son demasiado complejas. ¿Cómo se puede contar esa historia? Porque claro, hay que contarla. No todo el mundo es ingeniero, politólogo o experto de sistemas de logística internacionales y estas cuestiones afectan a nuestra democracia, nuestro papel como ciudadanos y diría incluso que como seres humanos”, explica Brusadin. “La hipótesis de Metahaven es desarrollar lenguajes para hablar de todo esto, intentar transmitir la magnitud y complejidad de esta megamáquina, pero también para tratar de hablar de qué significa ser habitantes de este mapa”, remata.
Antes, el jueves a las 19.30 el estadounidense Zach Blas inaugurará el debate con su nuevo proyecto, Santctum, una instalación que acto seguido comentará en una conferencia-performance en conversación con la comisaria Kaganskiy. Brevemente, se trata de un entorno místico que subvierte las mazmorras sadomasoquistas con los procedimientos y aparatos de los escáneres corporales que se utilizan en los aeropuertos, los sistemas de análisis biométrico y las metodologías de seguridad predictiva. A través de cadenas de metal, un potro, mangueras de ducha, postes de azote y un altar sacramental, el artista pone en evidencia el deseo de exponerse a las plataformas digitales.
“El trabajo de Zach ha ido tocando diferentes aspectos de este gran eje: la relación entre la biométrica y el control, la relación entre el pensamiento queer y los medios de comunicación. Esa línea que mezcla política colectiva y política de cuerpos es lo que nos ha llamado más la atención de su trabajo. Pensamos que es uno de los artistas que, de la manera más lúcida, clara y paradójicamente simple, es capaz de traducir su discurso, visualmente o a través de sus textos, a un lenguaje muy accesible”, comenta Brusadin sobre la instalación, que podrá visitarse hasta el 6 de enero.
Toda la programación de Tentacular flirtea, en palabras del comisario, con dos aspectos aparentemente antitéticos pero totalmente complementarios de internet o, mejor dicho, de nuestra sociedad actual: la superficie, o lo que ocurre en las interfaces, y la estructura, es decir, los protocolos que rigen este mundo. En su sesión del viernes por la tarde, la argentina Amalia Ulman explorará la performance cotidiana en la que se ha convertido nuestra participación en las redes sociales a través de su apasionante trabajo. Sirva como ejemplo su Excellences and Perfection, considerada como la primera obra maestra de Instagram.
“Sus performances son, por un lado, historias que nos permiten escuchar, participar, performar y muestran esa necesidad de participar en historias que tenemos como usuarios. Estar en Instagram o en grupos de Whatsapp es una forma de performar porque no somos performers o por lo menos no lo sabemos. Estamos creando imágenes y todo lo que hacemos y compartimos en realidad forma parte de la construcción de nuestra identidad. Lo curioso es que construimos nuestra identidad de la forma más auténtica posible, entendiendo autenticidad como una coherencia entre lo que imaginamos de nosotros y lo que queremos transmitir de nosotros. Pero es una paradoja porque la autenticidad si fuera realmente auténtica no haría falta construirla, pensarla. Sin embargo, estamos pensando todo el rato esta foto no la publico en Instagram, esto no lo voy a poner en Facebook porque no lo uso para cosas personales, esta red solo pongo cosas íntimas”, desgrana Brusadin.
“Todo esto es un trabajo de performance, de construcción de esta identidad, y en ella siempre hay una idea de género, factores de clase social, cuestiones económicas o políticas. Esto no implica ningún juicio moral o moralista. Al contrario, es una cosa fantástica: de repente el arte y la vida se han acercado, esa vieja utopía de las vanguardias del siglo XX se ha hecho realidad para millones de personas voluntariamente”, añade el comisario. Y el resultado es, de hecho, el triunfo social de los influencers o los instagramers. “En un primer momento de la performace Amalia juega con todos estos elementos. En un segundo momento tenemos el desvelamiento de la explicación y lo hace con formatos diversos: publicaciones, conferencias-performance. Así demuestra que se pueden explicar determinados conceptos y crear discurso crítico a partir de la narrativa”, remata.
Otro interesante bloque de Tentacular gira entorno a las historias de la contra innovación, una alternativa a la retórica de la innovación como una visión empresarial utópica donde la tecnología resolverá todos nuestros problemas si la aplicamos correctamente. “En primer lugar, trasmitir la idea de que esta retórica está desfasada y analizaba solo una parte marginal del discurso tecnológico. Segundo, la verdadera innovación o una parte significativa no ocurre en los espacios y los discursos de las start-up de Silicon Valley. Esa es solo una narrativa que ha sido mayoritaria y se nos ha impuesto de manera publicitaria, casi como forma propagandística. Y tercero: siempre hay una innovación social”, asegura Brusadin.
“Parte de esta innovación ha sido resultado del trabajo de los piratas, gente que ha desarrollado cosas absurdas, ha utilizado mal la tecnología, ha respondido a necesidades que no eran mayoritarias y que no estaban definidas por planes de empresa u hojas de ruta de gobiernos. Al contrario, en muchos casos iban en contra, buscando límites legales y grietas”, continúa el comisario. El proyecto conjunto de los ingleses Natalie Kane y Tobias Revell, Haunted Machines, y el grupo de trabajo de los franceses Nicolas Maigret y Maria Roszkowska, Disnovation, serán los protagonistas de esta sesión el sábado a las 18.00 horas.
Las alternativas al discurso oficial se encuentran, entonces, en todo ese internet extraño digno de explorar, en las aventuras de artistas, activistas o súper usuarios. Como el sorprendente Internet Yami-Ichi, en japonés mercado negro de Internet, un bazar de “cosas de internet” donde se trafica con ideas, imágenes, inventos absurdos y objetos cotidianos procedentes de las zonas más imaginativas, insidiosas e invisibles de la web. Entre los artículos que han sido vendidos en anteriores Yami-Ichis: links prohibidos a ropa estampada con interfaces ya desaparecidas, una clínica de rehabilitación para adictos a Internet, asesoramiento para escribir e-mails de odio, contraseñas de usuarios, globos de nieve Edward Snowden, apps rechazadas por Apple, paquetes de 10 Likes por 1€ o fragmentos de discos duros procedentes de un data center de Google en Bélgica. Inaugurado en Tokio en 2012 por el dúo artístico Exonemo, este mercadillo se celebrará por primera vez en Madrid el sábado entre las 12.00 y las 18.00 horas.
A modo de despedida, Brusadin concluye: “La solución a esta especie de edad oscura que estamos viviendo de insatisfacción, frustración, confusión tiene que salir de alguna parte, pero necesitamos nuevas formas de observar esta complejidad. De esas aventuras digitales que vienen de los rincones más extraños, absurdos, incompletos, inacabados de la red puede empezar a surgir un conjunto de respuestas parciales a los problemas que tenemos”. Este fin de semana los visitantes de Matadero podrán descubrir algunas de ellas. Toda la información en la web de Festival Tentacular.