Mantener corazones 'dormidos' en una caja puede salvar vidas
Una nueva forma de mantener dormidos corazones de una persona fallecida durante un día o más tiempo puede suponer poner punto final al número de personas que mueren a diario esperando por un trasplante, según la revista británica de divulgación científica New Scientist. El sistema fue probado por primera vez el pasado agosto, pero, en ese caso, el corazón solo se mantuvo en ese estado durante tres horas.
Una nueva forma de mantener dormidos corazones de una persona fallecida durante un día o más tiempo puede suponer poner punto final al número de personas que mueren a diario esperando por un trasplante, según la revista británica de divulgación científica New Scientist. El sistema fue probado por primera vez el pasado agosto, pero, en ese caso, el corazón solo se mantuvo en ese estado durante tres horas.
El experimento volverá a probarse en cinco personas más durante el mismo tiempo y, si funciona, se incrementará gradualmente el periodo hasta llegar a las 24 horas. El científico de la Universidad de Lund Stieg Steen, en Suecia, que ha desarrollado la técnica, cree que se podría usar este sistema durante periodos incluso más largos, de hasta varios días. Cualquier sistema que consiga prolongar la vida de un órgano más tiempo una vez se ha extirpado al donante dispara el número de órganos disponibles para el trasplante y por lo tanto frenaría considerablemente los fallecimientos de personas que están en lista de espera.
Con los corazones, en concreto, la distancia entre el donante y el receptor es un problema mayor, ya que los corazones solo se pueden mantener con vida fuera del cuerpo humano durante unas horas antes de debilitarse. «Ahora estamos diciendo que no a un montón de corazones buenos», dice Steen en declaraciones a New Scientist. «Con el nuevo sistema, podemos coger corazones en teoría de todo el mundo. Podemos conseguir el órgano perfecto para cada paciente».
Con todo, el nuevo sistema, por ambicioso que sea, no frenaría en seco las muertes de personas en lista de espera para recibir un órgano ya que solo muere en el hospital un número limitado de personas. De ellas, solo una fracción tiene órganos adecuados para la donación. Y, además, aunque estén registrados como donantes, los familiares pueden revocar la voluntad del fallecido.
La situación en España
España, en concreto, sigue revalidando su liderazgo como país con más donaciones de órganos de todo el mundo. Solo en el primer semestre de 2017 las donaciones aumentaron un 10,2% y los trasplantes en un 11,5% con respecto al mismo periodo del año anterior, según anunció en junio la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Dominguez-Gil, con motivo del Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos.
“El sistema español de trasplantes es un ejemplo a seguir para el resto del mundo”, declaró, por su parte, el secretario general de Sanidad y Consumo, Javier Castrodeza, a la vez que informó de que España albergaría por primera vez los Juegos Mundiales de Trasplantados, “que contribuyen a la proyección internacional de nuestro país y potencian la imagen de nuestro modelo de donación y trasplante”.
También en el trasplante de médula ósea mejoran las cifras. Según un balance publicado el mes pasado, con motivo del Día Internacional del Donante de Médula, España cuenta ya con cerca de 340.000 donantes de médula, con un aumento de un 20% en los primeros siete meses del año. En concreto, los datos de la ONT- REDMO (Registro Español de Donantes de Médula Ósea) cifran en 55.796 los nuevos donantes inscritos por las Comunidades Autónomas en los siete primeros meses de 2017, una cifra muy por encima de los 40.000 previstos para todo el conjunto del año.