Al ritmo actual, el clima volverá a ser como en el Eoceno en 130 años: ¿sobrevivirán los humanos?
Si la Tierra sigue recibiendo contaminación al ritmo actual, es decir, si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el reloj biológico del planeta hará que el clima vuelva al estado en el que estaba hace 50 millones de años (durante el Eoceno) en el año 2150. Es la demoledora conclusión de un estudio publicado esta semana en la revista Proceedings of the Nacional Academy of Sciences, que establece también que en tan solo 12 años, en en 2030, el clima será parecido al de mediados del Plioceno, hace más de tres millones de años. Los autores del estudio alertan de que la cercanía de esta fecha dificulta que los humanos puedan adaptarse a un cambio tan grande.
Si la Tierra sigue recibiendo contaminación al ritmo actual, es decir, si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el reloj biológico del planeta hará que el clima vuelva al estado en el que estaba hace 50 millones de años (durante el Eoceno) en el año 2150. Es la demoledora conclusión de un estudio publicado en la revista Proceedings of the Nacional Academy of Sciences, que establece también que en tan solo 12 años, en el 2030, el clima será parecido al de mediados del Plioceno, hace más de tres millones de años. Los autores del estudio alertan de que la cercanía de esta fecha dificulta que los humanos puedan adaptarse a un cambio climático tan grande.
«Si pensamos en el futuro en términos del pasado, hacia dónde vamos es territorio inexplorado para la sociedad humana», ha dicho el autor principal del estudio, Kevin Burke, un investigador del laboratorio liderado por el paleoecólogo John ‘Jack’ Williams, profesor de Geografía de la Universidad de Wisconsin-Madison. «Nos estamos moviendo hacia cambios muy dramáticos en un periodo de tiempo extremadamente rápido, dando la vuelta a una tendencia de enfriamiento planetario en cuestión de siglos», ha añadido, citado por un comunicado de la universidad.
Cómo era el Eoceno
Durante el Eoceno, una época geológica que se desarrolló entre 56 y 34 millones de años, los continentes de la Tierra estaban más juntos de lo que están hoy en día (la separación de Pangea no se había extendido tanto) y la temperatura media del planeta era unos 13 grados Celsius más cálida que en el presente. Los dinosaurios estaban entonces recién extintos y era el momento en el que empezaban a habitar la tierra (y el mar) los primeros mamíferos, como ballenas y caballos. Lejos de ser el desierto gélido que es hoy, el Ártico estaba poblado por bosques pantanosos.
Si bien toda la vida que se conoce en la Tierra tiene antepasados que fueron capaces de sobrevivir a esta época, es una incógnita si podrían adaptarse a ella los humanos o los animales y plantas que hoy se extienden por los distintos ecosistemas.
Para elaborar el estudio, Burke y Williams examinaron las similitudes las proyecciones futuras del clima, según las predicciones del Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU y distintos periodos geológicos, como el Eoceno, el Plioceno, el último interglaciar, el Holoceno, la era preindustrial y principios del siglo XX. Ambos realizaron el estudio junto con científicos de la Universidad de Bristol, la Universidad de Columbia, la Universidad de Leeds, el Instituto Goddard de la NASA para Estudios Espaciales y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica.
«Podemos utilizar el pasado como vara de medir para entender el futuro, que es muy diferente que cualquier cosa que hayamos vivido en nuestras vidas», dice Williams. «A la gente le cuesta proyectar cómo será el mundo dentro de cinco o 1o años. Esta es una herramienta para predecir eso», añade el investigador.
Preocupación y optimismo
Williams ha mostrado su preocupación por el hallazgo. «En los 20, 25 años que llevo trabajando en este campo, hemos pasado de esperar que ocurriera el cambio climático a detectar sus efectos y ahora estamos viendo que está causando daño. Se está muriendo gente, se están dañando propiedades y estamos viendo incendios y tormentas intensificadas que pueden atribuirse al cambio climático», ha dicho.
En el estudio, los investigadores han mezclado esta preocupación con cierto optimismo, ya que, aunque el clima de la Tierra se está dirigiendo hacia condiciones desconocidas, la vida ha demostrado ser resistente a grandes cambios y, además, los combustibles fósiles están empezando a sustituirse poco a poco por fuentes de energía limpias. «Hemos visto ocurrir grandes cosas en la historia de la Tierra. Han evolucionado nuevas especies, la vida persiste y las especies sobreviven. Pero muchas especies se perderán y nosotros vivimos en este planeta», insiste Williams. «Estas son cosas por las que preocuparse, así que este trabajo señala cómo podemos utilizar nuestra historia y la historia de la Tierra para entender los cambios de hoy y cómo podemos adaptarnos de la mejor manera».