¿Qué demonios es The Room y por qué James Franco hizo una película sobre su rodaje?
The Disaster Artist, que se estrena a finales de este mes, cuenta la verdadera historia del rodaje de la que se considera la peor película de la historia y que es hoy un clásico de culto. ¿Conoces The Room?
The Disaster Artist, que se estrena a finales de este mes, cuenta la verdadera historia del rodaje de la que se considera la peor película de la historia y que es hoy un clásico de culto. ¿Conoces The Room?
Hay malas películas y luego, en otra liga, está The Room. La llamada “Ciudadano Kane de las malas películas” no es sólo una experiencia irrepetible e inolvidable, es también la fuente de una historia de making of tan descabellada que se ha convertido en libro y, ahora, en un filme. The Disaster Artist, que en España se estrena a finales de diciembre, es una revisión del hombre detrás de esta piltrafa cinematográfica y de uno de los rodajes más inexplicables de la historia de Hollywood.
Pero comencemos por el principio. ¿Han visto The Room? Para disfrutar The Disaster Artist, dirigida y protagonizada por James Franco, no es necesario haberla visto, pero sin lugar a dudas es una experiencia que vale la pena. La historia de la peor película de la historia va así: Tommy Wiseau, un extraño hombre misterioso con dinero para derrochar, una procedencia y edad desconocidas y un afán enfermizo por ser una estrella de cine, decidió que si la industria no reconocía sus “talentos” él financiaría su propia película.
Hasta aquí todo estándar en el mundo del mal cine: un autor ególatra financia su defectuosa visión y el resultado es catastrófico. Pero Wiseau no es cualquier cineasta mediocre, The Room es tan mala que es difícil de describir.
La trama es machista, innecesariamente sexual e incongruente; los personajes hablan como si fuesen de otro planeta -o otro mundo en que la gramática o las reacciones sociales establecidas no existen- y Wiseau, como el protagonista, es tan malo que es mejor verlo para creerlo. Johnny (Wiseau) es un banquero comprometido con Lisa, que lo engaña con su mejor amigo, Mark. Hasta aquí todo básico. La trama incluye también a un protegido de Johnny, a la madre de Lisa y a un amigo que inexplicablemente desaparece de la película y es reemplazado por otro personaje del que no se sabe ni el nombre. Las historias, porque hay varias, progresan sin sentido y sin final, muchas literalmente se quedan a mitad y nunca más se revisitan. Pero ¿es esto suficiente para inspirar una película sobre esta película?
El mito de The Room, que actualmente es un clásico de culto con funciones de medianoche fijas y fans que citan sus absurdas líneas, proviene no sólo de su mediocridad, sino de un rodaje que es tan absurdo que merece ser contado. Wiseau decidió hacer The Room, que escribió, produjo, dirigió y protagonizó, junto a un compañero de su clase de actuación, Greg Sestero. Wiseau no tenía ninguna idea de cómo rodar o, en general, hacer nada en un set, pero eso no le impidió lanzarse al ruedo.
The Room costó 6 millones de dólares, sí, así como se lee. La cantidad exorbitante fue producto de la incompetencia de Wiseau. Por ejemplo, el director decidió -sin explicación alguna, salvo que no sabía la diferencia entre los dos formatos- rodar simultáneamente en 35 mm y en alta definición (sólo para nunca usar la versión en HD), optó por construir sets y agregar fondos con pantalla verde cuando las escenas podían haberse rodado en la propia localización, contrató a un equipo de más de 400 personas que incluía a varios suplentes de los actores, construyó un baño privado en el set para él… y no sólo esto, debido a sus incomprensibles y extensos diálogos el rodaje de las escenas tomaba horas o días y más cuando lo incluía en la toma (cosa que sucede en la mayoría del filme), ya que Wiseau era incapaz de recordar sus líneas.
El dinero provino del bolsillo de Wiseau, que algunos dicen que emigró desde Polonia y él dice que nació en Nueva Orleans, y su origen y volumen también desconocidos -el cineasta ha dicho que hizo su fortuna en bienes raíces en ocasiones, y en otras ha dicho que fue por un negocio de importación de ropa- pero a pesar de lo elevado del coste The Room sólo ganó 1.900 dólares en taquilla cuando se estrenó en dos cines en Los Ángeles. Para atraer a más público, Wiseau emprendió otro de sus inexplicables y caros planes: pagó durante cinco años una valla publicitaria en L.A. con el nombre de la película y su cara, una web y un teléfono para averiguar cuando se proyectaba la película.
The Disaster Artist, basada en un libro del mismo nombre que Sestero escribió junto a un periodista, revisa el origen y el proceso por el que The Room se hizo y llegó a las salas. La película de Franco es una comedia, y a veces una tragedia, sobre un hombre controlador, mediocre y básicamente bizarro con una idea fija y ninguna capacidad real para realizarla. Franco fue nominado por su actuación en los Independent Spirit Awards y se habla de posibilidades de Óscar para el filme.
Habrá que esperar para verla, pero The Room esa obra maestra de la incoherencia y el mal gusto, puede verse ahora y… si quieren pasar un buen rato (a menos que sufran de vergüenza ajena, porque entonces sufrirán) y entender el fenómeno deberían verla.