Arranca Cine por mujeres: el primer festival feminista de España

Belén Atienza ha producido algunas de las películas más taquilleras de los últimos años. Lo imposible, Un monstruo viene a verme o Jurassic World llevan su sello. Ella es la mujer que ha hecho posible las películas de Juan Antonio Bayona, Guillermo del Toro y —próximamente— Steven Spielberg. Valeska Grisebach es el alma detrás de Western, un drama protagonizado íntegramente por trabajadores alemanes que se enfrentan a sus prejuicios en Bulgaria. Tiene tres películas a sus espaldas y una sola línea en Wikipedia. Ya es más que Laura Mora, sin ni siquiera página. Aunque sea la directora de Pablo Escobar: el patrón del mal, la serie sobre el narco colombiano que adelantó a Netflix y rompió récords de audiencias en toda Latinoamérica. Millones de personas estaban enganchados a la obra de Mora, sin saber nada de ella.

«Tenemos que dar visibilidad a estas mujeres. Muchas veces no se conocen cuáles son las productoras, las guionistas, las directoras de fotografía… Lo primero es darles la palabra, subrayarlas y darles presencia». Con este objetivo nace —y espera crecer— el certamen Cine por Mujeres, el primer festival de España en el que solo participan, hablan, exponen y ganan ellas. Es el primer escaparate en el que Carlota Álvarez Basso, su codirectora, va a empezar a descubrir para el público general los talentos de mujeres como los de Atienza, Grisebach y Mora. Esos que han vivido achicados por otros egos y títulos de créditos. «A raíz de que haya mayor conocimiento sobre todas estas mujeres se empezará a contar más con ellas. Es visibilidad para la igualdad», cuenta a The Objective este lunes de Pascua en una sala ya vacía de Casa América.

Aquí han presentado ella y Diego Mas Trelles el festival que pretende devolver a las mujeres el valor de su rol en la cadena de producción cinematográfica. Cine por mujeres se va a celebrar en Madrid del 3 al 8 de abril y va a proyectar 28 filmes internacionales en cinco espacios diferentes: en el Palacio de la Prensa, la sala Berlanga —de la Fundación SGAE—, en la Academia de las Artes y las ciencias Cinematográficas, en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes y en la sala Iberia de Casa América. El documental Westwood: Punk, Icon, Activist sobre Vivienne Westwood, de Lorna Tucker, inaugura el martes seis días de dramas y comedias.

Algunas de las joyas del festival son The Breadwinner, la película de animación de Nora Twomey (producida por Angelina Jolie) y nominada a los Oscar y los globos de Oro, sobre una niña afgana que debe travestirse de varón bajo el régimen talibán; Euphoria, de Lisa Langseth, la historia de un reencuentro entre hermanas, protagonizada y producida por Alicia Vikander, o Matar a Jesús, de la citada Laura Mora, que narra cómo una mujer afronta al sicario que mató a su padre. La mayoría de las películas son gratuitas —algunas salas tienen la entrada social de 3 euros—.

Es el primer certamen de este tipo en España, presumen sus directores. Sí había muestras de mujeres como la de Barcelona o Zaragoza, pero no festivales. En Cine por mujeres hay jurado internacional, premio a la Mejor Película, país invitado (Suecia) y estrenos. Uno de ellos es el filme The Ex-Wife, que será presentado por su directora Katja Wik. Además hay debates, talleres, mesas redondas y conferencias sobre el techo de cristal en el cine, el acceso a la financiación de películas lideradas por mujeres o al desarrollo de proyectos.

No ha sido un festival aupado por el movimiento #MeToo, asegura su directora, pero sí ha ayudado a acelerarlo: «El proyecto existía antes del #MeToo, pero nos ha acelerado el que hayamos conseguido más rápidamente las salas o los patrocinios». Aun así ha sido «difícil» ponerlo en marcha. «Nos tiramos a la piscina porque teníamos la certeza de que era necesario. Aspiramos a aprovechar el hueco y que se convierta en el festival de cine de Madrid».

Cine hecho por mujeres, pero no solo para mujeres

«Es cine hecho por mujeres, pero para todos los públicos». Es la primera frase que pronuncia Diego Mas Trelles al acercarse el micrófono. «Hay un lugar común que tiende a pensar que todas las películas de mujeres tienen una determinada temática intimista, doméstica o sobre la violencia de género. Y lo que queremos demostrar es que eso es falso. Las mujeres pueden hacer un western o una película íntegramente por hombres, pueden hacer terror, ciencia ficción o animación», acompaña Álvarez Basso.

En su último libro La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, Siri Hustvedt recoge que “el 80% de lo escrito por mujeres es leído por mujeres”. ¿Por qué cuesta tanto romper el cliché de que la cultura hecha por mujeres puede ser universal? «Nos estamos enfrentando a una situación no solo actual, sino milenaria. Hay unos valores, unas normas de legitimización y unas plataformas de visibilidad que han estado desde hace siglos dirigidas y ocupadas por hombres. Ninguno de nosotros hemos sido educados en la igualdad, por lo que tenemos que hacer un esfuerzo consciente para dar visibilidad a hombres y mujeres«, considera la directora del festival.

Un estudio del año 2014 de ONU mujeres volcaba en números una realidad alarmante: las mujeres constituyeron el 7% de los directores, el 19% de los guionistas, y el 22% de los productores. Además, solo 30,9% de los personajes con diálogo son mujeres y la sexualización es la norma para los personajes femeninos en todo el mundo.

En España la situación no es mucho mejor. La Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales (CIMA) elaboró un estudio del que se desprende que, del total de películas que se producen en nuestro país, el 92% de las cintas están dirigidas por hombres. En el resto de puestos, fotografía, producción o edición, la representación femenina también es ínfima. Sin embargo, en España, el 65% del alumnado de las escuelas de cine está formado por mujeres.

¿Sobre las críticas a un festival solo hecho por mujeres? Álvarez Basso es clara: «Hemos tenido miles de años en los que ha habido una mayor visibilidad de los hombres, no pasa nada porque ahora se aguanten un poquito«.