Breve historia de los éxitos de España en los Oscar
Este año hay tres nominaciones para el cine español: Antonio Banderas (mejor actor), Dolor y gloria (mejor película internacional) y Klaus (mejor película de animación)
Era 1959. Gigi batió el récord de Lo que el viento se llevó, De aquí a la eternidad y La ley del silencio al lograr nueve premios Oscar, incluidos mejor película y mejor director para el legendario Vincente Minnelli. Se trata de un hito que no fue superado hasta 2004, cuando El señor de los anillos: El retorno del rey ganó 11 estatuillas. Pero para el cine español, la 31ª edición de los premios de la Academia de Cine estadounidense marcó la primera ocasión en que uno de los nominados tenía nombre español: Juan Antonio Bardem optaba a la estatuilla a mejor película internacional (premio que entonces se llamaba mejor película en lengua extranjera) por La venganza.
Finalmente fue la francesa Mi tío, de Jacques Tati, la que se llevó el galardón, pero España había conseguido meter la patita por debajo de la puerta en Hollywood y comenzó así una relación que este 2020 es especialmente fructífera. Antonio Banderas está nominado como mejor actor por Dolor y gloria, película que a su vez opta al premio a la mejor película internacional, y, además, Klaus es candidata a llevarse el galardón a la mejor película de animación.
El primer español que consiguió llevarse la estatuilla fue el director artístico Gil Parrondo, que logró el Oscar en 1971 por su trabajo en Patton y repitió la hazaña al año siguiente con Nicolás y Alejandra. Aunque en los años 60, Jorge Semprún logró una nominación al mejor guion original en 1968 por La guerra ha terminado —repetiría nominación al mejor guion adaptado en 1970 por Z—, la década de 1970 fue el despegue del talento español en la Academia estadounidense. También por Nicolás y Alejandra se llevaron de forma conjunta el Oscar al mejor diseño de vestuario el español Antonio Castillo y la hispanobritánica Yvonne Blake —que, aunque llegaría a ser incluso directora de la Academia de Cine española, en aquel momento solo tenía la nacionalidad británica—. En 1979, Néstor Almendros —a quien Meryl Streep se refirió como «el gran cinematógrafo» en su discurso al aceptar el Oscar a la mejor actriz por La decisión de Sophie— obtuvo el premio por su dirección de fotografía en Días de cielo. Solo seis años antes, en 1973, Luis Buñuel ganaba el premio a la mejor película internacional por El discreto encanto de la burguesía. Claro que la película competía por Francia, por lo que el Oscar pertenece oficialmente a los galos. Esa misma película le valió al genio aragonés una nominación a la estatuilla al mejor guion original, un honor que compartió con su colaborador francés Jean-Claude Carrière. Ambos estuvieron nominados también de forma conjunta al mejor guion adaptado en 1978 por Ese oscuro objeto de deseo.
La década de 1980 marcó la primera ocasión en la que España ganó el Oscar a la mejor película internacional. El honor se lo llevó José Luis Garci en 1983 por Volver a empezar. No sería hasta 11 años más tarde cuando un premio en esta categoría volvió a caer en manos españolas. Fernando Trueba lo ganó en 1994 por Belle epoque. En ambos casos, fueron las únicas ocasiones en las que España ganó un Oscar en sus respectivos decenios.
Bastantes más fructíferos fueron los años 2000. La década empezaba bien para el cine español con la victoria de Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, en la categoría de mejor película internacional. Solo tres años más tarde, en 2003, el manchego se convirtió en uno de los pocos cineastas de la historia en ganar el Oscar al mejor guion original por una película en un idioma distinto al inglés, Hable con ella, filme por el que también estuvo nominado como mejor director. Curiosamente, la cinta no optaba a la mejor película internacional porque la Academia de Cine española no la había seleccionado para competir en esta categoría. Para una victoria española en este apartado hubo que esperar a 2005, cuando Alejandro Amenábar se llevó el premio por Mar adentro. Fue en 2007 cuando Hollywood se rindió ante una de las obras cumbre del cine español, la hispanomexicana El laberinto del fauno. Nominada en seis categorías, incluyendo mejor guion original, la cinta de Guillermo del Toro otorgó premios a los españoles Montse Ribé y David Martí (maquillaje) y Pilar Revuelta (diseño de producción). Poco después llegó la consagración definitiva de los actores españoles. En 2008, Javier Bardem ganó el Oscar al mejor actor de reparto por No es país para viejos y, un año después, Penélope Cruz se llevó la estatuilla a la mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona.
Al igual que en las de 1980 y 1990, la década de los 2010 solo dio un Oscar a España. Fue para el hispanoluxemburgués Alexandre Espigares, que ganó en 2014 por su cortometraje de animación Mr. Hublot. La década actual empieza con bastante mejor pie y, con tres nominaciones en un solo año, España tiene en estos Oscar 2020 nuevas oportunidades para triunfar.
En este vídeo tienes algunos de los momentos más memorables de España en los Oscar.