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Segundo de Chomón, casi el Méliès español

Este 2021 se cumplen 150 años de su nacimiento y, aunque resulte algo sorprendente, su legado continúa siendo un misterio para mucha gente

Segundo de Chomón, casi el Méliès español

No es algo habitual encontrarse con un nombre español cuando se estudia la historia de los pioneros del cine. Siempre se recuerda a los archiconocidos franceses y estadounidenses. Sin embargo, Segundo de Chomón (Teruel, 1871 – París, 1929) es una de esas razones por las que el cine español puede sentirse orgulloso de tener un lugar entre los Edison, Méliès o Pathé. Este 2021 se cumplen 150 años de su nacimiento y, aunque resulte algo sorprendente, su legado continúa siendo un misterio para mucha gente.

«Chomón fue una especie de comadrona del cine en su inmediato postparto. El invento nació un tanto desmedrado y ni siquiera sus padres, los hermanos Lumière, creían demasiado en su futuro. Podría haberse quedado en una cansina repetición de obreros saliendo de fábricas o locomotoras entrando en estaciones. Pero llegaron creadores como Méliès y Chomón y le añadieron una dimensión mágica», explica Agustín Sánchez Vidal, catedrático de Historia del Cine de la Universidad de Zaragoza y escritor del libro El cine de Chomón.

Segundo de Chomón, casi «el Méliès español»
Viaje a Júpiter. 1909

Una vida dedicada al cine

La vida de Segundo bien podría ser un relato de aventuras ambientado en la Europa de transición entre el siglo XIX y el XX; viajó a París en 1895, con la ciudad de las luces en plena efervescencia, se enamoró de una vedette llamada Julienne Mathieu -quien más tarde se convirtió en su esposa-, estudió ingeniería, combatió en la guerra de Cuba, trabajó en el taller de Méliès, en la productora francesa de Pathé y la turinesa «Italia Films». Sin embargo, no solo trabajó en el extranjero, la importancia del cineasta turolense fue esencial para el desarrollo de la industria cinematográfica en España, pues fundó en Barcelona la primera productora de cine española: Macaya y Carro. Además, adaptó a la gran pantalla géneros populares tan castizos como el sainete o la zarzuela. Murió a los 57 años, dejando un legado inigualable, tras una vida dedicada al séptimo arte y habiendo trabajado en más de 400 películas. Su historia forma parte de esa apasionante etapa de en la que se produjeron profundos cambios culturales, sociales, tecnológicos y políticos que marcaron irremediablemente el devenir de lo que sería el mundo de hoy en día.

Como pionero del cine, Chomón perfeccionó el uso del color manual, el travelling en interiores, el uso de maquetas o la iluminación con luz artificial. «Gracias a su habilidad con el paso de manivela (es decir, el rodaje fotograma a fotograma) sentó muchas de las bases del cine de animación con los más diversos materiales, desde barro de modelar hasta las marionetas», señala Sánchez Vidal.

El catedrático de la Universidad de Zaragoza considera inevitable recurrir al tópico de que el aragonés es el «Méliès español». Pero considera que es una comparación que no hace justicia a la creatividad y solvencia del turolense como operador, truquista y realizador. Unas cualidades que fueron reconocidas y demandadas por las más importantes productoras internacionales del momento y que «demostró tan elocuentemente en El hotel eléctrico (1908), Cabiria (1914), o el Napoleón de Abel Gance y El negro que tenía el alma blanca de Benito Perojo, sus dos últimos trabajos, en 1926. Méliès no pudo integrarse en la industria, era un hombre orquesta; Chomón, sí», puntualiza.

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Cartel de Gabiria, 1913. Película de Gabriele D’Annunzio en la que Segundo de Chomón participó, dejando huella de su habilidad imaginativa y su técnica para los efectos especiales

¿Cómo recuperar a un genio olvidado?

Una vez repasada la relevancia de su trayectoria, resulta coherente preguntarse por qué no hay una mayor reivindicación de su legado como el gran representante español en la historia del nacimiento del cine. Ha habido algunos intentos, desde organizaciones públicas y privadas para fomentar proyectos e iniciativas que pongan en valor la importancia de Segundo de Chomón, pero aún queda trabajo por hacer.

La Filmoteca de Catalunya es la institución que lidera la reivindicación de su figura y el historiador Joan Gabriel Tharrats, el hombre que sentó las bases de estudio sobre su obra. En 1995, esta institución inició un proyecto internacional para componer una colección de películas suyas localizadas por todo el mundo y promover así su difusión. Un proyecto que contó con el apoyo económico del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. En 2009 publicaron Segundo de Chomón. El cine de la fascinación, de Joan M. Minguet, y el año siguiente, junto con Cameo, editaron el DVD Chomón, el cine de la fantasía, ambos disponibles en versiones en catalán, castellano, inglés y francés.

Pero no sólo es importante encontrar reconocimiento regional o nacional para que su figura trascienda, es necesario que también haya repercusión a nivel internacional. En 2017, la Fundación Jérôme Seydoux-Pathé de París celebró el primer congreso internacional sobre Chomón, activando y actualizando la búsqueda de sus vínculos con la casa Pathé.

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Proyección de El hotel eléctrico con acompañamiento al piano de Marcos Ortiz en el programa EducaFilmoteca de Filmoteca Española. © Sonsoles M. Yáñez (Aulafilm)

Lo más importante a la hora de reivindicar a un artista olvidado es revisionar su obra. Hace un par de años hubo una proyección en el Cine Doré de El hotel eléctrico, con piano en directo, dentro del marco de EducaFilmoteca (el programa educativo de Filmoteca Española coordinado en los últimos años por AulaFilm). «Esa sesión, dirigida a estudiantes de entre 12 y 18 años, fue maravillosa porque muchos de ellos no le conocían y les encantó ver el origen del ‘stop-motion’», recuerda Marta San Vicente, Coordinadora editorial y pedagógica de AulaFilm. Promover la cultura desde edades tempranas, incorruptas por los prejuicios adquiridos, puede ser una buena forma de empezar a valorar lo que tenemos.

En 2015, el italiano Ramón Alós Sánchez se sumergió en un proyecto documental para indagar sobre este misterioso genio del cine. El resultado fue El hombre que quiso ser Segundo, una película que mezcla ficción e investigación en un acercamiento al enigmático desconocimiento que envuelve la historia del cineasta turolense.

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Portada de El hombre que quiso ser Segundo, 2015

Otra acción realizada desde las instituciones fue la decisión de la Junta Directiva de la Academia de Cine de crear el Premio Segundo de Chomón en el año 2000. Un galardón dedicado a reconocer el mérito de las aportaciones técnicas que han redundado en beneficio de la industria cinematográfica. Desde el año 2009, el premio a las aportaciones técnicas en la industria del cine cuenta con su propio acto de entrega en la sede de la Academia. Un certamen que quedó huérfano en el año 2020 por causa de la pandemia y que aseguran que retomarán este año.

¿Cómo será su 150 cumpleaños?

El último homenaje que recibió Chomón y el único que hace referencia a los 150 años de su nacimiento de momento, ocurrió el pasado 5 de mayo. Un acto conjunto entre el Instituto Cervantes y la Academia de Cine. El evento estuvo presentado por el director del Cervantes, Luis García Montero, y el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, en la sede del Instituto. El título del encuentro fue ‘Jordi Sabatés recrea a Segundo de Chomón‘, y consistió en la proyección de 14 vídeos del homenajeado, junto al acompañamiento en directo de la música compuesta para la ocasión por el pianista barcelonés. Un acto que no tuvo mucha trascendencia mediática, más allá de algunas publicaciones en medios locales.

Josetxo Cerdán, director de la Filmoteca Española, explica que la institución se ha propuesto revisar y hacer labores de preservación, que en ocasiones han incluido la digitalización, de toda su obra que conservan en sus colecciones. «Lamentablemente, no tenemos una colección amplia de materiales de Chomón, principalmente porque su trabajo lo realizó principalmente entre Paris y Barcelona en una primera etapa y, más adelante, en Italia. Por fortuna, quien sí conserva una de las mejores colecciones del mundo de Chomón es la Filmoteca de Catalunya y ellos sí que están preparando una serie de actos a partir de octubre a los que, desde Filmoteca Española, nos sumaremos con mucho gusto. También a partir de octubre, y a lo largo de los meses siguientes, queremos incorporar en nuestra programación del cine Doré una serie de proyecciones con música en directo que ayude a acercar la obra del genio turolense a diversos tipos de públicos que todavía no la conocen», asegura Cerdán.

Segundo de Chomón, casi el Méliès español
Les tulipes, 1907

Unas actividades en torno a Chomón que han querido encuadrar en la serie de celebraciones que se celebran durante este trienio (2021-2023) y en que el 150 aniversario de su nacimiento se suma, entre otros, a los centenarios de Berlanga, Fernán Gómez, Bardem, Ana Mariscal o Lola Flores.

Desde la Filmoteca de Catalunya sí que tienen preparado algo más concreto, celebrarán el Any Segundo de Chomón, un homenaje que incluirá proyecciones y actividades para celebrar y fomentar la figura del cineasta a lo largo de este otoño próximo. Por otro lado, el Instituto de Estudios Turolenses, ha puesto en marcha varios proyectos y propuestas para este aniversario, como la biografía de Segundo de Chomón, de Iván Núñez, que editará el IET a finales de 2021 o un cómic vinculado a la filmografía del genio turolense, que permitirá dar a conocer su obra en los institutos y colegios. Además, también se producirá la celebración en Andorra de la Gala de los Premios Simón, organizada por la Academia del Cine Aragonés, «que tendrá como principal elemento a destacar a Segundo de Chomón».

Como siempre, el tiempo dirá…

Al final, es posible que la comparación con Méliès, vista en toda su amplitud, pueda ser un buen punto de partida para poner en valor el talento y la relevancia de Segundo de Chomón en el cine español, en concreto, y mundial en general. Hay que recordar que también el francés estuvo en el olvido durante mucho tiempo incluso en su propio país, y que sólo al final de sus días fue recuperado y con él, algunas de sus películas. Actualmente, tanto sus descendientes, como las instituciones son conscientes de la importancia que tiene cuidar su patrimonio y han logrado que su figura trascienda históricamente. En el caso de Chomón, su anonimato duró más tiempo y la recuperación de su obra ha sido lenta, tardía y laboriosa. Un proceso lastrado por la distancia del tiempo que ha dificultado su reconocimiento.

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La casa encantada, 1907

No es ningún secreto que al otro lado de los Pirineos saben mimar su patrimonio mejor y más eficazmente que nosotros. La divulgación, creación y recreación sobre las cenizas de Méliès hace tiempo que constató su consagración. Una realidad que, como indica el catedrático Agustín Sánchez Vidal, se evidencia con el ejemplo de La invención de Hugo Cabret, el libro ilustrado de Brian Selznick, adaptado posteriormente al cine por Martin Scorsese. Todavía falta para que el tiempo, la inversión y la constancia que dediquemos a cuidar esta parte esencial de nuestro patrimonio dirá si Segundo de Chomón acaba siendo reconocido realmente como nuestro Méliès: el hombre que puso acento español a las primeras páginas de la historia del cine.

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