Casi desértico, el Sáhara Occidental es un territorio de 266.000 km2 que es rico en yacimientos de fosfato, bajo control marroquí, y cuyo litoral tiene grandes bancos de pesca. La que fuera provincia española hasta 1975 es ahora el único territorio del continente africano cuyo estatus postcolonial no ha sido resuelto.
Te damos las claves del histórico conflicto en el Sáhara Occidental.
Para conocer mejor este conflicto nos tenemos que remontar a noviembre de 1975, cuando se firmaron los llamados Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que España se retiraba del Sáhara occidental y se ponía en marcha una administración temporal llevada a cabo por Marruecos y Mauritania.
En 1976, el movimiento independentista saharaui Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con el apoyo de Argelia. Tres años después, en 1979, Marruecos tomó el control de dos tercios del Sáhara Occidental después de que Mauritania renunciara a su parte del territorio. El Frente Polisario controla el otro tercio.
Tras la salida de España en 1975, se produjo un largo enfrentamiento favorable a Marruecos que se prolonga hasta 1991, cuando entra en vigor un alto el fuego y se define una zona de distensión controlada por los cascos azules de la ONU. La misión de Naciones Unidas, la MINURSO, arrancó en 1991 con el objetivo de organizar en un plazo de seis meses un referéndum. Pero la consulta nunca vio la luz debido a los desacuerdos entre Marruecos y el Frente Polisario sobre asuntos como quién debía votar, o la presencia de colonos y del Ejército marroquí en la excolonia española.
Desde entonces, Rabat propone una autonomía bajo su soberanía, mientras que el Frente Polisario exige un referéndum de autodeterminación previsto por el acuerdo de 1991 pero que nunca se ha ejecutado. Aún hoy colean, tristemente, las consecuencias de los acuerdos tripartitos de Madrid, con una parte de la población saharaui en unos campamentos de refugiados argelinos y otra en un territorio ilegalmente ocupado.
Ahora, la tensión entre Rabat y el Polisario se ha disparado desde que el 21 de octubre un grupo de activistas saharauis bloqueara el paso fronterizo de Guerguerat, que une Mauritania con los territorios ocupados por Marruecos en el Sahara Occidental. El reino alauí no ha dudado en enviar a sus militares y se han reanudado los enfrentamientos en la zona.
Son varios los incidentes similares registrados en las últimas décadas a lo largo de los 2.500 kilómetros del muro construido por Marruecos en el desierto del Sáhara, el más largo del mundo.
Pero esta vez, el Frente Polisario ha ido más allá y ha dado por terminado el alto el fuego establecido en 1991 y ha decretado el «estado de guerra» con el reino de Marruecos. No obstante, el ejército saharaui está compuesto por una fuerza que oscila entre los 3.000 y los 5.000 hombres, mal preparados y peor armados, frente a los 235.000 miembros de las fuerzas armadas marroquíes, que cuentan con un armamento mucho más moderno.
El Frente Polisario se prepara para una posible guerra cuyo recorrido dependerá, en gran medida, de la posición que adopte Argelia, rival de Marruecos y principal apoyo económico, político y militar del Frente Polisario.