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Los últimos acordes del dios de la guitarra

El título de su más reciente disco es un tributo a su tía Audrey, quien le dijo una frase poco antes de morir: “I liked you and I still do.”

Los últimos acordes del dios de la guitarra

Seguirá siendo un dios, aunque bien sabe que no es todopoderoso, tanto que ha clamado I still do (Todavía lo hago), título de su vigésimo tercer disco como solista y probablemente el último original, cual modo de reafirmarse como músico, al tiempo que su cuerpo se debilita por una neuropatía periférica que le afecta sus manos, esas mismas por las que ha sido llamado “el dios de la guitarra”.

Con este álbum, el guitarrista, cantante y compositor británico Eric Clapton ha hecho frente a la enfermedad, pero lo cierto es que ésta no da tregua y, tal vez, más bien represente el adiós como ejecutante de uno de los músicos más influyentes de todos los tiempos. Paradójicamente él, ganador de tres premios Grammy por su concierto acústico Unplugged, de MTV, ahora siente, por la patología que padece y la cual pudiera responder a una vida llena de excesos, “descargas eléctricas” en su cuerpo. Dolores crónicos en las extremidades acompañan la afección, que puede llevar, según su tipo y evolución, a la pérdida progresiva del movimiento.

 

“Me cuesta mucho tocar la guitarra y he tenido que hacerme a la idea de que eso no va a mejorar”

 

 

“He sentido mucho dolor durante el último año”, ha confesado a Classic Rock quien ya en 2013 debió cancelar presentaciones debido a sus dolencias lumbares. “Me cuesta mucho tocar la guitarra y he tenido que hacerme a la idea de que eso no va a mejorar”, ha agregado este virtuoso de la música que ha logrado casar a la perfección al rock y al blues.

Para la producción del disco, eligió al legendario Glyn Johns, con quien no había trabajado desde hace 40 años, cuando grabaron Backless y Slowhand. Este último (Mano lenta), alude al apodo que se ha ganado Clapton gracias a su sutileza con las cuerdas. La primera canción de ese disco, “Cocaína”, compuesta por JJ Cale, evidencia su turbulenta relación con las drogas, que comenzó a consumir al igual que el alcohol a los 15 años, al punto que podía beber hasta dos botellas de vodka en un solo día. I still do, lanzado a fines de mayo, alcanzó el número 1 de la lista de Billboard en la categoría de rock. La última vez que logró posicionarse en el primer lugar fue en 2010. Pese a la buena acogida, Clapton no tiene conciertos programados para este año, síntoma de la situación por la que atraviesa.

Junto a Jack Bruce y GInger Baker, Clapton integró el mítico Cream a fines de los años sesenta (Foto Peter Kemp / AP Photo)
Junto a Jack Bruce y GInger Baker, Clapton integró el mítico Cream a fines de los años sesenta (Foto Peter Kemp / AP Photo)

El guitarrista ha sido elevado al Salón de la Fama del rock and roll en tres ocasiones, como miembro de los Yardbirds, de Cream y como solista. Según la prensa británica, ha colaborado en la producción discográfica que se espera los Rolling Stones den a conocer este año, con un par de temas surgidos fortuitamente cuando visitó a sus amigos en el estudio de grabación e improvisaron juntos.

 

El ángel misterioso

En la canción “I will be there”, de I still do, Clapton exalta uno de los grandes valores a los que ha correspondido en su vida: la amistad, junto a la voz y la guitarra de un tal Angelo Mysterioso, pseudónimo similar al que fuera utilizado en 1969 por su gran amigo George Harrison para la pieza “Badge” del disco Goodbye, que marcó el adiós del trío Cream.

A finales de la década de los años ochenta y a principios de los noventa fueron frecuentes las colaboraciones entre ambos para álbumes en directo. Ya antes Clapton había tocado la guitarra en «While My Guitar Gently Weeps» de The Beatles.

 

Clapton tocó en 1971 en el mítico concierto por Bangladesh, organizado por George Harrison (Foto AP)
Clapton tocó en 1971 en el mítico concierto por Bangladesh, organizado por George Harrison (Foto
AP)

En Billboard se llegó a afirmar que se trataba de la recuperación de un audio grabado hace años por el ex beatle fallecido en 2001, aunque Clapton después lo ha desmentido, pero sin develar la misteriosa identidad argumentando que el músico deseaba mantenerse en el anonimato. De ahí que las especulaciones continúen, tanto que hay quien ha asomado que el hijo de George Harrison, Dhani, está detrás.

El nexo con los Beatles trasciende. Fue a partir de una fotografía que le tomó a Clapton la hija de Paul McCartney, Mary, que Sir Peter Black (autor de la portada del mítico Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band) creó la imagen de la tapa del álbum I still do, retrato originalmente hecho para el programa de los conciertos ofrecidos por el músico en el Royal Albert Hall en 2015 con motivo de sus 70 años de vida.

 

“Por alguna razón fui arrancado de las fauces del infierno y tuve otra oportunidad”, ha asegurado.

 

Clapton con su Fender Stratocaster en un concierto en 1985 (Foto George Widman / AP Photo)
Clapton con su Fender Stratocaster en un concierto en 1985 (Foto George Widman /
AP Photo)

Sí, ya las drogas han quedado atrás. En su lugar está Crossroads, un centro de rehabilitación que una vez superada su adicción, en 1998, ayudó a fundar y a la que ha destinado lo recaudado en varias subastas. Sólo por su famosa Fender Stratocaster “Blackie” obtuvo casi un millón de dólares, un precio que hace honor a quien se ubica de segundo en la lista de “Los 100 guitarristas más grandes de todos los tiempos”, de acuerdo con la revista Rolling Stone.

“Spiral”, que junto a “Catch the blues” son las únicas piezas de su autoría en el disco, la compuso junto a Andy FairweatherLow y Simon Climie sobre la marcha y le delata: “Tú no sabes lo mucho que significa tener esta música en mí. Simplemente sigo tocando este blues esperando no perder. Yo sólo sigo tocando mi canción esperando seguir adelante”.

Como ha expresado Clapton a Rolling Stone: “Yo sólo canté lo que salió de mí”. El resto de temas son versiones que “el rey del blues de Inglaterra” ejecuta a su particular modo de canciones de JJ Cale, Leroy Carr, Robert Johnson, Bob Dylan, Skip James, Paul Brady y John O’Kan.

En I still do ha querido también retarse a sí mismo y demostrar su virtuosismo con el clásico del blues “Stones in my passway”, para el que ya había grabado un solo acústico en 2004 para el DVD Sessions for Robert Johnson. En una entrevista, publicada en julio en Guitar World, ha reconocido las dificultades de tocar esa pieza: “Creo que he intentado toda mi vida descubrir cómo hacerlo”.

El músico británico ganó seis premios Grammy en 1993 (Foto Douglas C. Pizac / Ap Photo)
El músico británico ganó seis premios Grammy en 1993 (Foto Douglas C. Pizac / Ap Photo)

 

Los sentimientos más hondos le han prodigado sus mejores éxitos, como cuando nueve meses después de la trágica muerte de su hijo Conor, de tan sólo cuatro años, al caer de la ventana de un alto edificio neoyorquino, compuso junto a Will Jennings “Tears in heaven”.“¿Sabrías mi nombre si te viera en el cielo?”, repetía en el popular tema que le acercó a las nuevas generaciones y que fue merecedor de los premios Grammy en las categorías de canción del año, grabación del año y mejor interpretación pop masculina.

El músico británico ha contado que el título de su más reciente disco es un tributo a su tía Audrey, quien le dijo una frase poco antes de morir: “I liked you and I still do”. Él quería agradecerle por haber velado por él cuando era pequeño y no era para menos, pues Eric Patrick Clapton Shaw, nacido un 30 de marzo de 1945, intérprete de “Motherless child”, fue criado por Rose, su abuela que se hizo pasar por su madre.

La duodécima y última de las piezas es “I’ll be seeing you” (Nos veremos), de Irving Kahal y Sammy Fain. Y eso esperamos, eterno dios de las seis cuerdas.

 

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