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It’s Britney, back

La vida le ha dado una segunda oportunidad a Britney Spears. La vida y su tenaz constancia. Durante años fue el juguete roto de Hollywood, la estrella estrellada, la princesa destronada.

It’s Britney, back

…o cómo Britney Spears ha logrado reconvertirse en icono eterno después de haber tocado fondo

La vida le ha dado una segunda oportunidad a Britney Spears. La vida y su tenaz constancia. Durante años fue el juguete roto de Hollywood, la estrella estrellada, la princesa destronada. Tocar fondo es poco para describir aquel momento, grabado en las retinas de miles de millenials -adolescentes por entonces-, en el que el ídolo de masas se rapaba la cabeza con la cara en cualquier otra parte. Las clínicas de desintoxicación, los problemas con la Justicia y los centenares de encontronazos con los paparazzi ya son historia. Britney saca nuevo disco, Glory, el noveno de su carrera. Y lo hace generando tanta o más expectación que cuando estaba en lo más alto.

La caída de un mito temprano

Uno de los momentos más memorables de la carrera de Britney Spears se remonta a 2003, cuando protagonizó en los MTV Video Music Awards uno de los besos lésbicos más famosos de la historia. Madonna, Christina Aguilera y ella caldearon un ambiente que terminó por explotar (sobre todo en la cara de Justin Timberlake).

En 2007, el año de su retorno en esta misma entrega de premios, la imagen que dio fue mucho menos explosiva. Lo primero que vio América en su novia fueron unas extensiones mal colocadas y una falta de coordinación que hablaba por sí sola de su estado anímico. Y tan sólo era el principio de un desastre anunciado:

Britney Spears se rapa la cabeza dejándonos a todos con el susto en el cuerpo (Foto: RRSS)
Britney Spears se rapa la cabeza dejándonos a todos con el susto en el cuerpo (Foto: RRSS)

Después de esto, la historia es largamente conocida: bodas exprés, problemas con las drogas, rapados imposibles y encontronazos por igual con la Justicia y con los paparazzi.

Britney era un mito temprano, cuya gestión del éxito no había sido acertada, y eso lleva a una inevitable caída al vacío.

Pero a Brit le quedaba mucho -y muy bueno- por ofrecer al mundo.

 

 

El renacer del Ave Britney

Después de estar en lo más bajo, Britney consiguió rehacerse a sí misma. Como el Ave Fénix, la diva del pop renació de sus cenizas.

En los últimos cinco años, su imagen ha cambiado completamente. La transformación ha pasado por llevar un estilo de vida más sano, por reencontrar su esencia y por dejar de pensar en el qué dirán.

Hay un momento clave, ocurrido hace apenas unos meses, que supuso el anuncio al mundo de que la princesa estaba de vuelta. En la gala de los Billboard Awards, unos galardones top en la industria del pop norteamericana, volvió con 8 minutos de música sin pausa. Sus mayores hits en una actuación que dejó boquiabiertos a los presentes. Su buen estado de forma era una evidencia ante la que se rindieron hasta los más críticos.

No sólo la música la ha devuelto a la palestra. Sus proyectos empresariales son igualmente viables. Desde el éxito probado de su programa de residencia en Las Vegas (Britney: Piece of Me, que recientemente ha ampliado su contrato en el Planet Hollywood hasta 2017, por una suma de 35 millones de dólares) a apuestas más recientes que ponen de manifiesto la competencia con las estrellas digitales más exitosas de hoy en día (su aplicación para móviles, Britney Spears: American Dream, ya ha superado a las todopoderosas Kim Kardashian y Demi Lovato).

Una de las claves para la recuperación de Britney ha sido el poder retomar el control de su vida y la forma de darla a conocer al resto del mundo. Si en un día los paparazzi aireaban sus escándalos, hoy enseña su día a día a través de las redes. Son, precisamente, los medios sociales los que le han permitido sentirse más natural, mejor conectada con los suyos. Y es que Britney es una madre normal, con una vida común, y eso la acerca al gran público. Su cuenta de Instagram está repleta de fotos de sus hijos, de sus clases de baile, de la comunidad o de naturaleza. Es una persona feliz, y se nota. En declaraciones a la revista People, Britney aseguró que está en “un lugar realmente bueno en la vida”. Podemos dar fe de ello. Su reciente aparición en el show de James Corden, la sensación viral del momento, es un ejemplo de que su buen humor está en lo más alto, y de que quiere tener tres hijos más -para hacer un total de ¡cinco hijos!-:

Reírse de uno mismo es la prueba última de que una persona está en lo más alto. Por si fuera poco, el lanzamiento de su noveno LP, Glory, ha sido recibido con los brazos abiertos por la crítica y por el público. Muchos lo consideran uno de los mejores discos de su carrera.

Britney ha pasado, inexorablemente, de princesa del pop a tragedia americana, para convertirse, finalmente, en icono global. Este es su momento más dulce. Keep on rocking Brit! We’re slaves for you.

 

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