Primer avance de la segunda temporada de Stranger Things
En el pueblo remoto de Hawkins seguirán produciéndose cosas extrañas. Aprovechando el impacto mediático de la Super Bowl, que amarra en los sillones y reúne en los bares a cerca de 112 millones de espectadores en toda Norteamérica, la productora de la serie, Netflix, anunció durante el descanso del partido unos pocos detalles valiosos como pepitas de oro: los niños disfrazados de cazafantasmas, el shérif en medio de una explosión, Will ante una bestia inmensa -arriba todo es cielo rojo y nubes negras-.
En el pueblo remoto de Hawkins seguirán produciéndose cosas extrañas. Aprovechando el impacto mediático de la Super Bowl, que amarra en los sillones y reúne en los bares a cerca de 112 millones de espectadores en toda Norteamérica, la productora de la serie, Netflix, anunció durante el descanso del partido unos pocos detalles valiosos como pepitas de oro: los niños disfrazados de cazafantasmas, el shérif en medio de una explosión, Will ante una bestia inmensa -arriba todo es cielo rojo y nubes negras-.
En Stranger Things las vidas corrientes y en calma de los habitantes de Hawkins -la vida del americano medio- contrastan con las aventuras que padecen un puñado de niños y unas pocas familias en la búsqueda de sus desaparecidos. La serie es conmovedora y su expectación se comprende: la primera temporada cerró con demasiados asuntos por resolver e internet se colapsa entre teorías inverosímiles y tramas paralelas remotamente probables. Porque tras la desaparición de un niño en el bosque, la evolución psicológica de un shérif con cuentas pendientes y la irrupción de una niña con poderes telequinéticos se esconde una verdad que alguien -algo- se esfuerza por mantener en la sombra.
El relato es una apelación a nuestro corazón y a algo más. Los niños de la serie son todo lo que quisimos ser, moviéndose a todas partes en bicicleta, en un pueblo entre ríos y montañas, todo alrededor es verde, donde las casas están separadas por kilómetros y en los jardines se celebran festines y barbacoas. Un remedo de circunstancias narradas en otros tiempos por Spielberg y Carpenter que respira nostalgia en cada escena.
La fecha de estreno, simbólicamente, se ha fijado para el día de Halloween: el 31 de octubre. Y entonces estaremos unas horas más cerca de comprender la última pregunta: ¿Quién es la pequeña Eleven?