Este mes dos estrenos, Big Little Lies y Feud, vuelven a probar que los actores de cine están migrando en masa a la televisión
Cuando este mes de marzo llegaron los estrenos del nuevo drama de HBO Big Little Lies y la nueva aventura de Ryan Murphy, Feud, a nadie le sorprendió que la lista de actrices y actores involucrados incluyera nominados y hasta ganadores del premio de la Academia, nombres que desde siempre han pertenecido a las marquesinas de los cines y nunca a la pequeña pantalla. La afluente migración de actores reconocidos por sus roles en cine lleva varios años sucediendo. La televisión (esto incluye a los servicios de streaming que producen sus propios contenidos, como Netflix, Hulu y Amazon Prime) se ha convertido en la tierra prometida para intérpretes interesados en buenas historias y papeles complejos… al parecer mayormente disponibles en la era del Peak TV y no en el reino de los remakes, secuelas y superhéroes que es Hollywood.
Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Laura Dern, Shailene Woodley.Big Little Lies cuenta con una alineación de pesos pesados del cine que, entre las tres con más experiencia, suma seis nominaciones y dos premios Oscar, eso sin contar los que han conseguido las películas en las que han participado. ¿Y entonces qué hacen en una serie? Los tiempos son inciertos… si la serie tiene éxito puede renovarse por años y limitar los otros proyectos en que sus protagonistas pueden involucrarse. Pero miremos qué han hecho estas actrices en los últimos años. Whiterspoon recibió postulaciones a todos los premios de cine (incluido el de la Academia) en 2014 por su papel como Cheryl en Wild y ese mismo año protagonizó una película completamente ignorada sobre una mujer que ayuda a un grupo de refugiados sudaneses. Lo que siguió fue una mediocre comedia junto a Sofía Vergara y algunos años de participación en cortos y en películas animadas. Kidman, por su lado, sufrió el fracaso de su biopic sobre Grace de Mónaco y luego protagonizó una lista poco inspiradora de películas, así como algunas incursiones en el mundo indie; aunque este año estuvo al frente de una de las películas nominadas al Óscar, Lion, Kidman parece estar disfrutando de la televisión, su nombre también aparece entre el reparto de la segunda temporada de Top of the Lake. Laura Dern no es nueva en el mundo televisivo, ya protagonizó la excelente y de corta vida, Enlightened, y ha sido selectiva con sus roles desde sus comienzos. Y Woodley ya había protagonizado una serie, The Secret Life of an American Teenager, pero su carrera ha estado más marcada por su rol en Divergente, la franquicia basada en las novelas de literatura adolescente. Salvo Kidman, los últimos créditos de estas actrices no parecen satisfacer sus intereses en papeles más complejos.
Feud tiene, si se puede, un reparto más impresionante aún: Susan Sarandon y Jessica Lange como protagonistas y Stanley Tucci, Alfred Molina… Y aunque en este caso se trata de una serie monográfica, y es tal vez por ello que pueda atraer a alguien como Sarandon, eso no disminuye el peso de su marquesina.
¿Algún común denominador entre las dos series además de sus repartos de estrellas cinematográficas? Sí, más de uno. Primero hay que tomar en cuenta la edad de las actrices involucradas. No es noticia que Hollywood tiene una grave escasez de papeles para mujeres mayores de 30 años. De los cuarenta en adelante, en el mundo del cine, las mujeres deben o buscar otras ocupaciones o terminan siendo madres y abuela decorativas de actores que tienen la misma o más edad que ellas. La televisión se ha encargado de dejar atrás el prejuicio con la edad femenina y las actrices, hartas de papeles vacíos y envejecedores en el cine, han optado por personajes más desarrollados y humanos en la televisión.¿Más ejemplos? Santa Clarita Diet con Drew Barrymore, Grace and Frankie con Jane Fonda y Lily Tomlin, Robin Wright en House of Cards, Holly Hunter en Top of the Lake, Geena Davies en Grey’s Anatomy, Gillian Anderson en The Fall, Glenn Close en la finalizada Damages.
¿El segundo factor común? Creadores en que los actores confían. No es casual que la lista de actores en Big Little Lies sea tal si se toma en cuenta que significa el regreso de David E. Kelly a la televisión. Kelly hacía televisión de prestigio antes de que el calificativo existiera y antes de que la pequeña pantalla tuviera el respeto que tiene ahora. Hizo su nombre con Picket Fences, Ally McBeal o Boston Legal y había estado retirado unos años de los grandes titulares. Pero eso nunca afectó su muy buena reputación. En el caso de Feud el nombre que tiene detrás se ha convertido en institución en poco tiempo. Si Shonda Rhymes tiene su Shondaland, llena de mujeres fuertes y melodrama, Ryan Murphy tiene el kitsch, lo hortera y lo exagerado como marcas de sus creaciones. Y también tiene a las mujeres, especialmente mayores. Murphy comenzó con el clásico de culto Popular, la inclasificable y original Nip/Tuck y luego se ganó a todos los productores y ejecutivos con el éxito que fue Glee. Siguieron sus monográficos, cada temporada cuenta una historia, como American Horror Story o la alabada American Crime Story. Feud es su última incursión en el género y con él sigue Jessica Lange, su musa desde que estrenó American Horror Story en 2011.
En los casos de otros repartos repletos de estrellas de cine, el creador renombrado (o algún nombre de peso asociado a la producción) se repite: House of Cards, que protagoniza Kevin Spacey, tiene a David Fincher como productor ejecutivo y dirigió el primer episodio; Top of the Lake, que cuenta con Holly Hunter y Peter Mullan, es creación de la directora de El piano, Jane Campion; Fargo es una creación de Noah Hawley (bastante anónimo antes de hacerla y ahora un nombre de peso) pero cuenta con el apoyo de los hermanos Coen como productores ejecutivos. El reparto en las dos temporadas que tiene incluye a Billy Bob Thornton, Martin Freeman, Kirsten Dunst, Patrick Wilson, Ted Danson…The Young Pope, que cuenta con Jude Law y Diane Keaton, tiene como creador al prestigioso director italiano, Paolo Sorrentino; The Knick, con Clive Owen, es creación de Steven Soderbergh; Martin Scorsese dirigió el primer episodio y produjo Boardwalk Empire, protagonizada por Steve Buscemi.
Otro factor que podría pesar en la decisión de optar por la televisión es la seguridad laboral, en caso de actores y actrices cuya carrera en el cine ha sufrido un bajón. O el hecho de regresar a estar de moda por unirse a una corriente a la que sus colegas ya se han sumado.
La aparición de estrellas de cine en la televisión parece solo aumentar en cuanto el cine dedica cada vez más tiempo y dinero a franquicias de superhéroes –en poco tiempo no habrá actor o actriz activos que no hayan interpretado a alguien con súper poderes y disfraz– y puede que los recientes Óscar, además de ser memorables por ese imborrable momento de otorgar la estatuilla a “ganadores” equivocados, demuestran que hay otros espacios creativos en el cine, con menos dinero y más historia, pero la norma sigue siendo encontrar antiguas propiedades (este mes llega al cine otra película de King Kong y ni hablar del regreso de La guerra de las galaxias) y revivirlas o sencillamente seguir ampliando universos cinematográficos en que existen semidioses y hombres que vuelan.
Y mientras tanto la televisión se ocupa de producir contenido cada vez más competitivo en un universo repleto de buena programación y espectadores con vidas muy ocupadas. Y de ese gran caldo de cultivo, que compite por las buenas críticas y los “televidentes” fieles nacen grandes papeles que los actores y actrices de Hollywood pescan sin dudarlo. ¿Cuánto durará? No puede predecirse –aunque todos los excesos prueban ser fracasos tarde o temprano– pero de momento nadie debería sorprenderse si hasta Meryl Streep (que ya hizo su incursión en televisión con la mini serie – género que siempre ha contado con actores mega famosos- Angels in America) tiene su propia serie próximamente.