Henrietta Lacks y otras mujeres que no conocemos
¿Cuántas mujeres han sido olvidadas por la historia?. Henrietta Lacks fue una de ellas pero HBO nos la recuerda en su próxima producción.
The Inmortal Life of Henrietta Lacks es una nueva película de HBO que cuenta la historia de una mujer cuyas células cambiaron el mundo médico (y a quien nadie se lo reconoció). No es la única que no ha pasado a la historia.
A la historia pasan los ganadores, a los que admira o protege el status quo. Sobre eso no hay discusión. Entonces no es difícil imaginar que muchísima gente se ha quedado fuera no sólo de los libros de texto, sino en general de cualquier registro. Ya si se trata de mujeres, de personas de razas que no sean la blanca o que no cumplan con los géneros “normales” pues la inexistencia está casi garantizada. La película The Inmortal Life of Henrietta Lacks, que se acaba de estrenar en Estados Unidos y que tiene entre sus protagonistas a Oprah Winfrey, es un buen ejemplo de influencia e importancia ignoradas y de la necesidad de reconocer los aportes, incluso cuando se hicieron sin consentimiento.
¿Cómo es eso? Henrietta Lacks fue una mujer afroamericana que vivió en los años 40. Esta granjera era una persona normal, cualquiera, hasta que se le diagnosticó un cáncer. Cuando se hizo la biopsia de su tumor una muestra de células cancerígenas se guardó, sin que ella consintiera o supiera, y a partir de esas células se creó la primera línea de células inmortales del mundo, algo que se había buscado por años. ¿Eso qué significa? Que las células inmortales de Henrietta, capaces de reproducirse indefinidamente, fueron sometidas a enfermedades y agentes externos para sacar conclusiones. Las células HeLa han enriquecido a farmacéuticos y han generado avances médicos sin los que lo que sabemos hoy no existiría. Se han reproducido a tal extremo que un científico, cita The Guardian, aseguró que si las células de Henrietta se ponían en fila podrían dar la vuelta tres veces a la Tierra. Pero ¿fue Henrietta reconocida por su aporte? No, no por lo menos hasta años después cuando su familia peleó por él. El libro homónimo en que se basa la película cuenta la vida de Henrietta y la lucha de su familia porque esta mujer no sea olvidada.
Pero Lacks no es la única en una larga lista de personas sin reconocimiento. Hay mujeres, muchas, que han hecho grandes aportes y que nadie conoce. Y aunque no podamos hablar de todas, aquí recordamos a algunas.
Ada Lovelace (1815-1852)
Un nombre que parece de novela y una historia que, al conocerla indigna no haber visto contada. Lovelace, una condesa británica e hija de Lord Byron, fue una excelente matemática. A los 17 años se convirtió en la discípula de Charles Babbage, conocido como el padre del ordenador. Ada leyó y estudió los planes de Babbage para crear una máquina analítica (ordenador). Cuando se publicó un artículo sobre los logros de Babbage en Italia, Ada lo tradujo al francés y al inglés y anotó el texto con ideas y avances, sus aportaciones eran tres veces más largas que el artículo. Eran las que se consideran las primeras instrucciones para crear un programa de ordenador. No se conoció el aporte de Lovelace hasta la década de los cincuenta y actualmente hay un lenguaje computarizado que lleva su nombre.
Tasuo Sakane (1904-1975)
Fue la primera cineasta japonesa y una de las primeras documentalistas del mundo. Sakane se convirtió, tras salir de un matrimonio infeliz, en la aprendiz del cineasta Kenji Mizoguchi. Primero fue su script y luego dirigió sus propias películas con la protección de Mizoguchi: la industria del cine era machista y cerrada. Sin embargo, sus aportes nunca se reconocían con más que el crédito de asistente de la dirección. Tras la Segunda Guerra Mundial se le negó la posibilidad de trabajar como cineasta, así que terminó siendo asistente y editora antes de retirarse a los 46 años.
Emmy Noether (1882-1935)
Hasta Einstein la llamó la Atenea de las matemáticas. Sin ella, la matemática como se conoce y como ha avanzado sería imposible. Noether es la creadora del álgebra abstracta y es responsable de cambiar por completo tantos conceptos matemáticos que noetheriano es un adjetivo. Además su teorema, el de Noether, es primordial para el desarrollo de la física teórica. Enseñó en varias universidades durante su vida y actualmente hasta un cráter de la Luna lleva su nombre.
Katherine Johnson (1918-)
Esta física y matemática afroamericana ha pasado a ser más conocida desde el año pasado, cuando Taraji P. Henson la interpretó en Figuras ocultas. Johnson trabajó en el programa espacial de la NASA. Primero como miembro de las computadoras de la agencia aeroespacial (antes de que hubiese un ordenador real, había mujeres que calculaban), luego ya parte de los proyectos de sacar al hombre al espacio, Johnson calculó las trayectorias de entrada y salida de John Glenn (primer astronauta en orbitar alrededor de la Tierra) y luego de la misión Apolo 11, la que aterrizó en la Luna.
Estos son sólo unos muy pocos ejemplos, la lista podría ser mucho más larga. La realidad es que la historia no ha sido amable, o justa, con muchísimas personas. Pero a veces llega el momento y lo que estaba en el olvido, sale a la luz.