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Seis razones por las que tienes que ver The Handmaid's Tale

Seis razones por las que tienes que ver The Handmaid’s Tale

La serie basada en el libro de Margaret Atwood es vigente, hermosa y terrible. Indispensable.

 

Hace unos meses el libro original que Margaret Atwood publicó en 1985 subió al primer lugar de ventas en Amazon. La presidencia de Donald Trump, acompañada por su desdén hacia las mujeres y la amenaza que supone, aunado al anuncio de una nueva serie fueron la anticipación a este fenómeno. The Handmaid’s Tale, en su versión para televisión, se estrenó hace un par de semanas cuando se emitieron tres episodios -los demás se estrenarán semanalmente los días miércoles- y el resultado es en partes iguales un fenómeno cautivador y terrorífico.

The Handmaid’s Tale es la historia de un país autoritario y machista, Gilead (antes Estados Unidos), centrado en un futuro cercano. Las mujeres fértiles han sido calificadas como propiedades del Estado debido a la baja tasa de natalidad de la población, haciendo uso de sus vientres y de sus cuerpos en una sociedad centrada en el control y el poder masculino. Offred, la protagonista, es una de las mujeres que tienen como cometido reproducirse. ¿Cómo? Son asignadas al hogar de uno de los comandantes que forman parte de la élite del poder y son ritualmente violadas con el propósito de la reproducción.

En un tiempo en que ver nuevas series es casi un lastre -ya tenemos tantas en rotación que agregar más implica no tener vida- hay algunos estrenos que valen la pena sin discusión alguna. The Handmaid’s Tale cumple con ese requisito. Vigente, hermosa, imaginativa y terrible, esta historia es de visión obligatoria. ¿Quieren razones?

Razón 1: El mundo de Gilead y su vigencia

Esta razón es más masoquista que de disfrute. Gilead es un horrible lugar en que las mujeres son propiedad y tienen roles asignados a la fuerza. El origen de este mundo es difuso, pero tiene mucho que ver con el terrorismo -y la pérdida de libertades con la excusa de la seguridad- y con la disminución de la fertilidad (¿alguien recuerda Children of Men?) producto de excesos de radiación. E

l mundo en que residía Offred antes de Gilead era muy similar al nuestro y los avances de los autoritarios no fueron inmediatos, sino discretos. Hasta que de repente ya nada era igual y protestar ya no era una opción. En un presente en que el feminismo se ha subido a la palestra pública y es atacado por todos los flancos, más cuando el propio presidente de Estados Unidos comenta sonriente sus abusos y sus prejuicios contra las mujeres y lo convierte en un discurso admisible; en un tiempo en que las muertes y agresiones de mujeres aún generan comentarios sobre su ropa o sus acciones para provocar a sus agresores; en un momento en que existen activistas por los derechos del hombre que defienden la inferioridad de la mujer, en un presente en que las mujeres son atacadas en Internet con amenazas de violación y muerte por expresar opiniones feministas, y muchos otros factores más… en este tiempo una historia como The Handmaid’s Tale es una buena advertencia y un documento de rebelión.

Razón 2: La adaptación

Para los que se hayan leído el libro The Handmaid’s Tale resultará una adaptación fiel y correcta. Sin embargo, el libro es una historia narrativa con poca acción o trama – en el libro la pieza central son los monólogos internos de Offred, la protagonista- y en su transformación a serie incluye más desarrollo y una interesante ampliación del mundo que es Gilead. La serie tiene prevista más temporadas, por lo que es fácil predecir que la trama del libro culminará con estos primeros episodios y que luego la historia comenzará a explorar a sus personajes y a su universo libremente (un ejemplo reciente de esto es The Leftovers cuyas segunda y tercera temporada ya no tienen nada que ver con la novela en que se basa la primera).

Razón 3: El voice over

Sí, toda persona que sepa algo de guión dirá que el voice over es el truco más antiguo que existe para soltar información al espectador, que es un recurso flojo y que muy pocas veces funciona. Todo eso es cierto, como también lo es que The Handmaid’s Tale es de las pocas excepciones de la regla. El monólogo interno de Offred, que la mayoría del tiempo debe permanecer callada o soltando frases manidas de contenido religioso, muestra a una mujer dispuesta a luchar, iracunda pero también asustada y en duelo. Es una ventana a la complejidad de estas mujeres que viven fingiendo una sumisión y una devoción que no existen. Es una liberación, una rebelión, en un mundo absolutamente controlado. Es el recurso perfecto para hacer contrapartida a la deprimente acción del día a día en Gilead y dar profundidad al personaje.

Seis razones por las que tienes que ver The Handmaid's Tale 3
Imagen vía HULU Facebook.

 

Razón 4: Elisabeth Moss

Como Peggy Olson se robó, en muchas ocasiones, el protagonismo en Mad Men. Esta actriz es la reina indie de la televisión de 2017. Reconocida ampliamente por su talento, siempre interesada en trabajar en proyectos de calidad, y protagonista de dos series que darán de qué hablar este año –The Handmaid’s Tale y Top of the Lake – Moss brilla como Offred. Su rostro, en muchas ocasiones en close up, destila los más mínimos pensamientos, miedos y sentimientos de su personaje. Es tal su compromiso con el papel y con la historia que Moss memorizó todos los monólogos de su personaje y en las escenas en que actúa en silencio para que se incluyan luego los monólogos, se repetía a sí misma los parlamentos enteros para que la imagen y el sonido cuadraran perfectamente.

Razón 5: Todos los demás miembros del reparto

Si se puede hablar de una agradable sorpresa en The Handmaid’s Tale esa es Alexis Bledel. Conocida por interpretar a Rory en Gilmore Girls, Bledel siempre ha sido objeto de chistes sobre su mala actuación. Pues Bledel puede mandar al demonio a todo el que alguna vez se haya burlado de su talento. Como Ofglen, Bledel es vulnerable y determinada, arriesgada y sumisa, dura y sensible. Su rostro, esos conocidos y enormes ojos azules, alguna arruga prematura que muestra los signos del sufrimiento de su personaje, es un océano de expresión, delicado, agresivo, sutil, impresionante. Con su actuación – prestar especial atención al tercer episodio en que su personaje no emite una sola palabra y se roba el protagonismo y genera una de las imágenes más dolorosas que veremos en televisión en 2017, una imagen que no se olvida – Bledel ha redimido su carrera y se ha ganado decenas de artículos donde la alaban.

Samira Wiley – Poussey en Orange is the New Black – interpreta a la mejor amiga de Offred en los tiempos previos a Gilead. No es novedoso que Wiley sea capaz de emitir fortaleza y ternura a partes iguales, para todos los que han visto OITNB Poussey es uno de esos personajes memorables.

Otra interpretación excelente es la de Yvonne Strahowski. Como la esposa del comandante, el personaje de Strahowski está en una terrible posición. Mucho más libre que las otras mujeres de Gilead – por ser una esposa – sigue teniendo que vivir la presencia de Offred en su casa como un regalo sexual a su marido. Su rostro y su postura muestran, de manera compleja y silente, su repulsión y, a la vez, satisfacción por el maltrato de Offred. En este reparto nadie está demás o no alcanza el nivel esperado.

Razón 6: El look general de la serie

The Handmaid’s Tale es visualmente hermosa. El terror y el abuso se desarrollan en espacios idílicos y los personajes llevan indumentaria discreta y recatada, pero poderosa. Las handmaids, por ejemplo, llevan vestidos rojo sangre y gorros infinitamente blancos. Resaltan al pasar en pares por las calles y cuando se mueven en grupo. Son especiales, odiadas y necesitadas, y su ropa marca ambas cosas, al igual que marca su rol como las creadoras de vida con las únicas prendas de un color llamativo. Las marthas -encargadas de las labores del hogar- llevan ropa gris y las esposas vestidos verde opaco.

La cámara aprovecha los colores, las distinciones, y juega con ellos con resultados muchas veces sublimes. La cámara se aleja y se convierte en el observador ojo de “dios”, que observa desde lo alto y, a la vez, se acerca tanto a los rostros de Offred y Ofglen que es casi como si quisiese leer lo que están pensando. Es íntima pero también omnipresente.

 

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