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Madrid

Tras las huellas de San Isidro en Madrid

En el seno de una familia humilde de agricultores que trabajaban en campos arrendados al caballero Juan de Vargas, el patrón de Madrid y de los agricultores, San Isidro, llegó a este mundo en 1082 en el Mayrit musulmán, que formaba parte de la taifa de Toledo. Madrid fue unos años después, en 1085 conquistada por el monarca cristiano Alfonso VI. Se dice que nació en la actual calle de San Isidro Labrador o en la calle de las Aguas, ambas muy próximas a la iglesia de San Andrés.

Tras las huellas de San Isidro en Madrid

En el seno de una familia humilde de agricultores que trabajaban en campos arrendados al caballero Juan de Vargas, el patrón de Madrid y de los agricultores, San Isidro, llegó a este mundo en 1082 en el Mayrit musulmán, que formaba parte de la taifa de Toledo. Madrid fue unos años después, en 1085, conquistada por el monarca cristiano Alfonso VI. Se dice que nació en la actual calle de San Isidro Labrador o en la calle de las Aguas, ambas muy próximas a la iglesia de San Andrés.

El único documento sobre su vida es el denominado códice de Juan Diácono, escrito en torno a 1275 probablemente por Juan Gil de Zamora, que narra la vida y milagros del santo. El Códice se conserva en el Museo de la catedral de la Almudena.

 

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Capilla del santo en el Museo de San Isidro | Foto: Rodrigo Isasi

 

Al santo patrón de Madrid se le atribuyen muchos milagros, en concreto 438, por los que fue canonizado. El Papa Paulo V lo beatificó en 1619 y en 1622 lo hizo Gregorio XV, junto a San Felipe Neri, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier. La bula de canonización se publicó en 1724 por Benedicto XIII, durante el reinado de Felipe IV. Madrid lo celebró con grandes fiestas y se estableció entonces que su festividad se celebrara el 15 de mayo y se aprobaba también su patronazgo sobre la Villa y Corte de Madrid.

Para este San Isidro de 2017, desde The Objective proponemos cuatro lugares de «culto» a San Isidro que merecen ser visitados por su arquitectura o su contenido y cuatro curiosidades sobre el patrón de la capital de España y de los agricultoras.

La casa museo de San Isidro

Según la tradición, ésta fue la casa de los Vargas, amos de San Isidro, y en ésta vivió y murió el Santo junto con su mujer, Santa María de la Cabeza. Se encuentra en pleno barrio de la latina, el Madrid de los Austrias.

Dentro del museo lo más interesante de ver relacionado con este santo son la capilla y el pozo del milagro.

 

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Patio de la Casa/Museo de San Isidro | Foto: Rodrigo Isasi/The Objective

 

La capilla fue construida a principios del siglo XVII y posteriormente reformada en 1663 y entre 1783 y 1789, época de la que data su decoración actual. Las pinturas murales, que cubren sus bóvedas, fueron realizadas por Zacarías González Velázquez, pintor madrileño perteneciente a una amplia familia de artistas. El óvalo central representa la Apoteosis de San Isidro y en la bóveda de la nave aparecen dos ángeles que sostienen una corona de laurel, mientras otros dos presentan una filacteria con la inscripción «Hic obdormivit in domino» («Aquí se durmió en el Señor»), aludiendo a la tradición según la cual el santo murió en este preciso lugar.

 

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Pinturas de la cúpula de la capilla en el Museo de San Isidro | Foto: Rodrigo Isasi/The Objective

Cuenta la leyenda que siendo pequeño el hijo de Isidro, que posteriormente fue llamado San Illán, se cayó a un pozo y su padre, al volver del campo, gracias a su oración, hizo que las aguas del pozo subieran y rescató al niño. El pozo del milagro se encuentra junto al patio del Museo, en la torre de la linterna.

Este espacio museográfico propone un viaje por la historia de la ciudad de Madrid desde la Prehistoria hasta el establecimiento de la Corte, a través de distintas salas como la de San Isidro, el Patio Renacentista, el Jardín Arqueobotánico o el Almacén Visitable.

 

La Capilla de la Cuadra

Esta capilla solamente se abre una vez al año, el 15 de mayo, y en otro tiempo no fue más que una simple cuadra de animales, donde Isidro guardaba y cuidaba cada noche los bueyes con los que araba las tierras de Iván de Vargas.  En cuanto a su valor artístico ha pasado por diferentes estilos, debiendo su aspecto actual a la última restauración proyectada por D. Manuel Castellanos en estilo neogótico en el año 1856. Año de construcción también de la actual casa de apartamentos que encierra, protege y envuelve la capilla, respetando y conservando este pequeño Oratorio en honor del santo.

Según la leyenda, que en algunos momentos Isidro fue acusado de no trabajar por dedicarse a rezar. Un día, el patrón, Iván de Vargas, quiso verificarlo, acercándose a las tierras de labor que le correspondían a Isidro y estando oculto, observó con sorpresa que los bueyes estaban arando guiados por unos jóvenes desconocidos que bien parecían ángeles, mientras Isidro rezaba.

 

La ermita de San Isidro en Carabanchel

En la orilla derecha del Manzanares, entre los puentes de Segovia y Toledo, en lo alto de un cerrillo, para custodiar el manantial santo cavado a comienzos del s. XII por el labrador mozárabe Isidro, se levantó en 1528 un sencillo oratorio. Muy pronto fue foco de visitas de cristianos de la Villa que acudían para orar. Peregrinaciones no exentas de riesgos, ya que se cuenta que la reina Isabel la Católica, a finales del siglo XV, se vio junto a esta ermita acometida por un oso al que ella misma consiguió matar.

 

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Ermita de San Isidro, en Carabanchel | Foto: Archidiócesis de Madrid

 

La fuente «milagrosa» surgió, según recogen los escritos, cuando el santo golpeó una peña mientras trabajaba los campos de su señor, Iván de Vargas. El patrón fue a pedirle agua mientras el santo trabajaba la tierra. Al ver que se le había acabado, Isidro cogió su bastón y golpeó en el suelo, diciendo: «Cuando Dios quería, agua aquí había». En ese instante comenzó a brotar agua del suelo. Se dice que el emperador Carlos V bebió de la fuente y sanó de unas fiebres que padecía.

San Isidro es representado con reja de arado en alusión a su ocupación como labrador y también con aguijada. Con esta aguijada abrió esta fuente cuyo agua, se dice que cura enfermedades. El agua de la Fuente procede de un manantial, que nace unos metros más arriba, a la izquierda de la ermita, y que es conducida bajo ésta hasta la Fuente.  Es costumbre ir en romería el 15 de mayo a beber el “agua del santo” mientras es costumbre recitar:

 

San Isidro hermoso,
patrón de Madrid,
que el agua del risco
hiciste salir

 

Colegiata de San Isidro

Para ver donde se encuentra enterrado el Santo hay que acudir a la Colegiata que lleva su nombre, donde se encuentra su tumba junto con la de su mujer, Santa María de la Cabeza. La antigua catedral de Madrid, hasta que se inauguró la Almudena en 1992, fue proyectada por el jesuita Pedro Sánchez hacia 1620, siguiendo el modelo de la iglesia del Gesú de Roma. En 1769 Ventura Rodríguez proyectó un nuevo presbiterio y el retablo del altar mayor. Se le concedió la categoría de catedral con carácter provisional al crearse la Diócesis de Madrid-Alcalá en 1885.

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Interior de la Colegiata de San Isidro | Foto: Rodrigo Isasi/The Objective

 

Pero esta no fue siempre la «casa» del santo. Isidro falleció en 1172 y su cadáver fue enterrado en el cementerio de la iglesia de San Andrés en la zona donde había vivido, según se recoge en el códice que acompañaba a los restos del cuerpo momificado. Lo curiosos es que 40 años después, el 2 de abril de 1212, su cuerpo fue encontrado íntegro e incorrupto, con su mortaja entera y en buen estado. Por aquella época hubo unas lluvias torrenciales en Madrid que desenterraron cadáveres del antiguo cementerio de San Andrés, entre ellos el de San Isidro.

Cuenta la leyenda que aquel mismo año de 1212 el santo se apareció a Alfonso VIII antes de la Batalla de Las Navas de Tolosa y éste tras la victoria acudió a visitar su cuerpo en Madrid y, en 1213, agradeciendo su intervención en la batalla, levantó una capilla en su honor en la iglesia de San Andrés y dispuso su cuerpo incorrupto en la llamada arca “mosaica”.

No habían pasado ni 20 años cuando el cuerpo de San Isidro fue sacado y colocado en un lugar de honor para rogar por su intercesión que lloviera, una acción que se repetiría en otras ocasiones, como en 1275 cuando se llevaron sus restos en procesión hasta la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, según recoge el Códice. No solo se invocó a San Isidro para implorar la lluvia. El escrito de Juan Diácono cuenta que en 1266 un clérigo ciego sanó tras restregarse los ojos con lienzo cortado de la mortaja del santo, lo que aumentó aún más una devoción por el santo labrado. En 1504 se descubrió en la iglesia de San Andrés junto al cuerpo incorrupto del santo la citada arca mortuoria junto al Códice de San Isidro o Códice de Juan Diácono, escrito en latín.

Finalmente, en el siglo XVIII, fue trasladado junto con su esposa a la Colegiata de San Isidro donde todavía permanece. En el mismo retablo del altar, que está dedicado a San Isidro, se pueden ver dos sepulcros. El de arriba guarda los restos de San Isidro. El que está debajo, los de su mujer, Santa María de la Cabeza.

 

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Retablo de la Colegiata de San Isidro | Foto: Rodrigo Isasi/The Objective

Curiosidades en torno al Santo

1. Madrid y Vannes se disputan a San Isidro: Francia afirma poseer los auténticos restos mortales del santo. En la catedral de Vannes, situada en la Bretaña francesa, existe una imagen de San Isidro sobre una tumba que, afirman, es la del patrono madrileño. Su nombre completo era Isidro de Merlo y Quintana. Se cree que sus padres le llamaron Isidro en honor a San Isidoro de Sevilla.

2. Mordido en el pie: al parecer, durante una visita de la reina Isabel la Católica, una de sus dama arrancó el dedo pulgar del santo con los dientes, al besar el pie, y se lo llevó consigo, pero tuvo que confesar su acción cuando los caballos de la comitiva se negaron a cruzar el río Manzanares. El dedo fue devuelto y colgado del cuello del santo en una bolsa. Hoy se encuentra en paradero desconocido.

3. Santo él, santa ella y santo su hijo: San Isidro estuvo casado con María Toribia, más conocida como Santa María de la Cabeza. La festividad del 15 de mayo, es conjunta entre ambos, aunque ella tiene reservado además el 9 de septiembre en el santoral. El hijo de la pareja, Illán, el protagonista del milagro del pozo, es también es considerado santo. Mucho tiempo después de morir su padre, marchó al Norte y vivió como un ermitaño, aunque siguió haciendo brotar agua de forma milagrosa, igual que su padre.

4. Su brazo derecho está sujeto con una cinta: se dice que el rey Enrique II y su esposa Juana visitaron en 1381 el sepulcro de San Isidro Labrador y que la reina quiso llevarse una reliquia de San Isidro, por lo que decidió llevarse uno de los brazos del santo, pero, una vez que lo tenía, finalmente se arrepintió y lo dejó en su sitio. Así se contaba ya en una descripción del cuerpo del santo de 1504 que lo describe «entero, en hueso e casi entero, salvo el brazo derecho despegado del cuerpo. Por esta razón,  desde entonces está sujeto con una cinta.

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