Transnistria: armas y brandy en Nunca Jamás
Agosto de 1992; tras una breve guerra civil se formaliza la creación de un estado englobado entre el río Dniéster y la frontera con Ucrania. Acababa de nacer la autodenominada y pomposa “República Moldava de Pridnestroviana”, aunque será conocida como Transnistria. Un país que no aparecerá en los mapas, sin pasaporte reconocido ni moneda válida.
Agosto de 1992; tras una breve guerra civil se formaliza la creación de un estado englobado entre el río Dniéster y la frontera con Ucrania. Acababa de nacer la autodenominada y pomposa “República Moldava de Pridnestroviana”, aunque será conocida como Transnistria. Un país que no aparecerá en los mapas, sin pasaporte reconocido ni moneda válida.
“Para la URSS, Transnistria siempre fue una de sus cabezas de playa frente a un país de población mayoritariamente latina como era Rumania. Así, el 14º Ejército Soviético estuvo acantonado en esa región desde 1956.”
Y es que Transnistria es un país “diferente” porque diferente ha sido su historia. Territorio habitado por una mayoría de población de origen eslavo, se hizo todavía más profundo su vínculo con Rusia cuando en la década de los 40’s se deportó una gran parte de su minoría rumana hacia Siberia, acusados de haber colaborado con el ejército alemán durante la Guerra Mundial, siendo reemplazados por población de origen ruso y ucraniano. Se adoptó el ruso como lengua oficial y la lengua moldava comenzó a ser escrita en alfabeto cirílico, siendo los más relevantes puestos de gobierno adjudicados a miembros de etnias no rumanas.
Para la URSS, Transnistria siempre fue una de sus cabezas de playa frente a un país de población mayoritariamente latina como era Rumania. Así, el 14º Ejercito Soviético estuvo acantonado en esa región desde 1956 y gran parte de la inversión de origen ruso en Moldavia fue a parar a esta franja de terreno (por ejemplo el 90% de la producción eléctrica de Moldavia correspondía a esta región).
En 1989, la República Socialista Soviética de Moldavia proclamó el moldavo como lengua oficial del país, y comenzaron algunas negociaciones para la reunificación con Rumanía, retomando el uso del idioma rumano, en lugar del ruso, provocando los primeros roces entre la población rusófila y los moldavos de Transnistria, lo que empujaría a parte de los altos mandos militares rusos opuestos a la Perestroika a declarar su independencia el 2 de septiembre de 1990.
La declaración no tuvo ningún efecto inmediato, pero ni la Unión Soviética (que se desintegraría un año más tarde) ni Moldavia hicieron ningún movimiento, por lo que las fuerzas separatistas fueron tomando el control del país. Moldavia al carecer de unas fuerzas armadas relevantes, no pudo recuperar el control real sobre Transnistria.
“Altos mandos militares rusos opuestos a la Perestroika declararon su independencia en 1990, aunque esa declaración no tuvo ningún efecto inmediato, pero ni la Unión Soviética ni Moldavia hicieron ningún movimiento por lo que las fuerzas separatistas fueron tomando el control del país.”
En la actualidad la República de Transnistria puede ser definida como un refugio de criminales enmarcado en un teatro-museo al aire libre; sería poco más que un país de opereta si no fuera porque alberga más de una docena de fábricas de armamento y donde miles de armas que componían el gran arsenal soviético han sido y están siendo vendidas ilegalmente. Y es que estos 4.000 kilómetros cuadrados donde residen poco más de 300.000 de habitantes están siendo un verdadero dolor de cabeza para la Unión Europea como refugio de delincuentes.
Sin embargo, al margen de margen de folklore y contrabando, Transnistria es fundamental para la política exterior rusa; no hay que olvidar que Rumanía ya forma parte de la OTAN, Ucrania es un campo de minas y Moldavia, pese a su inestabilidad, cada mira con más frecuencia hacía Rumanía.
Tiraspol, la capital de este “oasis”, es un regreso al pasado donde multitud de esculturas de Lenin escoltadas por tanques desvencijados adornan la ciudad, y donde la hoz y el martillo no solo aparece en la bandera de Transnistria, sino que es omnipresente en este extraño país, con abundancia de carteles loando al comunismo y la lucha obrera.
Pero la sovietización es fundamentalmente estética y cultural; así, la propiedad privada es una religión con un sueldo medio de unos 320 euros al mes, superior al de Moldavia, al margen de otras ventajas como el suministro de gas ruso subvencionado. La mayoría de la población activa de este “país” trabaja para dos personas; Ilya Karmaly y Viktor Gushan, creadores de la marca “Sheriff”, que engloba construcción, telefonía móvil, gasolineras, supermercados, e incluso el FC Sheriff, el equipo de fútbol que cuasi monopoliza los títulos de la liga moldava. Porque ser independientes esta muy bien, pero el futbol es el futbol, y así su flamante y nuevo estadio (tiene la máxima catalogación de la FIFA) es el elegido por la selección moldava para disputar sus partidos internacionales.
Otra particularidad de Transnistria es aquí se produce el excepcional brandy Kvint, que se vende por todo el mundo y es el verdadero orgullo nacional.
“La sovietización es fundamentalmente estética y cultural; así, la propiedad privada es una religión, y el sueldo medio de unos 320 euros al mes, superior al de Moldavia.”
¿Pero los “trasnitrios” quieren ser rusos? Pues como todo en este país, “depende”. En 1989 votaron a favor de la creación de la República Socialista de Moldavia, pero en 1991 votaron a favor de permanecer en la Unión Soviética, aunque luego a los pocos meses eligieron en otra votación independizarse, fuera de la Unión Soviética. En 1995 votaron para permitir que las tropas rusas permanecieran en el país, para votar en ese mismo año ciertos aspectos sobre su independencia. Después, en 2006 hubo un referéndum de independencia dirigido a otros. En 2013 el Consejo Supremo de Pridnestrovia aprobó el uso de la legislación rusa en el territorio de la autoproclamada república. Como señalan ciertos analistas: “En los últimos 25 años han elegido independencia, dependencia, interdependencia y codependencia”.
Actualmente Transnistria como estado independiente solo esta reconocido por Osetia del Sur y Abjasia, más otro estado fantasma como es Nagorno Karabaj. Poco bagaje, aunque es un tema que tampoco parece preocupar mucho a los habitantes y dirigentes del País de Nunca Jamás.